COMO MANTENERSE DESPIERTOS ESPIRITUALMENTE

COMO MANTENERSE DESPIERTOS ESPIRITUALMENTE

*** w79 15/8 pág. 28 “No sigamos durmiendo como los demás” ***

“¡ES UN verdadero gozo vivir!” ¿Ha sido eso lo que usted alguna vez ha sentido al despertar después de una buena noche de descanso con la sensación de que está refrescado, fortalecido, listo para nueva actividad? ¿O se ha refugiado usted alguna vez en el sueño como ayuda para vencer el dolor o la desilusión? Estudios científicos indican que el dormir hasta tiene que ver con los procesos relacionados con la adquisición de enseñanza y el memorizar. Ciertamente el sueño es una dádiva del Creador del hombre, Jehová.

No obstante, el dormir no siempre trae beneficios. Por ejemplo, todos los años, miles de personas mueren por cabecear o hasta dormirse mientras conducen un vehículo. Otras pierden su empleo por no levantarse a tiempo y llegar tarde o por quedarse dormidas en su puesto de trabajo.

Sin embargo, la somnolencia espiritual puede tener consecuencias mucho peores.

La Gran Enciclopedia Larousse dice que el sueño “se caracteriza en el hombre por la pérdida de conciencia y relación con el mundo exterior” y “enlentecimiento de las principales funciones del organismo.”

“pérdida de conciencia”: ¿Estamos muy conscientes de nuestras necesidades espirituales, como estudiar con regularidad y asistir a las reuniones? ¿Estamos deseosos de leer la literatura más reciente que se haya publicado para ayudarnos a entender la Biblia?

“enlentecimiento de las principales funciones del organismo”: ¿hasta qué grado somos inactivos en asuntos cristianos, como en el de proclamar las “buenas nuevas”? Al considerar nuestras circunstancias personales, nuestra salud, nuestras responsabilidades de familia, nuestras aptitudes, así como nuestras limitaciones, cada uno de nosotros puede juzgar individualmente hasta qué grado está despierto a este respecto.

“la pérdida de … relación con el mundo exterior”: ‘¿Cómo respondo cuando se me estimula a alguna actividad cristiana especial? ¿Respondo inmediatamente, y con entusiasmo? Cuando estoy aplicando cosas nuevas que he aprendido, ¿contesto con la misma prontitud como cuando originalmente empecé a familiarizarme con la verdad de la Palabra de Dios?’

Otro rasgo del sueño es el de soñar. ¿Pudiera ser que estuviéramos viviendo en un “sueño,” dormidos a la realidad de los cambios que ocurren en el escenario mundial, quizás gastando demasiado tiempo y dinero en la búsqueda de cosas materiales? Tal como un soñador no tiene sentido del tiempo que pasa, ¿hemos perdido nosotros también el sentido de urgencia de los tiempos en que vivimos? ¿Pudiera ser que estuviéramos entregándonos demasiado a la diversión, y quizás hasta nos perdiéramos reuniones cristianas debido a ello?

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