EL BEBÉ NO ES EL CULPABLE Y SIN EMBARGO ES CONDENADO A MORIR

EL BEBÉ NO ES EL CULPABLE Y SIN EMBARGO ES CONDENADO A MORIR

El problema del aborto ha llegado a ser en casi todas partes del mundo, tema de discusiones. Estos debates serían menos graves si no se tratara de la vida humana, valor primordial que es necesario proteger y promover. Cuando se afirma la vida de otros es que cada quien percibe la propia en toda su grandeza y con una conducta coherente a su convicción. Lo primero que cada uno puede y debe hacer para afirmar la vida es vivir con la conciencia de su dignidad.

La palabra aborto viene del latín aboriri abortus, que significa no conocido, no llegar a vivir. Hablando en caso de pérdida por naturaleza de un niño en el vientre materno (aborto natural), es conveniente venir al concepto de la religión, pues Dios es Quien concede los hijos y Quien infunde el alma en el cuerpo humano, así, de otra manera se justifica como infanticidio (aborto inducido). Científicos afirman que un feto no tiene alma hasta sus 40 – 80 días de gestación, pero son argumentos sin demostración, es decir, no válidos.

Por otra parte, si se habla de un aborto voluntario, existen defensores que tratan de evadir su naturaleza criminal con conceptos como ”interrupción voluntaria del embarazo” y “derecho a decidir”, siendo que en la mayoría de casos la mujer es quien “decide” si desea o no tener a su hijo bajo las condiciones en que se encuentre, pero el solo hecho de que un ser humano sea mujer (u hombre) no implica automáticamente que goza de la sabiduría para tomar decisiones MORALES CORRECTAS.

Se puede estar hablando de dos vidas en peligro, ya que el número de mujeres que mueren a causa del aborto anualmente es 68.000, lo que equivale al 13% de la mortalidad materna siendo el aborto inseguro en América Latina, el responsable del 17 % de las muertes maternas. Inclusive, los anticonceptivos suelen también ser abortivos por sus efectos secundarios e imposibilidad de la mujer de mantener su vientre apto para el estado de embarazo.

Además, partiendo de las causas de la concepción, de los 210 millones de embarazos anuales, 80 millones son no planeados, es decir 2 de cada 5 embarazos. ¿Es razonable pensar que un día la vida y la dignidad humanas se respetarán desde la concepción hasta la muerte?; en pocas palabras la vida humana no está en manos de sí mismo, sino del Dios creador, llegando al punto de que al despreciar el valor moral del dolor y del sacrificio que es concedido a cada quien, el rechazo a la vida de un niño indefenso e inocente, no debe justificar cualquier intento de acabar con lo que se cree que son sus causas, entendidas la mayoría de las veces a que “los nuevos hijos pueden complicar la vida o disminuir el bienestar de la familia”.

Es cuestión de poner sentido común, haciendo mención a un aporte a la moral en la Biblia que pronuncia: "Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que arrastrados por sus propias pasiones, se harán

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