Ensayo De Cantos

De unos meses para acá por fin he comprendido que hay algo que jamás va a detenerse, de lo que estoy hablando es del tiempo, o te haces amigo de él para irte a su paso, o de plano te vuelves su enemiga y sólo lo ves pasar. Creo que todos hemos pensado esto, no soy la excepción.También he comprendido que hay oportunidades que sólo se tienen una vez en toda tú vida... como: Pasar tiempo con esas personas que en algún momento fueron parte de tu felicidad, o en su defecto poder pedirle disculpas a otras personas con las que simplemente quedaste con resentimiento. Son esos intensos instantes en los que o lo tomas o lo dejas. Tal vez y a veces no prestas atención a estos pequeños detalles, pero créeme así de simples... llegan a marcar toda tú vida.

Y es que también me he dado cuenta de que la soledad es un gran gurú para poder alcanzar y conocer lo más profundo de ti, eso que alguna vez escondiste o no te dabas cuenta de que lo tenías. No puedo generalizar y decir que la mejor solución para todo es la soledad, si no que no hay que irse a los extremos con las decisiones que tomas; puedes tomarte un rato para ti mismo, pero no descuides tú alrededor; a lo mejor y cuando quieras volver a reunirte con lo que dejaste inconcluso pienses que esta tal y cómo lo dejaste, pero no te ciegues, de un instante a otro todo cambia. Jamás nada será igual.

Suelo tener siempre un dialogo constante en mi interior... y me doy cuenta de que cualquier justificación es buena ante el posterior lamento de "porqué no lo hice" "porqué no se lo dije"... esto sólo es, falta de coraje, de arrojo, de decisión. O tal vez miedo, inseguridad, indecisión. Y con esto, la antigua frase "Ese no era mi tren, seguro que habrá otro mejor". No hay cosas mejores o peores, es relativo, porque en realidad, sólo existe la diferencia, la autenticidad. ¡Somos Únicos!.

Al cobijo de lo conocido que fácil es admirar a los que se aventuran. A los que de verdad siguen sus metas y hacen lo que aman... Me expreso con la palabra "metas" y no sueños... porque pienso que los sueños son para las personas que duerme, y las metas para aquellas que de sus cortas o grandes visiones, las hacen realidad. Volviendo al tema: que fácil comentario de barra de bar "yo si fuera tú lo haría, lo que pasa es que no me atrevo".

Que bello tormento contemplar, bajo la manta de la nostalgia, las oportunidades de haber cambiado de vida y decir que "eso es una locura, pero debí haberlo hecho". Y por dentro en tú corazón latiendo la envidia de aquellos que se arriesgaron. No esperes más. "Si estabas esperando el momento oportuno, lamento decirte que, es este".

El crepitar de un café en la noche acompañado de un amigo, o haber emprendido un viaje. Nunca sabes lo que la vida te va a deparar. Tenía mucha razón John Lennon... "La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otras cosas."

Otra de las cosas que me tiene tan impresinada es el miedo que produce cambiar. Claro, hay unas personas que se adaptan con mucha facilidad a este, aman cambiar, pero hay otras que el cambio tiene que ser bajo presión. No bajo presión de otras personas, sino de las circunstancias. Es justificable cuando nos han educado con el criterio de que la estabilidad era sinónimo de madurez, de equilibrio. Quien cambia es "inestable", inmaduro, todavía no ha crecido, porque el ideal de vida, para la sociedad, es un mundo quieto, Vivir en el mismo lugar, habitar la misma casa, permanecer en el mismo colegio, tener la misma pareja, "durar" en el mismo trabajo, escoger una sola carrera "para toda la vida", amarrarse a la misma ciudad y al mismo país... todos son sinónimos de estabilidad. Y ni qué decir de las ideas o de las creencias. Sí de pequeño te criaron con cierta religión y cuando creces conoces tu gusto por una religión muy diferente a la familiar. Te declaran un loco total. También se dice que hay que tener los mismos valores, los mismos criterios, la misma mentalidad. (De los valores, no me quejo hay que tener buenos valores, pero si hay oportunidades para desarrollarlos y mejorarlos, adelante. ¡Cambia!) Para la sociedad. Atreverse a innovar es como una "locura" y es más importante permanecer que arriesgar. Nuestra sociedad valora lo estático, aquello que "no produce desorden", antes de romper esquemas y arriesgarse a que la vida sea diferente. El criterio más elemental para cambiar, el más simple si se quiere, es que lo que hemos vividio, lo que hemos estudiado, lo que nos ha acompañado, donde hemos permanecido, no nos ha producido ni la paz ni la armonía esperadas. Muchas personas se lamentan, por ejemplo, por la "perdida de valores o por la perdida de la familia". Entonces, en la deducción más simplista, "volver" con la familia tradicional ahora sí dará estabilidad. O volver a las costumbres de antes, cuando no es así... ¿Quién dijo? ¿Por qué creer que lo que no sirvió (o es que cree que el mundo va bien), hasta ahora, va a empezar a dar resultados ¿No sería mejor buscar otra clase de alternativas que al menos nos permitan crear otra clase de circunstancias más humanas, de menos apariencia y de mayor contenido y aceptación de la diferencia? Es el cambio y claro está también el miedo al cambio. ¿Qué escoger? Arriesgarse o permanecer, he allí las alternativas. Aclarando que muchas de las cosas que esperamos afuera no se encuentran "afuera". En más de una situación el cambio exterior no produce resultados que anhelamos porque los problemas no son tan sólo geográficos, o de ambiente, o de la persona que nos acompaña, o de la ciudad o del país en el que habitamos. Debo cambiar y arriesgarme, pero también debo manejar internamente la flexibilidad para no apegarme, para fluir, para atreverme. Con esto viene a mi mente una frase que me encantó, "Entre menos cosas tengas no existe el miedo par arriesgarse porque no hay nada que perder, pero entre más tengas menos te vas a arriesgar , porque tienes mucho que perder". Esta frase es de una amiga la cual conocí entrando a la preparatoria, un día le pregunte:

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