UNA VIDA CON PROPÓSITO, ¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ EN LA TIERRA?

2021

UNA VIDA CON PROPÓSITO, ¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ EN LA TIERRA?

Esta guía espiritual nos permite encontrar la respuesta a la pregunta más importante de nuestra vida, ¿para qué estoy aquí en la tierra? Mientras que crecemos, Dios de alguna manera desaparece de nuestros pensamientos y nuestras prácticas, dejando un vacío enorme. Pasamos mucho tiempo y gastamos mucha energía tratando de llenar ese vacío creando propósitos artificiales, pero en realidad desde que nacemos Dios pensó, diseñó y planificó nuestro propósito, todos somos parte del propósito universal de Dios.  

Según el cristianismo fuimos creados por Dios para servirle. Pero, ¿qué significa esto exactamente? Primero debemos aclarar que Dios no está obligado a crearnos, no necesitaba hacerlo, Dios es amor y está en relación consigo mismo, él nos eligió, no somos creados por accidente sino con un propósito. el primer propósito de nuestra vida es conocer a Dios y amarlo, él nos ama y lo más importante que podemos llegar a hacer es corresponderle el amor, si no entendemos esto, no hemos entendido el sentido primario de la vida.

La vida comienza a tener sentido cuando entendemos que tenemos que ser como Jesucristo, el objetivo de Dios no es nuestra comodidad, su objetivo es nuestro carácter, cuando morimos no nos llevamos todos nuestros bienes materiales, solo nos llevamos nuestro carácter, Dios trata de forjar nuestro carácter y volvernos como su hijo Jesucristo y ¿cómo hace Dios eso? Lo hace de muchas maneras, usa su espíritu santo, la biblia, usa la tentación y los problemas, todos los problemas tienen un propósito y es ayudarnos a desarrollar nuestro carácter.

Al nacer entramos en nuestras familias y como cristianos, otro propósito de vida que compartimos es ingresar en la familia de Dios del mismo modo, desplegando nuestra fe en Jesucristo y edificando relaciones con la familia de Dios. Por necesidad debemos compartir con otros cristianos y amar la iglesia, en el cielo estaremos con ellos y aquí en la tierra debemos aprender a amar la familia de Dios, cuanta más madurez tenemos en nuestro crecimiento como creyentes, más amaremos al prójimo.

No descubriremos el propósito de nuestra vida en nuestro interior, ni en los libros de autoayuda, solo lo descubriremos meditando en nuestro creador, fuimos creados por Dios y para Dios, él eligió darnos la vida, lo mejor es agradecerle mostrándole y difundiendo nuestro amor por él viviendo una vida cristiana y repleta de adoración. Cuando lo encontramos aprendemos a dejar brillar nuestras mejores cualidades, permanecemos en el camino correcto y, sobre todo, experimentamos y realizamos nuestro propósito de vida en esta tierra.

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