Transtorno esquizoide de la personalidad
mariamarianellaResumen8 de Marzo de 2018
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El trastorno esquizoide de la personalidad
Era un hombre muy raro Vivía solo, dentro de su casa Dentro de su habitación, dentro de sí mismo No tenía amigos, apenas hablaba Y nadie, a su vez, le hablaba “Porque no era simpático y no se preocupaba por serlo”
Y no era como los demás Murió el sábado pasado Abrió el gas y se fue a dormir Con las ventanas cerradas, de modo que nunca más se despertó En su mundo silencioso y en su minúscula habitación Y toda la gente decía, “Qué lástima que se haya muerto” Pero, ¿no era un hombre muy raro?
(A most peculiar man, Simon y Garfunkel)
Una de las características básicas del ser humano como tal es su capacidad para establecer y mantener relaciones sociales con sus semejantes. Gran parte de nuestra idiosincrasia reside en dar y recibir de nuestros semejantes. Esta interacción nos va moldeando como seres humanos y nos ayuda a ser quienes somos. El sujeto con una personalidad esquizoide no parece estar interesado en esas relaciones con los demás. Sus intereses suelen residir más en objetos materiales o fantasías donde no se incluyen otros seres humanos como parte importante de las mismas. Suelen llevar una vida solitaria, porque así lo escogen, donde los otros ocupan lugares secundarios. Son independientes, no necesitan a nadie y no buscan la compañía de otras personas. No expresan emociones ni parecen afectarse por las alabanzas o las críticas de los demás. Ni siquiera las relaciones sexuales constituyen un elemento de atracción para estos sujetos; que “ni sienten ni padecen”. Pueden funcionar bien en un entorno laboral que no requiera un trato frecuente con las personas; incluso a veces pueden tener habilidades especiales en determinadas áreas. Si su burbuja personal, más amplia que en el resto de la gente, no es traspasada ni perturbada, es probable que no causen problemas en su entorno. Aunque posiblemente tengan dificultades para conseguir pareja (más en el caso de los hombres que en el de las mujeres), tampoco suele ser un objetivo básico de sus vidas. No suelen acudir a terapia, porque ¿qué es lo que deberían cambiar? Solo cuando padecen un trastorno del Eje I o si su estilo de comportamiento les impide progresar en su carrera laboral, se pueden plantear pedir ayuda. Su forma de funcionar en la vida no es considerada precisamente como un modelo a seguir en nuestra sociedad, pero como tampoco suele ser un estorbo significativo, es probable que los sujetos con una personalidad esquizoide pasen por la vida sin molestar ni ser molestados.
Revisión histórica
Algunos historiadores mencionan a Hoch, en su descripción de una personalidad encerrada en sí misma que precedió al desarrollo de una demencia precoz, como la primera persona que abordó ese tipo de personalidad. La misma incluía síntomas de reticencia, rigidez, aislamiento y obstinación, con una tendencia a vivir en un mundo de fantasías. Otros historiadores han señalado a Bleuler como la persona que utilizó por primera vez el término para identificar a los individuos con una serie de características de tipo autista: encerrados en sí mismos, suspicaces, incapaces de llevar una discusión, cómodos en su monotonía y aburrimiento y con una incapacidad para expresar emociones. Su concepto era una categoría no psicótica que ilustraba la expresión extrema de estos para centrar la atención en su propia vida interna y distanciarse del mundo exterior. Kretschmer llamó “esquizotimia” a la forma normal de la personalidad de tipo esquizofrénico y definió al esquizoide como la forma de personalidad patológica observada con frecuencia en la familia de sujetos con esquizofrenia. Describió varias características: insociable, tranquilo, reservado, serio y excéntrico; de escasas relaciones sociales y experiencias poco realistas, que se sentían como si hubiera un muro de cristal entre ellos y el resto de la humanidad. Según él, puede construir un mundo autista que se convierta en el núcleo de su existencia. Ha habido discusiones sobre las similitudes y diferencias entre la personalidad esquizoide y la evitativa. El empleo del término esquizoide en investigación genética ha contribuido, probablemente, a la confusión sobre su significado.
Estilo esquizoide de personalidad: El tipo asocial
Son fundamentalmente sujetos asociales que no necesitan a nadie más que a sí mismos. Son independientes de los demás, a los que consideran como “reemplazables”. Su soledad no es una forma de evitar ciertas situaciones o personas porque les causen ansiedad, sino que es producto de su propia elección, ya que donde encuentran el verdadero placer es en su interior. Lo que pierden estos sujetos en sentimientos e intimidad lo ganan en lucidez, en claridad para observar lo que ocurre a su alrededor. Son indiferentes a los vínculos emocionales que por lo general unen a las personas, por lo que es poco probable que formen una pareja o una relación estrecha de amistad. Su escaso interés por las personas hace que no experimenten la necesidad de atraerlas hacia una relación íntima.
