Evite Estas Tres Influencias Destructivas

Hablando desde la experiencia personal y la observación, muchos sabotajes sus vidas a través de estas tres fuerzas destructivas. De acuerdo con 1 Juan 2:16 (paráfrasis), son ... los deseos de la carne (lo que anhelamos), la concupiscencia de los ojos (lo que es agradable a la vista) y la soberbia de la vida (la arrogancia).

1. Los deseos de la carne. Lust se puede definir como el deseo más de las líneas de límite. Todos nosotros lucha con la lujuria de una forma u otra, la pregunta es qué nos entretenemos el pensamiento hasta que los combustibles deseo y trae a luz el pecado, o no nos vamos? El deseo no es malo, sino lo que hacemos con ella puede ser. Si nuestros corazones son sinceros y dócil, Dios nos bendiga, pero si nos comprometemos a propósito en el pecado, que retire su protección. Ser tentado no es pecado, entregando a la que es. Dios es misericordioso para perdonar y otorgar bendiciones que nos arrepentimos y hacemos los cambios de estilo de vida necesarios. Los sentimientos de lujuria se pueden superar cuando leemos su Palabra, proteger nuestros ojos y oídos, educarnos, aplicar la sabiduría y rodearnos de los que nos levante y no nos tira hacia abajo. La adicción también puede ser clasificado con los deseos de la carne. Adicción a menudo significa abandonarse a un hábito y luego convertido en dependientes de ese hábito. Hay muchas formas de adicción a las drogas y el alcohol, la pornografía y el trabajo o un trabajo relacionado con el éxito. Adictos al trabajo, por ejemplo, pueden aparecer como trabajador y trabajadora, pero la adicción finalmente roba de otras relaciones y la salud espiritual y emocional de la familia se descuida. Muchos hombres en los Estados Unidos aceptarán empleados difíciles, frente a situaciones difíciles en el trabajo, trabajar horas agotadoras, comprometerse plenamente a la causa de la empresa y hacer lo que se necesita para hacer el trabajo, pero, por desgracia, gravemente descuidar un matrimonio-a veces parece como si se hubiera preferido perder una esposa que una carrera.

2. Los deseos de los ojos se puede definir como la codicia, o desear algo, como una esposa trofeo, costosa casa, vehículo u otras cosas. Cuando somos presa de la lujuria nuestro enfoque a menudo cambia de Cristo-centrada al egocéntrico. La próxima vez que una decisión tiene que ser hecho, trata de preguntarle, "¿Esta decisión de agradar a Dios?" En Mateo 4:8-9 Jesús también fue tentado por el deseo de los ojos. Afirma: "El diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y él le dijo: 'Todo esto te daré, si postrado me adoras". "Jesús rechazó su propuesta y lo derrotó con la Palabra de Dios, diciendo:" Porque está escrito: Adorarás al Señor tu Dios, ya él sólo servirás "(Mateo 04:10). De la misma manera, tenemos la Palabra de Dios a nuestra disposición. No se debe quedar frustrado el cambio lleva tiempo. El

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