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Es el tema d.e “aceptar la misericordia divina”, confundiéndose con la indiferencia de Dios ante el bien y el mal. Por tanto, Dios es el que llama y el hombre el que responde sí o no.


Enviado por   •  24 de Marzo de 2017  •  Ensayos  •  1.066 Palabras (5 Páginas)  •  436 Visitas

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Libres sí, pero responsable

Idea central del texto:

Es el tema de “aceptar la misericordia divina”, confundiéndose con la indiferencia de Dios ante el bien y el mal. Por tanto, Dios es el que llama y el hombre el que responde sí o no.

Hoy en día hablar a la gente de conceptos como: “misericordia”, “perdón”, “justicia”, parece ser ajeno a su vida. Es un lenguaje desconocido que muchas veces ocasiona distancia, malestar, repugnancia e incluso genera guerra, odio y muerte, tal como aparece en el artículo a través de la parábola de los viñadores.

Pisando en el campo de la Sagrada Escritura la palabra “misericordia” descubrimos distintos significados:

  • Del lat. “misericordia”, compuestas con las raíces de “míser” y “cor, _dis”, corazón. “Tener; Inspirar”.
  • Conmiseración. Compasión. Lástima. Piedad”.
  • En el AT: amor, consuelo, gracia, justicia. En el judaísmo posbíblico tiende a situarse en un plano de Ley, de manera que parece haber dado primacía a la justicia.
  • En el NT: amor, perdón, gracia. Aparece como un testimonio concreto y universal: concreto porque se centra en Jesús; universal porque se abre a todos los hombres.
  • Y finalmente según el Diccionario Real Academia Española, “atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas”.

Por tanto, cuando acudimos a la palabra misericordia no nos estamos refiriendo a algo superfluo o excesivo de la vida humana, sino que es una dimensión más del ser hombre con la que tendemos hacia el bien. Cuya nota refleja muy bien el autor del artículo: “Dios, ciertamente, no obliga a nadie a acoger la salvación que ofrece”.

El tema de la misericordia de Dios se ve bien reflejado en los testimonios de los profetas. A través de ellos siempre encontramos la imagen misericordiosa del Dios-Yahvé. Sin embargo, en ocasiones también aparece la figura de un Dios encolerizado, airado y destructor con aquellas maldades creadas por su propio pueblo escogido. Como encontramos en Dt 7, 6: “tú eres un pueblo consagrado al Señor tu Dios, y a ti te ha elegido el Señor tu Dios, para que seas el pueblo de su propiedad entre todos los pueblos que hay sobre la superficie de la tierra”. En el artículo mismo tomado de la parábola de los viñadores aparece el castigo de Dios: “los viñadores pérfidos que mataron a los enviados del dueño fueron castigados con toda severidad”.

Entablando un primer diálogo con el profeta Oseas encontramos que su mensaje central es el de la “misericordia”. Oseas llamado también el “profeta del amor” o como el “profeta del cariño”. Se puede decir que en el conjunto del anuncio profético de Oseas junto con la misericordia está también impregnada de fe y de esperanza.

Por tanto, encontramos la mediación de Dios a través del profeta como un Dios que reacciona en favor de su pueblo. Como podemos leer en Os 11, 8-9: “¿cómo te trataré, Efraín? ¿Acaso puedo abandonarte, Israel? ¿Te trataré como a Adamá, y te dejaré igual que a Seboin? El corazón me da un vuelco, todas mis entrañas se estremecen. No dejaré correr el ardor de mi ira, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, no un hombre; en medio de ti yo soy el Santo, y no me complazco en destruir”.

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