ETIOLOGIA DE LA RELIGION

ETIOLOGÍA DE LA RELIGIÓN

La religión es uno de los pilares sociales más debatido no solo en la actualidad sino a lo largo de la historia, y uno de los aspectos más delicados a la hora de intentar establecer una conclusión definitiva o una postura absoluta. Intentare establecer, a continuación, de manera objetiva la verdadera esencia y objeto de la religión, y el papel que esta desempeña en la cultura. Para esto es necesario identificar las funciones que cumple un ser omnipotente en la vida anímica, moral y axiológica de todo individuo, planteando las posturas de grandes pensadores modernos y contemporáneos como Freud, Marx y Feuerbach, resaltando además las diferentes maneras en que cada uno concibe el fenómeno religioso.

El único objetivo al que encamina este ensayo es identificar el papel que desempeña la religión en la sociedad y la función que cumple Dios en esta misma.

Para entender el fenómeno religioso es necesario comprender su origen, es decir, como, cuando y de qué manera se presentó dicho fenómeno en el hombre, y que gano este último al adecuarlo en su vida cotidiana. Inicialmente el hombre se encontró en la etapa del TABU, en la que temía a todo lo desconocido y por tanto huía de ello; posteriormente el hombre intento ser intermediario entre Dios y su destino, anhelando obtener el poder del bien y del mal mediante la magia. Es aquí, donde aparece la religión, término al cual se le atribuyen diferentes significados debido a su naturaleza misma; pero tal vez uno de los más acertados es la del sociólogo G. Lenski quien afirma:

La religión es un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos.

La existencia de Dios y todo lo que se le atribuye a él, si bien no es fácil demostrar, tampoco lo es negar; debido a esto, una idea de tan manga complejidad como lo es una divinidad debe analizarse objetivamente, y si es imposible demostrar algo a favor o en contra de ella, pienso que la solución está en buscar su origen, y la manera en que tan basta idea apropio un significado tan estructurado, de manera que no pueda ser negado ni comprobado. Es importante aclarar que la idea de Dios, es eso mismo: una idea; y de no haber existido el ser humano, no habría algo capaz de formar dicha idea y por tanto su significado, complejidad y origen estarían limitados a la raza humana.

Conociendo previamente los antecedentes de la religión, es importante ahora plasmar el aspecto etiológico de la religión misma. Desde mi perspectiva, en la antigüedad el conocimiento era limitado y por tanto el ser humano desconocía el origen de muchos de los fenómenos naturales que ahora entendemos gracias a la ciencia, de esta forma, la religión daba respuesta y asombro sobre lo que sucedía a nuestro alrededor y apareció casi de manera prevista y calculada algo que nos daba tranquilidad y confianza respecto a lo que sucedía, dando así gran trascendencia y habilidad de propagación al fenómeno religioso, pues como afirmo Schopenhauer “Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar”, y se refiere con esto al gran éxito que alcanza la religión brindándonos herramientas que nos permitan conocer el mundo y dándonos razón de lo que sucede en él. Además de haber estado inmersos en una era de ignorancia sobre lo que nos rodeaba, nuestra curiosidad exigía una explicación a todo aquello que veíamos y el hombre comenzó atribuir a seres sobrenaturales el origen de dichos fenómenos, y debido a no poderlos controlar se atribuyeron a dichos seres características superiores a las humanas. Es allí donde nace Dios, pues de cualquier forma fue quien dio la explicación a todo lo desconocido y al ser esta divinidad superior a nosotros, nuestro destino estaba en manos suyas para bien o para mal, de allí el adorarle o temerle. Con el paso del tiempo Dios se convirtió en la respuesta a lo desconocido y se reflejaron en él las características que permitieran satisfacer nuestros caprichos o deseos como especie.

Posterior a la aparición de la religión, se creía que la única forma de entender nuestro alrededor era a través de la fe, puesto que Dios era la causa y motivo de todo. Santo Tomas de Aquino fue el primero en rechazar esta teoría afirmando que la verdad puede ser conocida mediante la fe y la razón, rompiendo la dependencia de la razón por parte de la fe. Fue hasta este momento en que se pensó en separar la razón y la fe, dando muestras de que esta última por si misma era incapaz de satisfacer la insaciable curiosidad humana, estableciendo de esta forma, la oportunidad de entender la realidad por parte de la ciencia. Tiempo después, con el campo de la ciencia un poco despejado, y la posibilidad de orientar el pensamiento hacia cualquier dirección, se realiza tal vez la primera crítica de la religión por parte de I. Kant, y posterior a él, grandes pensadores como Marx, Nietzsche y Freud aportaron grandes teorías a la misma. Pero ¿Cuál fue la razón de que la crítica de la religión solo apareciera notablemente hasta el siglo XIX? Es exactamente la naturaleza misma de la religión, la que impedía ser negada, contradicha, o siquiera cuestionada por quienes vislumbraban una posibilidad de conocimiento ajena a la fe; y después de largos siglos se logró percibir la eficacia de la religión misma, el meollo de tan compleja estructura y él porque de su imposible

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