ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ECONOMIA


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2015  •  Apuntes  •  2.238 Palabras (9 Páginas)  •  120 Visitas

Página 1 de 9

Los científicos sociales y en especial los historiadores deben entender que las fuerzas militares han sido creadas y consolidadas en la historia y que han sido influenciadas por la sociedad y que a su vez influyen sobre esta, según Francisco Leal señala que en los últimos años el interés por temas de seguridad, de defensa y de las fuerzas militares se ha evidenciado como de moda, mientras que en su estudio y sistemático en la historia ha sido de poco interés en el medio académico.

Para el año 2004 se crea el grupo de investigación “ relaciones internacionales y fuerzas armadas” la cual se dedica al estudio de la institución militar desde una perspectiva histórica tanto a nivel nacional e internacional con el fin de aportar en el mediano y largo plazo una construcción de conocimiento científico en las ciencias sociales basado en un trabajo interdisciplinario. Con el XIII congreso colombiano de historia realizado en  el año 2006 en la ciudad de Bucaramanga permitió ver el interés por el tema de las fuerzas militares en el medio académico nacional y lo susceptible e importante de su estudio histórico para un país como Colombia. El texto se compone de cuatro secciones que muestran el avance de las fuerzas armadas en el escenario local.

En la sección de “arquetipos y vida cotidiana” los autores abordan la institución militar en su cotidianidad, brindando reflexiones e interpretaciones  desde una perspectiva antropológica  parte de un modelo patriarcal de la sociedad contemporánea para establecer una pirámide social en la cual la sociedad y la nación son representados como padre y madre que deben de estar salvaguardadas por la institución militar, el orden, la moral y las buenas costumbres.

La segunda sección de “fuero y política militar en la nueva granada” muestra a una institución militar antes y después de la independencia de la Nueva Granada, existen artículos que se caracterizan por polemizar y presentar perspectivas históricas interesantes por medio de detallados análisis empíricos sobre el papel de los militares entre 1790 y 1857 siendo un periodo importante para entender el inicio y el total rompimiento del fuero militar con la metrópoli española.

La tercera sección “los vaivenes de la profesionalización” se analiza los intentos de profesionalizar el ejército en el escenario colombiano entre mediados del siglo XIX hasta comienzos del siglo XX recurriendo en algunos casos a instrucción extranjera o implementando escuelas de formación militar local.

La cuarta sección “conflicto armado y fuerzas militares” se estudian las fuerzas militares durante el siglo XX abarcando asuntos tales como su lenta profesionalización y con los de la inmersión en la lucha contrainsurgente  así como temas relativos a la seguridad y defensa.  

La historiografía sobre las Fuerzas Armadas en Colombia  y al tratar incluir al Ejército Libertador en su árbol genealógico, diversos autores ubican allí las primeras huellas del Ejército Nacional. Pero es claro que, luego del primer levantamiento de las escasas tropas del General José María Melo en 1854, la herencia del Ejército Bolivariano desapareció con el beneplácito de las élites civiles La partida de defunción del ejército central era una necesidad para el nacimiento del federalismo y la seguridad de las élites regionales. Se dio paso, entonces, a los ejércitos particulares, a las montoneras construidas por caciques y propietarios.

A diferencia de otros países latinoamericanos, en Colombia no hubo gobernantes que se eternizaran en el poder, y sólo tres alzamientos culminaron con la victoria de los corruptos. No obstante, la violencia política se expresa en nueve grandes guerras civiles, repetidas revueltas regionales y múltiples enfrentamientos entre pequeñas ciudades. Las guerras del Coronel Buendía, las de aquel a quien nadie escribía, y las del patriarca, se convirtieron en la mejor forma de hacer política, los jefes de partido eran también generales. Uribe, soldado raso herido en la batalla de Los Chancos (1875), sería 25 años más tarde el jefe de los liberales, por su parte Rafael Reyes, de pudiente familia pero desconocido vencedor de los radicales en 1885, sería presidente en 1905. El poder de cada partido residía en el vigor de sus ejércitos de reserva. Las fronteras entre la Constitución y las armas, la idea de un carácter nacional para el Ejército y la Policía en Colombia reaparecieron con claridad durante el gobierno de Rafael Núñez, con el concepto de tener sólo una fuerza armada de tal índole podría hacer frente a los enemigos de la paz del país y se dio inicio a la carrera militar y su historia. Se recuerda, en este ámbito, la célebre fórmula de Tocqueville según la cual, sin olvidar el análisis de la institución militar en sí misma, es necesario examinar la relación entre el tipo específico de las Fuerzas Armadas y el tipo de régimen social y político al cual ellas corresponden.

LOS PRIMEROS AÑOS: ¿CUÁL EJÉRCITO?

Para el proyecto regenerador de Núñez, la construcción de un órgano político interno y de un Estado Nacional, exigían el desmonte de los cuerpos armados regionales y la conformación de un Ejército Nacional que actuase como base armada legítima de las decisiones del Estado: «No hay otra política de paz que la fuerza»...«Si hay mucho ejército, hay mucha paz» decía Núñez. La propuesta de Núñez empezó a tomar forma en 1891 cuando el designado Carlos Holguín creó la Academia Militar bajo la dirección del coronel norteamericano Henrique Lemly y contrató al oficial de policía francés, Marcelino Gilibert, para organizar el cuerpo de gendarmería. Ambos intentos, continuados por esfuerzos de Miguel Antonio Caro en 1896 y por Manuel Antonio Sanclemente en 1899, fracasaron bajo la presión de las confrontaciones políticas. A finales del siglo XIX y poco antes de la «Guerra de los Mil Días», el panorama del Ejército central era deplorable.

Un ejército así formado, resultaba muy efectivo e impresionante en las procesiones de Semana Santa, pero pésimo en las acciones de guerra. El conflicto de los Mil días afectó en forma definitiva los propósitos de un Ejército Nacional. Los civiles ocuparon una vez más el lugar de los uniformados y los grados se obtuvieron en el directorio político o en el campo de batalla. Las armas se diseminaron. Sólo hasta 1905, obtenida la paz, Rafael Reyes tuvo la oportunidad de pensar nuevamente en la centralización y modernización del Estado. Entonces, la profesionalización militar se consideró requisito fundamental para la estabilidad interna.

Volvieron las misiones; esta vez chilenas pero formadas en academias prusianas. Empezaron a funcionar las Escuelas de la Misión Chilena encabezada por Francisco Javier Díaz y Pedro Charpin Rival (1909-1911), quienes tenían claro el modelo de un Ejército profesional al que aspiraba la élite civil del llamado Partido Republicano, dominante en la primera década del siglo XX en Colombia. Los ideales y propósitos de misiones, códigos y discursos fueron opacados por las prácticas sociales y partidistas. La cantidad de armas entregadas y decomisadas fue abundante. Sin embargo, muchos dirigentes y patrones regionales no renunciaron a sus arsenales. Desconfiaban de la paz y no aceptaban entregar el instrumento que les había garantizado el ejercicio de la política en el siglo XIX. Así mismo, los viejos comandantes cuyos grados habían sido adquiridos en las guerras se rebelaron contra el deseo de instrucción y capacitación militar: no estaban dispuestos a someterse al estudio y no permitirían, de ninguna manera, la superioridad y calidad de oficial adquirida por jóvenes en las sillas de una academia. Las guarniciones se trasladaban de un lugar a otro, se llamaba a calificar servicios sin justa causa y se buscaba el retiro de jóvenes que empezaban en la carrera militar o se oponían con ardor a una formación basada en el orden interno.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.3 Kb)   pdf (102.9 Kb)   docx (16.3 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com