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Coran- Religion


Enviado por   •  21 de Julio de 2014  •  2.689 Palabras (11 Páginas)  •  215 Visitas

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• Origen del Islam.

La palabra Islam significa sumisión o entrega incondicional a Dios. Corresponde a la religión monoteísta revelada por Dios a Mahoma, su enviado. El Islam nace en el S. VII en la actual Arabia Saudí, región desértica donde abundan las caravanas de camellos y familias de comerciantes que trabajan en los oasis. Estos comerciantes están organizados en clanes y tribus y entre ellos lo importante es el honor por el se llega a matar, pero todavía no se mata por la religión pues ésta convive con las supersticiones todavía. Hay cristianos, judíos, pero la mayoría adora a numerosos dioses y diosas.

Pero en este ambiente Mahoma empieza a predicar. Nace en el año 570 (¿ó 571?) en La Meca. Pronto quedó sin padres y sin abuelos por lo que es recogido por un tío paterno. Trabajará con una rica viuda mayor que él con la que contraerá matrimonio, pero no tendrá hijos varones.

A los cuarenta años, la personalidad de Mahoma se transforma extraordinariamente. Siente cada vez más la necesidad de estar solo. En una caverna, el arcángel Gabriel le anuncia que ha sido elegido para ser el profeta de Alá. Pero raros son los quem al principio, creen su misión. Los miembros de su clan y de su tribu no quieren convertirse. Mientras su tío sea jefe del clan, Mahoma no correrá peligro, pero al morir su mujer y su tío queda sin protector. Cualquiera puede matar a Mahoma sin arriesgar la venganza de su familia. La huida es la única solución.

Se alía con habitantes de Yatrib, oasis situado cerca de La Meca. En el año 622, Mahoma y sus discípulos abandonan La Meca. Este exilio toma el nombre de hégira. Pero es más que un exilio. Es una ruptura y el advenimiento de una nueva era. El calendario partirá de esa fecha y, además, Yatrib tomará el nombre de Medina. El profeta va entonces a transformarse es un verdadero jefe político y militar, que combatirá militarmente a los habitantes de La Meca y los vencerá. Regresa como un triunfador en el año 630, a La Meca, su ciudad natal, para entrar en el santuario de la Kaaba a destruir sus ídolos.

Será en Medina donde se revele la dimensión política del Islam. Mahoma, en Medina, liga la política a la religión. Pero no se trata de una religión libresca. Dios mismo aconseja al profeta, le anima y le aprueba o reprime. Mahoma es la voz de este Dios que todo lo ve. Así Dios intervendrá en las batalles. Se aprueba la decisión de Mahoma de cambiar la dirección de la oración. Se expulsa a dos tribus judías de Medina y se somete a una matanza de la tercera. En el año 632, se muere en la Medina que le había hecho de jefe político.

Después de la muerte del profeta los diálogos con Dios cesan. Los sucesores de Mahoma no recibirán ya la revelación. Pero la revelación será utilizada para justificar un orden político, del mismo modo que se utilizará el ejemplo del Profeta.

El Califa, sustituto del profeta en este mundo, es el que está designado para ponerse al frente de la comunidad de los creyentes. Todos los sabios de Islam están de acuerdo en la necesidad de un poder legal y unitario.

3. El Corán. Fundamentos para la conducta religiosa y social.

Muerto Mahoma, dejaba la Palabra que Dios le había transmitido. Muy pronto esta Palabra de Dios se ha transformado en Libro. Este libro es el Corán.

Así, la revelación divina se recoge en el Corán, un auténtico código religioso y social, base primera y fundamental de la ley islámica y texto sagrado por excelencia.

Ante la evolución que, a los pocos años de su nacimiento, sufrió la comunidad islámica, fue preciso recurrir a otras fuentes. Se atendió entonces a las costumbres, hechos y dichos de Profeta o de sus compañeros, estableciéndose un conjunto de tradiciones o hadiz que sirvieran de base a la jurídica. Se fijó así la segunda fuente de la ley, la SUNNA (o Azora) palabra que significa conducta, manera obrar y que se refiere fundamentalmente a la actuación del Profeta.

El texto del Corán no fue establecido en vida de Mahoma. En su tiempo sólo algunas de sus compañeros transcribieron, en trozos de cuero y huesos, fragmentos de la revelación. El conocimiento que todas los creyentes tenían de la misma había hecho innecesaria su recopilación. Hasta el año 11 de la Hégira no se hizo una primera redacción completa. Casi al mismo tiempo se efectuaron otras cuatro recopilaciones, que presentaban divergencias entre sí, por lo que surgieron divisiones entre los creyentes. Se decidió entonces reunir una comisión que estableciera el texto oficial del Corán. A mediados del S.VII, quedó ya fijado en ciento catorce azoras, compuestas por un número variable de versículos. A pesar de sus deficiencias y de los motivos de discusión que suscitó, esta redacción fue admitida unánimemente por todos las musulmanes.

Un problema hasta cierto punto similar se suscitó en torno a los hadices, o dichos del Profeta y de sus compañeros. Las primeras recopilaciones ofrecían un número tan elevado de ellos, que fue necesaria su revisión y clasificación. Esta operación fue realizada en el S.IX, fundamentalmente por autores persas. Dichos autores, además de clasificarlos por materias y de ordenarlos cronológicamente, eliminaron todo aquello que estimaron apócrifo. Pero, de todas formas, esta tradición no puede, de ninguna manera, suplantar al Corán, ya que no se trata de una escritura inspirada, sino de la palabra literal de Dios, hecha presente en el mundo mediante su profeta Mahoma.

Esto mismo es lo que lleva a considerar al Corán como un libro sagrado e intocable en su contenido. Los musulmanes creen que es una obra divina y que está en el cielo en su materialidad para que Dios lo consulte. Esta creencia es primitiva, pero ha persistido. El propio libro es en sí un misterio de fe, al creyente se le pide no sólo creer en Dios sino también en el Corán como libro en estado palpable.

El Corán, a partir de estos momentos, se convertirá en la base principal no sólo de la religión sino también de la sociedad y la política de los países islámicos. Así, impregnará la vida cotidiana del musulmán para el que será imprescindible, puesto que no es únicamente su guía espiritual sino que también le impondrá el comportamiento que debe seguir en su vida pública. La importancia del Corán dentro de la vida del musulmán supera todos los límites debido a que no es el libro donde Mahoma expone lo que quiere, no representa los mandatos de éste, sino los del propio Dios.

A lo largo de todos los tiempos Alá, como prueba de amor a los hombres, para guiarlos, ha escogido de entre ellos a una serie de profetas (Abraham, Ismael, Moisés, Jesús y Mahoma) que condujera a los hombres hacia la salvación y el paraíso. Esta cadena de profetas

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