CAMINO A LA ILUMINACION-BÚDA

Camino a la iluminación (historia)

El príncipe Siddharta Gautama nace hace unos 2,600 años en lo que hoy es Nepal. Su nacimiento viene acompañado de signos milagrosos: su madre Maya es visitada en un sueño por un elefante blanco que desciende del cielo y penetra su vientre; el príncipe nace “de su lado derecho” (algo que se ha interpretado como señal de un nacimiento virginal o, en el caso de los más escépticos, de una cesárea). Siddhartha, nace conscientemente, sabiendo que esta será su última encarnación. El príncipe Siddhartha, de la casta guerrera de los Shakia, crece protegido en un mundo de lujo y felicidad, intocado por la decadencia del mundo externo. Aunque vive en un parque de placer, donde todo viso de sufrimiento ha sido esfumado, cuatro días sucesivos toma su carro por el bosque y se encuentra con un hombre viejo, un enfermo,  un cadáver y un monje en austeridad. El príncipe entonces tiene un atisbo de lo que será su doctrina, notando que existe el sufrimiento, pero que tal vez sea posible vencerlo al ver “la serenidad de un hombre que se ha alzado más allá de las vicisitudes de la existencia”. Es a partir de esta secuencia de episodios que el Gautama decide convertirse en un renunciante. A los 29 años, el príncipe anuncia a su padre que abandonará el mundo de su palacio, incluyendo a su esposa e hijo, en búsqueda de una solución al problema de la existencia. Siddharta Gautama buscando el camino de la iluminación decidió ingerir solo un vaso de agua, medio pan y un grano de arroz al día durante años, meditando en una cueva hasta llegar al borde de la muerte. Una joven lo encontró reducido a piel y huesos, desesperada esta le trajo comida y suplicó que se alimentase, Gautama que intentaba superar la tristeza vio que no había causado más que sufrimiento a esta joven. Por lo que decidió comer durante años. En extrema austeridad, había intentado de todo para alcanzar la iluminación y ahora creía que quizás era imposible. Una vez comiendo bajo un árbol escucho un grupo de aldeanos que cargaban instrumentos musicales, uno de ellos le dijo al más joven que tuviera cuidado al tocar el instrumento, si tensaba mucho la cuerda esta se rompería, pero si la soltaba demás no tocaría buena música. Fue entonces cuando lo entendió, ningún extremo es bueno, debía hallar el punto medio. Comiendo con gran apetito para recuperarse fue gracias a esto que tuvo la fuerza suficiente para volver a intentarlo, meditando, pero ahora bajo la sombra de un árbol Bodhi encarando todo el sufrimiento de la humanidad, superándolo y volviéndose en el primer Búda, el iluminado[pic 1]

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