Creer en Dios

     Si alguien me pregunta  ¿crees en Dios?    Pues sí creo en Dios, en el Dios de la Biblia; en un Dios eterno, todopoderoso, creador del  universo y de mi mundo, creador de la vida y como creador mi Padre amante, y como me ama me ha dado la libertad de tomar mis propias decisiones. Yo decido qué camino tomar, o sus consejos registrados en la Biblia o mis propias razonamientos, El no me obliga, la decisión la tomo yo.

     Sí creo en un Dios que me llama a seguir sus consejos para que me vaya bien, para hacer el bien a los demás, pero sobre todo revelando en mi vida el amor Divino y yo mismo sea feliz.

     Sí creo en un dios que ama a todos sus hijos, hemos recibido la vida por El con un propósito; hacer de este mundo un lugar digno de ser vivido, a través del amor a la naturaleza que El ha creado y a los seres humanos que fuimos hechos a su semejanza.

     Sí creo en un Dios que nos ha predestinado a vivir eternamente con El en un mundo perfecto, donde será nuestro único líder y consejero; pero hay una cosa que Dios todopoderoso no puede hacer, “es obligarte a seguir sus ideas”. Por ello aunque fuiste creado para salvación, solo depende de ti, es nuestra la decisión. El no ha creado ningún purgatorio donde vengara a los desobedientes, a las ofensas las olvida para siempre con solo reconocer el error y enmendar tu camino, para ello pedimos su ayuda El nos escucha y responde. Pero si te parece que vivir eternamente, escuchando, alabando y siguiendo las enseñanzas de Dios eternamente te resultan tediosas, entonces tendrás que encontrar esperanza en algún político, filósofo o pensador más moderno que nuestra milenaria biblia.

     Pero yo sí creo que mi Dios me ha preparado un lugar para vivir eternamente con El, del cual soy ciudadano por elección propia, y que en este mundo solo estoy de paso como extranjero, con una misión que es contarte a ti que hay un lugar para todos los que quieran estar allí. Por lo demás no creemos en un infierno eterno, el infierno es este mundo donde reinan los enemigos de Dios. Si tú no quieres por voluntad propia vivir en el reino de Dios, no estarás allí, ni en ninguna parte, todo se acabara con la muerte eterna. De eso se trata, del justo amor de Dios, no te obligara a vivir eternamente en un mundo que no se adecua a tus expectativas.

     Sí creo en un Dios que no gusta del sufrimiento de sus hijos, esto es el resultado de un enemigo que por su orgullo y ambiciones personales, ha decidido destruir todo lo bueno que Dios ha creado y quiere obligarte  a ti que sigas sus ideas de rebeldía y acusar a Dios por el mar existente. [Si en el mundo hay melenudos no es por falta de peluqueros, sino porque no acuden a ellos] si en el mundo hay angustia no es por falta de Dios, sino porque no se acude a Él. Seguiremos por el momento aquí con nuestros problemas, pero tendremos a quien recurrir en nuestras aflicciones, no nos dará miedo la muerte, porque sabemos, que nos espera después, por eso decimos, “lo mejor está por venir”.

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