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COMUNIDAD CRISTIANA


Enviado por   •  20 de Junio de 2019  •  Reseñas  •  1.482 Palabras (6 Páginas)  •  212 Visitas

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COMUNIDAD CRISTIANA

INTRODUCCION

 

La comunidad es absolutamente necesaria para nuestro desarrollo personal y vivencia como cristiano y de esto vamos a tratar en esta charla que se titula COMUNIDAD CRISTIANA.

¿Qué es comunidad?

En sentido amplio es el conjunto de personas que viven en una nación, ciudad, pueblo, vereda o barrio. También es el conjunto de personas que se agrupan para unir sus esfuerzos en busca de un bien o fin común. Ejemplo. La Cruz Roja.

También es comunidad el conjunto de personas que comparten circunstancias especiales de vida como las de tipo familiar, profesional o social.

Pero para que sea comunidad cristiana debemos vivirla desde una perspectiva de fe.

Por lo tanto, COMUNIDAD CRISTIANA es un núcleo de personas comprometidas y reunidas en Cristo, que actúan como fermento en la masa del mundo con el cual se está en contacto.

Para entender esto veamos la necesidad del hombre de agruparse con los demás.

Partimos diciendo que el plan de Dios es comunitario, pues Dios mismo es una comunidad de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas unificadas en la unidad total, que nos ha hecho participe en cada una de las acciones propias de cada una de ellas: en la creación, el Padre nos crea a su imagen y semejanza; en la redención, con el Hijo y en la santificación, con el Espíritu Santo.

El Concilio Vaticano II en su documento “LUZ DE LAS GENTES”, nos explica claramente que Dios creó al hombre no para vivir aisladamente, sino para vivir en comunidad.

La Biblia que es palabra de Dios nos lo confirma; en Marcos 6, 7 se nos dice: “Jesús llamó a los doce discípulos y los envió de 2 en 2 dándoles autoridad. Y en Juan 13, 34 nos dice: “Les doy un mandamiento nuevo, que se amen los unos a los otros como yo os he amado

¿PERO, POR QUÉ SE AGRUPA EL HOMBRE?

El hombre es un ser esencialmente social y comunitario que siente la necesidad de agruparse para poder vivir, para poder desarrollarse y realizarse; Dios quiere que los hombres vivan unidos y unidos trabajen, se ayuden y perfeccionen. De allí que en todas las etapas de nuestras vidas estamos rodeados de un grupo humano (al nacer nos encontramos con una familia, luego vienen los amigos del barrio, del jardín, del colegio, del trabajo y otros ambientes más)

Fuera de  una comunidad el hombre es incapaz de ser cristiano y actuar como cristiano.

Nosotros que estamos unidos por la gracia necesitamos trabajar para que todos los hombres vivan como hermanos. La iglesia se hace real en las comunidades, se hace compromiso desde la comunidad y da testimonio dentro de la comunidad. Que es lo que estamos viviendo en este cursillo. Cada dirigente como miembro de la comunidad cursillista da testimonio de su ser cristiano ante la sociedad.

Ahora si nos detenemos a analizar observamos que el sentido comunitario está siendo atacado por las nuevas políticas que hacen que el hombre sea individualista, que no mire al vecino, que si los problemas no le afectan directamente, no le importa. Esta globalización hace que cada día sea más competitiva la carrera por el tener y no por el ser. Muchas veces nos hemos creído mejores que los demás y por eso creemos que tenemos la verdad revelada y nos olvidamos de nuestra simple humanidad.

Pero esto no es todo, en cuanto a iglesia que somos, algunos practican el CRISTOSOLISMO, es decir, van a misa, comulgan y cumplen con sus actos piadosos, pero no se comprometen con nada de la iglesia, y esto no refleja el verdadero comportamiento de un cristiano.

Cuando se vive y trabaja con Espíritu comunitario se consiguen múltiples frutos.

A. Nos sentidos impulsados: El ser comunitario nos permite crecer en todos los aspectos de la vida, afianza nuestros criterios de fe, resalta y hace florecer los carismas, despierta la fraternidad y la solidaridad.

Por el contrario, el individualismo lleva al cristiano al aislamiento, le impide vivir como Iglesia, vivir con la Iglesia y sentir con la Iglesia, lo lleva a creerse bueno y piadoso de una manera propia, aislado de la comunidad.

 

San Pablo nos dice en Tesalonicenses 5, 11: “anímense mutuamente y edifíquense juntos” y en verso 14, nos dice: “les rogamos también hermanos, que reprendan a los indisciplinados, animen a los indecisos, sostengan a los débiles y tengan paciencia con todos”

B. Nos hace fuertes: La experiencia nos demuestra que la unión hace la fuerza.

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