El llamado y la formación del misionero

Sem. Wesley Sarracino Sagundo / 5to. Modulo en Misionología / Misionero: Mike Burnam / STPS.

LECCIÓN19: EL LLAMADO Y LA FORMACIÓN DEL MISIONERO

Hay mucho del llamado y la formación de un misionero que pasa fuera del control humano. (Salmos 139:14; Isaías 44:2).

El llamado: Es una respuesta al desafío del ministerio apostólico–el ministerio que apunta a la extensión del reino más allá́ de sus actuales fronteras geográficas, sociales y culturales (Hechos 26:16-18). El llamado requiere de una decisión seria ante el desafío misionera, un compromiso con el servicio, y el asumir la responsabilidad necesaria para avanzar la obra.

El llamado y la formación del misionero: Primero tiene que levantar el ministerio de misiones en su propia iglesia para después, poder ser encomendada por ella.

La Formación del Misionero: Las relaciones humanas o “comunidad” en la cual nos criamos influyen grandemente en nuestra formación: Nuestros padres y familia, los compañeros del barrio y del colegio, los hermanos de la iglesia (idioma, programación escolar, gobierno, instituciones públicas, etc.). Además de estos factores externos, hay factores internos como rasgos de personalidad que van más allá́ del control personal y estos también influyen en el éxito de la persona como misionero. El tema de la formación del misionero no puede evadirse de estos factores. Pero no todos lo que sienten un llamado deberían servir como misioneros y para ellos existe la realización de su llamado misionero en la movilización, la preparación de los misioneros, y la administración del ministerio.

La formación del misionero por la iglesia local: Si los líderes de una iglesia desean llevar un mayor protagonismo en el desarrollo de sus misioneros, tienen que ser intencionales en este esfuerzo. Para una formación nítidamente transcultural existen los centros de capacitación transculturales.

Guía para la capacitación en la iglesia local: El Dr. Patrick Lai: Los mejores misioneros son los que antes de ir a otro país: Son activas en la evangelización en sus propios países y entornos, trasladaran este estilo de vida a su nuevo contexto transcultural. En la práctica uno se va perfeccionando. Practican el ayuno en forma regular, lee y estudia su Biblia. Se dedican a la intercesión por y con personas, están leyendo libros por autores cristianos y escuchan mensajes grabados. Habilidades sociales también figuran como importantes; son buenos hospedadores y también les gusta visitar a sus amigos. Ganan estas destrezas sociales. Según el Dr. Lai, los misioneros más eficaces también reciben capacitación transcultural antes de su partida a otro país.

El perfil del misionero: La mayoría de las cualidades pueden desarrollarse en la iglesia local si hay interés e intencionalidad. El desafío de transformar nuestras congregaciones en semilleros de misioneros locales y globales, comienza en el pulpito con predicación que despierta vocación.

Fases de la Preparación Misionera Carlos Scott: El crecimiento espiritual más fuerte se desarrolla con el estudio de la Palabra aplicada en el ministerio.

Fase Uno: El Ser tiene que ver con la madurez de carácter, con actitudes correctas, con una vida de relación, con confiar en el Señor y con depender de Él y con la vida espiritual, el fruto del Espíritu y el devocional íntimo.

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