CUMPLIENDO EL LLAMADO DE DIOS EN NUESTRA VIDA

CUMPLIENDO EL LLAMADO DE DIOS EN NUESTRA VIDA

INTRODUCCIÓN

Dios eligió a Abraham, un hombre de fe, un gran ejemplo que impacto la sociedad hasta la actualidad, su nombre no ha pasado desapercibido, las tres  religiones más reconocidas del mundo: el Judaísmo, el Islam y el Cristianismo ascienden de él. Seguramente millones de personas hemos oído hablar de Abraham más que cualquier otro personaje famoso. Me propongo investigar sobre los inicios de Abram, su historia, familia, situación económica, y el contexto histórico, así  explicar que es lo que Dios le pidió a Abram al decirle en Génesis 12:1-4 “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán”, y cumplir el llamado de Dios en nuestra vida y ministerio.

DESARROLLO

Es importante conocer primeramente un poco más de la historia de Abram antes de ser ese hombre famoso y tan reconocido. La familia de Abram moraba en Ur de los caldeos esta era una ciudad muy importante, gozaba de un buen nivel comercial con otras ciudades, Abram recibió sus estudios en esta ciudad, se dicen que todos eran idólatras porque habían dado la espalda a Dios, dando espacio a la perversión. Su padre Taré decide trasladarse con su familia a Canaán y en el camino hacen de Harán su lugar de residencia (Génesis 11:31). Según referencias se dice que Abram era un hombre de considerables riquezas y gozaba de prestigio, que tenía intereses mercantiles. Al morir su Padre Taré (Génesis 11:32) seguramente su padre dejo herencia a su hijo Abraham ya que esto era una costumbre en este tiempo. Así conocemos más detalles de cuál era la condición de Abram antes de ser Abraham, sus comodidades, seguramente no tenía necesidades materiales, gozaba de buena salud.

Pero algo importante estaba por pasar en la vida de Abram y Dios lo toma en cuanta, lo escoge, Dios tenía un propósito especial con su vida y Dios le llamó a abandonar sus comodidades y la seguridad que tenía en ese momento, y le dice Jehová “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre a la tierra que te mostrare”, analicemos antes la palabra “vete”         que en hebreo es “Lej leja” que quiere decir traducido “vete de ti mismo”, Dios le estaba diciendo que debía irse de todo lo conocido y familiar. Seguramente no fue nada fácil para Abram cumplir con la orden de Dios, no solo porque le estaba diciendo que deje todo el fruto de su esfuerzo, amistades, familia, más aun con la edad que Abram tenía el momento que Dios le llama, pues ya tenía setenta y cinco años, quizá ya no gozaba con la misma fuerza y vitalidad de un joven, seguramente eso pensaríamos nosotros si Dios nos llamase a esa edad. A Abram Dios le llama para que cumpla con un propósito y muchas veces nosotros tenemos un llamado de Dios siendo jóvenes y podemos cuestionar a Dios diciendo somos jóvenes aun o si nuestra edad es avanzada pensar que ya nuestros tiempo ha pasado,  no queremos ni salir de nuestra zona de confort, la comodidad nos ha impedido cumplir el llamado de Dios. Dios ya eligió a Abram, podía quizá haberlo hecho a menos edad, pero Dios sabe cómo haces las cosas a su tiempo perfecto y este fue a la edad de setenta y cinco años cuando más cómodo estaba, cuando ya se había acostumbrado a su estilo de vida durante su vejez y Dios le dice deja todo que te daré nuevos retos y empezarás de nuevo.

Seguramente Abram estaba confundido por lo que Dios le estaba pidiendo que deje todo, pero Abram tuvo fe en Dios que si Él lo llamo y le estaba dando una orden era para algo mejor. Muchas veces cuando Dios nos llama para que hagamos algo en específico lo primero que hacemos es vacilar y pensar si será de Dios, pero Abram no vaciló e hizo la voluntad de Dios, no tuvo miedo, su fe estuvo firme en todo momento. Esto es impactante ya que muchas veces como hijos de Dios le pedimos que queremos hacer su voluntad y Dios siempre está llamándonos y todo es pretexto para no cumplirla, el miedo, la falta de fe para emprender, creo que sería tan difícil para nosotros de un día a otro dejar trabajos seguros para hacer la obra de Dios.

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