Comienzo De La Era Cristiana
yanettperez11 de Septiembre de 2014
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Comienzo De la Era Cristiana
*El Judaísmo
El cristianismo, nacido del seno del judaísmo hace ya casi dos mil años, siguió desde muy pronto su camino peculiar, mientras el judaísmo continuaba su propia senda. Durante siglos se dieron entre uno y otras relaciones tormentosas, discusiones y acusaciones mutuas.
La palabra judaísmo se refiere a la religión, la tradición y la cultura del pueblo Judío. Es la más antigua de las tres religiones monoteístas más difundidas (junto con el cristianismo y el islam), conocidas también como «religiones del libro» o «abrahámicas», y la menor de ellas en número de fieles. Del judaísmo se desglosaron, históricamente, las otras dos religiones.
Aunque no existe un cuerpo único que sistematice y fije el contenido dogmático del judaísmo, su práctica se basa en las enseñanzas de la Torá, también llamada Pentateuco, compuesto, como su nombre lo indica, por cinco libros. La Torá o el Pentateuco, a su vez, es uno de los tres libros que conforman el Tanaj (o Antiguo Testamento, según el cristianismo), a los que se atribuye inspiración divina.
Juega también un papel importante, en la práctica religiosa, la tradición oral. Según las creencias, fue entregada a Moisés junto con la Torah y conservada desde su época y la de los profetas. La tradición oral rige la interpretación del texto bíblico, la codificación y el comentario. Esta tradición oral fue transcrita, dando nacimiento a la Mishná, que posteriormente sería la base del Talmud y de un enorme cuerpo exegético, que se desarrolla hasta el día de hoy por los estudiosos. El compendio de las leyes extraídas de estos textos forman la denominada Ley Judía o Halajá.
El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un Dios omnisciente, omnipotente y providente, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los Diez Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y cuarto de la Torá.
Consecuentemente, las normas derivadas de tales textos y de la tradición oral constituyen la guía de vida de los judíos, aunque la observancia de las mismas varía mucho de unos grupos a otros.
Otra de las características del judaísmo, que lo diferencia de las otras religiones monoteístas, radica en que se considera no sólo como una religión, sino también como una tradición y una cultura. Las otras religiones trascienden varias naciones y culturas, mientras que el judaísmo se considera la religión y la cultura concebida para un pueblo específico. El judaísmo no exige de los no judíos unirse al pueblo judío ni adoptar su religión, aunque los conversos son reconocidos como judíos en todo el sentido de la palabra. Asimismo el judío ha sido comisionado por sus escrituras a ser "luz a las naciones" y propagar el Monoteísmo Ético por todo el mundo. La religión, la cultura y el pueblo judío pueden considerarse conceptos separados, pero están estrechamente interrelacionados. La tradición y la cultura judía son muy diversas y heterogéneas, ya que se desarrollaron de modos distintos en las diferentes comunidades, y cada comunidad local incorporó elementos culturales de los distintos países en los que vivieron los judíos a partir de la dispersión
*Punto de partida del cristianismo
Los romanos contaban los años desde la fundación de Roma, es decir, "ab urbe condita", abreviadamente "a.u.c". A partir del año 607, y con el impulso del papa Bonifacio IV, el origen de la escala pasó a ser el nacimiento de Cristo. Un monje rumano, Dionisio el Exiguo, matemático, basándose en la Biblia y otras fuentes históricas, entre los años 526 y 530, fechó el nacimiento de Cristo el día 25 de diciembre del año 753 a.u.c. Dicho año pasó a ser el año 1 A. D., Anno Domini, año 1 del Señor, pero los años anteriores a éste seguían siendo años a.u.c. Finalmente en el siglo XVII se nombran los años anteriores al 1 A. D. como años antes de Cristo, a. C., y los posteriores son años después de Cristo, d. C..
Sin embargo, Dionisio el Exiguo cometió un error de cálculo, y hoy en día es aceptado que Cristo debió nacer cerca del 6 a.C., ya que el rey Herodes murió el 4 a.C. y fue el el que ordenó la matanza de los inocentes al enterarse del nacimiento de Cristo.
*Olvision interna del Judaísmo
Una importancia decisiva para la difusión del cristianismo tuvo la diáspora judía. Desde el siglo VIII a.C., el judaísmo se había difundido en Asia Menor y mundo mediterráneo. Los grandes centros culturales helenísticos ejercieron una especial fuerza de atracción: importantes colonias judías se encontraban en Antioquía, Roma y Alejandría. La característica más llamativa era el profundo sentimiento de pertenencia al grupo, con su propia organización, cuyo centro era la sinagoga, con un archisinagogo para el culto, y el consejo de ancianos para cuestiones civiles. El principal ligamen era su fe religiosa, que hizo que no quedaran confundidos en el paganismo circundante. La comunidad judía conseguía privilegios y excepciones, que daban ventaja al desarrollo de su religiosidad, de sus particularidades y de su economía. En general, pertenecían a la clase media: agricultores, tejedores, banqueros...