Oldham y Morris describen una serie de características típicas:
-Se encuentran más cómodos estando en soledad. (No requieren de la compañía de los demás para disfrutar de experiencias ni para desenvolverse en las diferentes áreas de su vida); Tienen un temperamento desapasionado y poco sentimental; Pueden disfrutar del sexo, especialmente como relajante de tensiones, pero son capaces de prescindir de una relación sexual continua; No se dejan llevar ni por alabanzas ni por críticas; No sienten hostilidad hacia los demás; Les cuesta interpretar y comprender las señales emocionales y los sentimientos de los otros; No satisfacen las necesidades emocionales de sus más allegados; Encuentran bastantes gratificaciones en la vida que disfrutan en soledad y raramente se aburren; Son buenos trabajadores, aunque no para trabajar en equipo ni relacionarse con el público. No necesitan que nadie las alabe ni rescate del aburrimiento, ya que difícilmente se cansan de estar solas. No entienden que los demás necesitan la compañía de otros para encontrar la felicidad, ya que ellos la obtienen estando en soledad. Para ellos las personas crean más problemas de lo que valen, por eso prefieren prescindir de ellas. Su mundo ideal sería aquel en el que hubiera pocas personas y donde cada uno fuese a lo suyo sin molestar a los otros. Por lo general, no desarrollan sentimientos hostiles hacia los demás ni ésta es la causa para no relacionarse; simplemente prefieren crear pequeños ámbitos de soledad donde pasar el mayor tiempo posible. Al no dejarse llevar por los sentimientos, son capaces de hacer juicios mucho más objetivos en determinadas situaciones de lo que serían capaces otros. Su falta de expresión de sentimientos no se debe a la incapacidad para exteriorizarlos, sino a la falta de emotividad, y cuanto más se les insiste para que los expresen más se encierran en sí mismos debido a la gran tensión que experimentan.
El mejor compañero para un estilo esquizoide es un estilo obsesivo-compulsivo, ya que son poco exigentes en el plano emocional. Con un estilo autodestructivo también podrían llevarse bien, ya que éste, a pesar de dar mucho, no pide nada a cambio. Los narcisistas pueden sentirse atraídos por la manera de ser, reservada e independiente, de los asociales, pudiendo llegar a tolerar ese aislamiento suyo. En cambio, aquellos tipos de personalidad que más se dejan llevar por los impulsos o son muy sociables, como los teatrales, los límite, los antisociales, los dependientes, los esquizotípicos y los pasivo agresivos no hacen buena pareja con los esquizoides. Aunque el comportamiento de los evitativos es similar al de los esquizoides, los primeros necesitan relacionarse con los demás, aunque su temor se lo impida, y requieren el empuje que los esquizoides no estarán dispuestos a darles. Con un paranoide la relación es prácticamente imposible, ya que continuamente están controlando a la pareja, algo que no podrá tolerar el esquizoide, que prefiere manejarse de forma independiente. Dos personas moderadamente esquizoides pueden llevar una buena relación al respetar mutuamente la intimidad del otro.
¿Cómo relacionarse con un tipo esquizoide?
Hay que dejarlos ser y actuar a su manera. Es un error intentar transformarlos en personas como las demás. No hay que compadecerse por su soledad, ya que la disfrutan, y probablemente sean ellos los que crean que los demás son infelices al estar rodeados continuamente de gente. Aunque prefieran pasar tiempo alejado de los demás, no hay que pensar que no quieren a los suyos, por lo que es mejor no agobiarlos con demostraciones afectivas. Si comparte su vida con otra persona, es suficiente muestra de lo que le importa, por lo que es conveniente no esperar otras muestras de amor ni verbalizaciones cariñosas del estilo. Hay que dejarle tiempo para que esté solo e interpretar esos momentos como algo que necesitan para sentirse plenos. Suelen ser muy sensatos, por lo que a la hora de resolver algún problema habrá que apelar a la lógica y no a las emociones.
Diagnóstico
Tanto el DSM-IV-TR como la CIE- 10 proponen un síndrome caracterizado por la frialdad emocional, la ausencia de relaciones sociales, la preferencia por actividades solitarias, la introspección y tendencia a la fantasía y la incapacidad para expresar sentimientos y para experimentar placer.
Los criterios diagnósticos que proponen son similares, exceptuando que la CIE-10 añade la dificultad para cumplir con las normas sociales y la tendencia a la introspección y los devaneos fantásticos.
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