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El Hijo Prodigo


Enviado por   •  19 de Agosto de 2013  •  2.247 Palabras (9 Páginas)  •  722 Visitas

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EL HIJO PRODIGO

Tienes un corazón de pródigo? La parábola del hijo pródigo nos enseña que si escuchamos a Dios, evitaremos la tragedia, y que si vivimos de acuerdo a sus preceptos, seremos salvados de nuestras tendencias desencaminadas.

Jesús dijo: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo…: “Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde”… No muchos días después el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada, y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre… y comenzó él a pasar necesidad. Entonces fue… a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual lo envió a su hacienda para que apacentara cerdos. Deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba” (Lucas 15:11-16). Cuando Dios dice que no, escúchale. Cuando Dios tome las riendas, dale las gracias. Es mejor estar solo y caminar con Dios que estar rodeado de los que te hacen daño.

Hijo pródigo, las cosas no van a mejorar hasta que no empieces a hacer las cosas como Dios quiere. ¿Estás dispuesto a arrepentirte y volver a casa? Jesús relata 3 parábolas en el capítulo 15 de Lucas.

En la primera, el Buen Pastor fue en busca de la oveja perdida; en la segunda, la mujer buscó la moneda de plata perdida, pero en la tercera, nadie fue a buscar al hijo perdido. ¿Por qué? Porque éste conocía el camino de vuelta; aunque no decidió regresar hasta que “recapacitó”. El hijo rebelde que se fue de casa diciendo: ‘Dame’, se humilló y volvió diciendo: ‘Perdóname’. Cuando lo hizo, su padre lo abrazó y lo aceptó de nuevo: “...Este mi hijo… se había perdido y es hallado…” (Lucas 15:24). Hoy, tu Padre Celestial te está esperando para darte una gran bienvenida.

Y LA GRAN LECCIÓN DEL HIJO PRÓDIGO

La Biblia dice, “Y cuando aún estaba lejos [el hijo pródigo], lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” (Lucas 15:20)

Yo creo que el hijo pródigo volvió a casa por lo que había vivido con su padre. Este joven conocía el carácter de su progenitor – aparentemente había recibido gran amor de su parte. Él debió haber sabido que si regresaba, no sería condenado por sus pecados ni les serían echados en cara.

Observe cómo el padre del hijo pródigo lo recibió en su lamentable estado. El joven tenía la intención de ofrecerle una explicación. Pero cuando él vio a su padre, no tuvo la oportunidad de hacerlo por completo pues su progenitor lo interrumpió corriendo hacia él y lo abrazó.

El joven sólo pudo pronunciar el comienzo de su disculpa diciendo, “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo” (v. 21). Pero su padre no esperó a que terminara. Para él, el pecado del joven ya había sido saldado. La única respuesta del padre fue dar una orden a sus siervos: “Pónganle el mejor vestido a mi hijo y anillos en sus dedos. Preparen un festín, porque vamos a celebrar. Regocíjense todos – mi hijo está en casa.” Él conocía el corazón de su hijo. Él sabía que se había arrepentido completamente.

El pecado no representaba un problema para el padre. Lo único que había en su mente eran pensamientos de amor hacia su hijo. El padre quería que su hijo supiera que era aceptado aún antes de que él pudiese dar una explicación. Y este es el punto que Dios quiere mostrarnos a todos: Su amor es más grande que todos nuestros pecados. “Su benignidad te guía al arrepentimiento.” (Romanos 2:4)

El derecho de querer ser (Lc 5:11-32)

Todo pasó tan rápido, solo ayer era un niño con el que jugaba, hoy ha crecido, hoy ya no está a mi lado. Este mundo camina tan rápido y se presenta tan atrayente para los jóvenes de hoy, solo espero que no le pase lo que les pasa a la mayoría de ellos, quedan tan marcados y marcadas, y lo que es peor nunca se lo llegan a perdonar y mucho menos llegan creer en si mismos.

Pensé que nunca iba a llegar este momento; el hermano mayor, mi otro hijo, nunca se comporto así; sí, lo sé, son dos personas diferentes. Le había notado muy distinto, hacia unos días atrás. Sus ojos brillaban más y su mirada estaba en ciertos momentos estaba como perdida… ¿qué pensaría?, su manera de vestir era muy diferente, su manera de hablar… algo estaba por pasar, le conozco soy su padre, pero esto me lo esperaba tarde o temprano; saben hace unos días atrás era un niño.

Todavía esta en mi mente ese preciso instante, me enfrentó, como nunca antes lo había hecho, nunca le observe tan seguro para tomar una decisión, pues esta ves no había tomado mi parecer; sonreí, claro estaba creciendo.

-Quiero que me des todo lo que me pertenece-, me dijo; no le cuestioné nada, solo sonreí. Es curioso, toda mi vida le he dado todo, hasta lo que no me pidió, sí, su vida; se la doné. Pero… no titubeé, le di todo lo que el quería; qué lástima que lo único que me exigió fue material. Sí, le comprendo, esta vida de hoy es muy llamativa para los jóvenes, el mundo del tener, del querer, del poder. Tener dinero, fama, amigos, posición. Querer todo lo material que se necesite, que lástima que todo este querer sea tan pasajero. “El poder hacer con mi vida lo que me da en gana”, este fue su primer paso. Todo placer por placer. Bueno le di todo lo que me pidió.

Le vi alejarse, esta era su primera decisión, tomada libremente por él; salió alegre pues le di todo lo que me pidió, su herencia. Cuanto le dije…, cuanto le di a entender…, pero no quiso comprender, saben he perdido a mi hijo, hoy él empieza a morir, todo por respetarle ese derecho de querer ser.

¿Dónde estará?, ¿con quien andará?, ¿qué estará haciendo?, son apenas unos días, ¡cuanto me hace falta!, claro es parte de mi vida. ¿Se acordará de nosotros?

Hoy tuve noticias de él, no muy buenas, pero ¡está vivo!, me cuentan que anda con un grupo de muchachos y muchachas, por lo menos tiene amigos, eso me alegra; es muy popular, pues me cuentan que tiene muchas novias, que en sus fiestas sobra de comer y… las drogas. Hijo mío, no sabes lo que estás haciendo con tu vida, conmigo tenías libertad, pero… tienes derecho de hacer con tu vida lo que quieras.

Hoy

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