Los Judíos de la diáspora, abandonaban la lengua materna, adoptaba la koiné, que se introdujo en el culto sinagogal: el judaísmo egipcio tradujo al griego el Antiguo Testamento (=la llamada "Versión de los LXX"), que será adoptada como traducción oficial de la Biblia en toda la diáspora. Así, el judaísmo fue expuesto al influjo cultural del helenismo. Este influjo es sensible, sobre todo en el centro intelectual de la diáspora: Alejandría, patria del judío Filón (+ h. 40 d.C.), cuya vasta producción literaria es un eco de las polémicas que el mundo intelectual helenístico podía provocar en un judío culto. Así, nace una lectura de la Biblia judía, descubriendo un sentido más profundo y escondido en ella, sirviéndose de la filosofía platónica para su análisis.
El judío de la diáspora mantenía un fuerte lazo de unión ideal y objetivo con la patria palestina: Jerusalén y el Templo estaban en el centro de este sentimiento de unión. Así, cada año ofrecía un tributo financiero al Templo, y su más vivo deseo era peregrinar allí por Pascua. La otra característica de la fidelidad a la religión de los padres, fue el estrecho ligamen entre la comunidad, con exclusión del resto de la población, hecho que influyó mucho en los frecuentes brotes de antisemitismo. El judaísmo de la diáspora produjo una literatura propagandística de su conciencia de pueblo elegido: La carta de Aristea, Oracula Sibyllina y Contra Apión, de Flavio Josefo, de naturaleza apologética, son los escritos más notables. Ello trajo consigo que muchos paganos entraran en relación directa y estrecha con el judaísmo: prosélitos (=que asumían la religión judía completamente) y los temerosos de Dios (acogían diversas prácticas y creencias judías, menos la circuncisión).
La diáspora tuvo una gran importancia para la primera misión cristiana: Le aportó la LXX, que será la Biblia del joven cristianismo; las sinagogas serán el punto de partida de la predicación, encontrando "prosélitos" y "temerosos de Dios" abiertos a su mensaje, hecho que fue causa de enfrentamiento entre judaísmo y cristianismo.
La Carta de Aristeas es el primero de los intentos de conferir un carácter sagrado a la versión. La traducción de los LXX, de diversos traductores y períodos, subraya la fe monoteísta y la trascendencia divina; pero también un concepto de la religión como observancia legal. El judaísmo posterior se distanció de esta traducción porque :1) no encajaba con el estrechamiento de sus criterios bíblicos y 2) por el uso que hacían de ella los cristianos.
Algunas colonias Judías contaron con una organización jurídica peculiar como políteuma, sin integración en la pólis griega. Es el caso de Alejandría, el foco más activo de la diáspora judía. No faltaron tensiones, que se acentuaron con violencia en el s. I, entre la población judía y la de origen o cultura griega, como las que tuvieron lugar bajo el gobernador Flaco, en tiempos de Calígula, y a raíz de la primera guerra judía. El políteuma judío alejandrino quedó aniquilado por su sublevación en tiempos de Trajano. También tuvo importancia numérica, social e intelectual el políteuma judío de Cirenaica (donde al concluir la primera guerra judía hubo un intento de sublevación zelota), que participó en la gran rebelión bajo Trajano.
En Roma mismo la colonia judía había engrosado repetidas veces por la llegada de cautivos judíos. Aunque contó con el apoyo de César, reiteradas turbulencias le acarrearon medidas represivas. Entre otras la de Claudio para acabar con los tumultos. Cuando san Pablo escribe Romanos ya había en la ciudad un comunidad cristiana notable,
En ciudades de Grecia había también asentamientos judíos, que sirvieron de anclaje a la misión paulina. Corinto fue la primera de sus bases misioneras. Pablo era un judío de Tarso de Cilicia. En su viaje con Bernabé, ya predicó a judíos en diversas regiones de Asia Menor. Hizo de Éfeso su base en su segundo viaje como líder de la misión.
Los judíos de Siria se mantenían en contacto con los de Palestina y Babilonia, Antioquía y Damasco fueron importantes centros judíos, que tuvieron que sufrir también las repercusiones de la primera guerra judía. Antioquía fue, después de Jerusalén, el primer gran foco de expansión cristiana. Palestina era el solar de Israel, pero tenía población
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