Venezuela y sus psicologos una optica personal

VENEZUELA Y SUS PSICÓLOGOS, HOY…

Autor: Carely García CI.21.098.435                                T.T Secc. “w”

“Los procesos económicos que vienen afectando a Venezuela por casi 30 años y en donde hay muchas fluctuaciones erráticas en nuestra economía, y paralelamente a esto, la inestabilidad política, la corrupción a todos los niveles y la no eficiente administración de los recursos económicos por parte del Estado, han traído como consecuencia un marcado deterioro en las condiciones de vida, en general, del ciudadano venezolano” (Gómez O, 2011).

La presencia de estos fenómenos ha generado a o largo del tiempo y sigue generando una evidente polarización en la población venezolana, individuos conformes y otros disconformes, que poseen sus propias críticas concordando con sus puntos de vista, experiencias de vida y percepción de la realidad particular. En la actualidad estas críticas y puntos de vista no se limitan a ser expuestas en la cotidianidad de la interacción directa en contextos sociales, ya que son puestas en manifiesto libre, amplia y masivamente mente a través del avance tecnológico con el acceso a las redes sociales. Pensamientos que en la expresión pueden perder el tacto crítico objetivo tornándose rígidos y agresores, tocando sensibilidades y generando conflictos entre pares. Y es en este contexto donde comienzo a exponer la reciprocidad del psicólogo venezolano como profesional, como ciudadano y como individuo que tiene sus propias ideologías y creencias, donde hago especial énfasis en los valores que deben ser arraigados no únicamente pero si fundamentalmente por este profesional, para poder afrontar de manera adecuada los acontecimientos sociales. Los valores que el psicólogo siempre debe considerar al observar, dialogar y/o exponer un punto de vista, a mi criterio, primordialmente son: el respeto (debe velar por la integridad de otros, evitar en su pensamiento y palabra la crítica destructiva, debe aceptar la opinión de los otros), la tolerancia (ante una situación de incomodidad o agresión defender su integridad, soportar la incomodidad para evitar tomar una actitud o verbo vulgar), el apoyo- solidaridad (que sus opiniones brinden soporte de forma objetiva a los otros sin caer en la discriminación).

El ser humano posee una tendencia natural a juzgar indiscriminadamente, esto es parte de un proceso adaptativo, generalizar a partir de hechos particulares y a veces totalmente aislados, no es justo, por lo cual aunque en esta sociedad sea un desafío ser objetivos es fundamental que el profesional psicólogo erradique esa tendencia de estereotipar. Una vez logrado este objetivo podría tener como deber fomentar en sus allegados, en los que le rodeen y con quienes interactúe, el desligamiento de los pensamientos prejuiciosos subjetivos, fijando así la base que permitan la construcción del respeto, la tolerancia y el sentido de apoyo en cada individuo. En el contexto social venezolano el psicólogo debe contribuir en la medida de sus posibilidades, con pequeños o grandes aportes, a la formación de ciudadanos que se permitan vivir en armonía con ellos mismos y con otros. Ciudadanos que buscan la paz, acción para la cual me parece prudente y necesario internalizar este concepto, ¿qué significa realmente la paz? “La paz significa algo más que la ausencia de guerra y de conflicto; es un concepto dinámico que debe considerarse en términos positivos: la presencia de la justicia social y la armonía, la posibilidad de que los seres humanos realicen plenamente sus posibilidades y gocen del derecho a una supervivencia digna y sostenible” (UNESCO, 1994, 4).

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