El Pecado

EL PECADO

1JUAN 3:4

Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.

¿Qué es el pecado?

El pecado es desobediencia, quebrantamiento de las leyes de Dios. Son actitudes humanas equivocadas y desviadas de su correcta intención.

Dios nos coloca una serie de normas para no equivocarnos, para no desviarnos del camino correcto, para saber que hacer ante cualquier situación. Pero a veces pensamos que es todo lo contrario que son normas impuestas para amargarnos la vida, vigilándonos para ver si las cumplimos, castigando a quien no la haga.

Sabemos que en el principio cuando Dios creó al hombre le dijo: de todo árbol del hurto podrás comer; pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Génesis 2:16-17.

Pero la serpiente fue astuta y logró convencer a Adán y Eva para que comieran del fruto prohibido, y cayeron en desobediencia, infringieron el mandato de Dios. A causa de esto fueron echados del huerto del Edén y no solo eso sino también recibieron según lo que habían hecho. Génesis 3.

En ocasiones pensamos que decir una mentira es algo normal, que no nos va a pasar nada si solo una vez no hacemos lo que nos dicen, que si tengo que hacer algo hoy y lo dejo para mañana no me van a decir nada. Todo eso es falso, nos engañamos a nosotros mismos, nos creamos ideas equivocadas que nos no llevaran a nada bueno.

Muchas veces nos pasa lo mismo que les paso a Adán y Eva, nos dicen “no hagas esto” y es lo primero que hacemos. Somos pecadores por naturaleza, nosotros como seres humanos no lo podemos evitar, porque la raíz del pecado esta en el corazón del hombre Mateo 15: 19-20. Pero la palabra nos dice que debemos ser santos en toda nuestra manera de vivir. ¿Cómo se logra eso?: respetando las leyes y estatutos que Dios nos dejo, con la oración, leyendendo y meditando en la palabra de Dios, confiando en Jesucristo, permitiendo que el espíritu santo deseche todo lo que nos contamina, conociendo nuestros propios limites y nuestras propias cualidades, evitando todo lo que nos pueda hacer caer, para eso debemos poner de nuestra parte.

Es como un drogadicto en rehabilitación, para alejarse de ese mundo primero debe reconocer que es un drogadicto, tener fuerza de voluntad y deseos de recuperarse.

El pecado esclaviza, deteriora nuestra relación con Dios y con los demás, nos vuelve egoístas, nos hace duros, indiferentes, mentirosos, nos ciega, y sobretodo no nos permite ser aquello para lo cual fuimos creados. Dios nos crea por amor, y al crearnos tiene un proyecto de felicidad para cada uno de nosotros, llamado vocación. El hombre es feliz cuando descubre y realiza su vocación.

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