Trastorno obsesivo compulsivo desde una perspectiva real

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO DESDE UNA PERSPECTIVA REAL

En el mundo hay personas que realizan ciertas conductas que resultan un poco difícil de comprender, en cuanto a que las conductas realizadas se vuelven repetitivas; para ello hay un trastorno conocido como trastorno obsesivo compulsivo o TOC “en el DSMIV se clasifica como un Trastorno de Ansiedad (300.3), definido por la presencia  de obsesiones, compulsiones o ambas” (Abramowitz, 2007), estas causan una perturbación significativa en el área social o personal de las personas que la padecen, ya que la aparición de pensamientos repetitivos causan angustia e interfieren con la vida cotidiana, la razón por la que el TOC interfiere con sus vidas es que ellos no pueden detener estos pensamientos o rituales.

Es normal que las personas  de vez en cuando sientan ansiedad por algo estimulo presente en el ambiente pero esto sucede durante un corto periodo de tiempo, sin embargo las personas que sufren ansiedad se sientan extremadamente atemorizadas o inseguras  la mayor parte del tiempo. Se podría decir que las personas con TOC sienten la necesidad de checar las cosas una y otra vez,  tienen ciertos pensamientos o realizan rutinas y rituales una y otra vez, con el fin de desaparecer la ansiedad que sienten.

De acuerdo al DSM IV (APA, 2000) algunos de los criterios para el diagnóstico de trastorno obsesivo compulsivo  son  las siguientes:

En cuanto a las obsesiones entendiéndose como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos, además de que estos pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos, y en algunos casos La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento).

En cuanto a las compulsiones se define los  comportamientos (p. ej., lavado de  manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativo reducir ansiedad; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos

Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo,   representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.

En un inicio las personas con TOC identifican que sus pensamientos y conductas no tiene sentido (son irracionales), aunque con el tiempo pueden llegar a parecerles racionales. Las personas con este trastorno presentan malestar al intentar dejar de actuar o pensar de esa manera, sin lograrlo. Según Ulloa (2012) esto se debe a que, aunque los pacientes tengan conciencia de sus síntomas, no los consideran parte de una enfermedad. Buscan esconderlos y pueden negarlos en la consulta médica, por considerarlos vergonzosos. También es frecuente que las personas que sufren este trastorno consideren que pueden controlar sus síntomas y que la mejoría vendrá por sí sola.

Epidemiología

En la población mundial, el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) afecta entre el 2% y 3%, mientras que en México, de acuerdo con la Encuesta Epidemiológica Psiquiátrica de 2003, se informa un prevalencia total de un 2.6%, con una edad media de inicio a los 19 años (Caraveo, 2004 citado por Cárdenas, 2012) 

La prevalencia del TOC es ligeramente mayor en mujeres que en hombres, además de que se puede presentar en distintas etapas de la vida. Diversos estudios señalan que aproximadamente el 50% de los casos de TOC comienzan en la infancia y la adolescencia (Blan, Newman & Horn, 1988 citado por Valencia, 2012).

En  2008, Valencia señalo que “en México, se ha reportado una prevalencia de 2.3% en población clínica adulta la cual es similar a lo reportado en la bibliografía internacional, y de 1.4% en comunidad a lo largo de la vida. Hasta el momento no existen datos específicos para TOC sobre población pediátrica en nuestro país”.

Se ha encontrado cierta variación en lo que se refiere a la edad de comienzo. Por una parte, algunos, como la American Psychiatric Association (2000), mencionan que usualmente comienza en la adolescencia o adultez temprana.

Análisis de la conducta

Diferentes teorías han tratado de explicar el trastorno obsesivo compulsivo, y aunque se quisiera no es posible sintetizar todas estas teorías, sin embargo una de las más importantes es la de la perspectiva del análisis de la conducta. Esta considera que los trastornos de ansiedad y muchos otros problemas psicológicos se adquieren o aprenden. Un individuo puede aprender, mediante la asociación con una experiencia dolorosa o terrorífica, a sentirse ansioso ante ciertas cosas que en realidad son innocuas. Puede aprender también que ciertas conductas reducen la ansiedad y entonces esto se fortalece. En este caso, la conducta impulsiva se establece y fortalece porque reduce la ansiedad; así pues, la persona ejecuta su conducta como una forma habitual de reducir o prevenir la ansiedad.

Se dice entonces que la teoría del aprendizaje desempeña un papel en las causas del trastorno obsesivo-compulsivo estableciendo una relación entre las obsesiones/compulsiones y el miedo. Entonces las personas repiten ciertas conductas con el fin de evitar que reaparezca  el miedo.  Así el TOC surge por un proceso de condicionamiento. Supone que las personas con TOC asocian ciertos objetos o ciertas situaciones al miedo y aprenden a evitar lo que temen o a adoptar ritos que le ayudan a disipar sus miedos. Por ejemplo las obsesiones empiezan a aparecer cuando un objeto que antes era neutro (pisar una raya en el piso) es asociado con un estímulo que produce miedo (ver a alguien teniendo un accidente). El pisar una raya del piso termina conectándose con el miedo al accidente (aunque el pisar esa raya no haya tenido un rol de causa).

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