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Todos los Miedos infantiles


Enviado por   •  31 de Mayo de 2016  •  Ensayos  •  2.222 Palabras (9 Páginas)  •  243 Visitas

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El miedo es un sentimiento desagradable que tiene un alto impacto emocional, pero normal en todo ser humano y hasta positivo para todos si es tratado de una forma adecuada, este es provocado en situaciones donde se corre peligro o es amenazadora para la persona, es incómodo para los que han pasado por ellos porque muchas veces no saben cómo reaccionar y toman decisiones que pueden parecer muy drásticas para superar el hecho. Se puede considerar el miedo como un sistema propio de protección para los peligros del exterior y además es muy útil para la supervivencia personal y a nivel de sociedad ya que nos previene de las amenazas. Estos afectan a las personas desde que son niños hasta su edad adulta, conforme a cómo han actuado ellos y su entorno cuando se enfrentan a estos diversos miedos.

El miedo es más intenso en los niños que están expuestos a un mundo desconocido para ellos y es de gran ayuda ya que si un niño no tiene miedo puede ser perjudicial para él mismo porque su entorno tiene elementos que pueden ser altamente nocivos para él; cuando se aventuran a experimentar con el miedo tan abiertamente puede repercutir de una manera significativa en ellos de modo que los niños generan conductas tanto negativas como positivas al sentir miedo que se deben a diversos factores que son influyentes en estas situaciones comunes de la vida diaria.

Hay tres tipos de reacciones que se pueden desarrollar en estos momentos las cuales son escapar, reaccionar de forma agresiva o paralizar el cuerpo. Cuando el cuerpo se prepara físicamente tensando los músculos y psicológicamente mandando señales entre neuronas, para escapar de la situación es por una razón que sobrepasa al sujeto donde se da cuenta que no puede enfrentar el miedo; si por el contrario la situación es manejable o causa irritación a la persona, ella reacciona para atacar mostrándose agresivo; otra reacción es cuando se paraliza la mente del sujeto tratando de bloquear para pasar desapercibido en vez de hacerle frontis a lo que sucede en el momento; estas tres reacciones pueden actuar en conjunto, una tras otra de forma que haya un repentino cambio en la actitud de la persona.

Hay distintitas clases de miedos a diferentes edades, pues cuando van creciendo sus miedos se irán asimilando mucho más a la realidad, “los avances en la maduración y el aprendizaje, la evolución del sistema nervioso y la maduración de la capacidad perceptiva, hacen que el niño tenga una mejor apreciación de los peligros” (Proleón, s,a, p.1); dependiendo del miedo y de su grado, depende en cómo reaccionan los niños ya sean desde los más frecuentes e ingenuos miedos como el temor a la oscuridad, a los insectos, a los animales, a los monstruos, a los fantasmas, a quedarse solos o a un desastre natural; hasta los de carácter más complejo que son el temor a la muerte de algún familiar, a la separación de los padres o a contraer alguna enfermedad complicada. A medida que pasa el tiempo algunos miedos van desapareciendo solos, sin ningún tratamiento previo, ya que no se necesita darle mayor preocupación por ser un miedo por el que pasan todos los seres humanos; mientras que hay otros que cuesta más que se alejen de la persona, que dejaron una marca evidente que daña los sentimientos y mente de la persona; pues estos son los que requieren una ayuda extra de algún profesional para ser superados y dominados en otro posible encuentro de este tipo.

Un factor muy importante es el rol que juegan los padres, pues ellos son los que pueden ayudar a sus hijos de una forma más cercana, guiada por el amor y toda su implicancia, la paciencia que debe tener en el progreso de su hijo, el entendimiento hacia la situación en la que se encuentra, la sabiduría para actuar de forma correcta sin caer en la sobreprotección del niño, también le puede dar autonomía e independencia al momento de superar esta situación, tranquilidad y seguridad de que los apoyan en estas nuevas situaciones que viven, en resumen “los padres deben ser cercanos, transformándose en figuras de apego” (Castro, 2009, p.12) de este modo los niños pueden aprender a llevar la situación de buena forma, una vez ya dominada esta realidad se suma a una experiencia enriquecedora para sí mismo ya que en un futuro será apto para tomar ciertas decisiones y enfrentar las circunstancias que tengan un grado de dificultad similares a los miedos enfrentados cuando niño en dónde aprendió la prudencia por ejemplo; otra posible reacción positiva del niño ante el miedo es que pueden despertar o activar al máximo todos sus sentidos para actuar al instante de forma correcta, hasta pueden tomárselo para bien, con una sonrisa nerviosa tal vez pero sin que le afecte de forma negativa en su vida.

En el caso adverso, si los padres no hacen alguno de los ejercicios nombrados anteriormente con sus hijos o hacen todo lo contrario como por ejemplo retarlos, castigarlos, hacerles burla por sentir miedo, hace que los niños se sientan reprimidos sin poder expresar lo que sienten, cayendo en una gran tristeza, frustración e inseguridad; tampoco los padres pueden mostrar sus miedos de forma verbal y/o actuando físicamente frente a estas circunstancias, como en caso de gritar, correr de la situación o esconderse; porque se los pueden transmitir a los niños, dado que viene de una persona que él ve con mucha autoridad y ejemplo a seguir, por ende actuaría de la misma forma. Todos estos antecedentes pueden transformar el miedo en una fobia que ha de ser específica y que queda plasmada como un trauma difícil de superar en el que los niños comienzan a tener diferentes conductas conforme a cuánto le afecte, ya sea siendo agresivo con las personas que se siente amenazado, perdiendo el control de ellos sin saber mantener un dominio de su cuerpo y mente, quedándose paralizados o bloqueándose y encerrándose en sí mismos siendo incapaces de escuchar a los demás por el pánico que sienten en ese momento debido al objeto al que se enfrentan o a la persona que tienen delante de ellos, esto puede generar una ansiedad que provoca “importantes problemas relacionados con el fracaso escolar, la baja autoestima, la soledad y también la salud física” (Sández, s.a., s.p.) porque no se pueden concentrar bien en el colegio bajando sus notas y nivel de aprendizaje, sienten que son cobardes o que nadie los quiere porque son miedosos, tendiendo a sentir rabia consigo mismo por ser incapaces de enfrentar sus miedos; afectando su buena alimentación ya sea dejando de comer o comiendo en

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