Fieles Difuntos

JESÚS, REGALA NUEVA VIDA A NUESTROS DIFUNTOS

OBJETIVO:

Los niños y niñas de la Arquidiócesis de Yucatán, ayudados por sus catequistas, reflexionan sobre el sentido de la vida nueva en Cristo, retomando los valores tradicionales de la cultura maya con sentido evangélico, para que amando su cultura participen junto con sus padres en la celebración parroquial.

PREPARACIÓN PARA LA ACTIVIDAD

Una semana antes de la actividad, los catequistas junto con los niños preparan unos listones de colores en un extremo ponen la fecha y hora de la actividad para invitar a sus amigos que casi no asisten a la catequesis, mismo que deben llevar a la catequesis.

En dicho listón los niños escriben la frase “Ven vive y convive”, y “vengan y verán”; la fecha y hora en que deben asistir a la catequesis, recordar que deben traer escrita en una papeleta el nombre de sus difuntos.

Los catequistas junto con los niños se organizan para preparar el altar. (puede ser uno por grupo o uno entre todos)

Cada catequista se pone de acuerdo con su grupo para hacer su altar de fieles difuntos, hay que cuidar que no se realice a modo de competencia o concurso, sino cumpliendo lo que las frases nos piden

AMBIENTACIÓN DEL LOCAL:

Se considera que este día sea diferente a los otros días de catequesis, poner la frase: “Ven, vive y convive” y “Vengan y verán” y otras palabras promoviendo los valores que tenemos en nuestra cultura y que resaltan estos día como son “Compartimos, convivimos, somos solidarios, somos generosos, también como siempre no olvidar el crucifijo (para darle más realce a nuestras costumbres puede ser la Cruz verde que tiene todos los signos del misterio pascual como camino hacia la resurrección, también se puede poner la imagen de Cristo Resucitado).

CONTEMPLAMOS DESDE LA FE:

El catequista, proclama la Palabra de Dios, de tal manera que todos los niños y niñas puedan seguir la lectura o escuchar atentamente.

Lc. 8, 40 - 42. 49 – 56 (“La Resurrección de la Hija de Jairo”)

Al finalizar el relato bíblico, les hace las siguientes preguntas y deja un espacio de tiempo para las respuestas.

¿Qué personajes aparecen en el relato bíblico?

¿Por qué Jairo va en busca de Jesús?

¿Qué hacía la gente que rodeaba a Jesús?

¿Qué hace Jesús cuando llega junto a la niña muerta?

¿Qué pasa con la niña, después de que Jesús la tocó y le habló?

COMENTARIO:

Al Igual que sucede en nuestras comunidades, en nuestra familia cuando un ser querido se muere, tenemos el sentimiento de llorar porque sabemos que físicamente ya no los vamos a ver, pero pedimos por ellos de manera espiritual y es por eso que estos días de los fieles difuntos son muy significativos para nosotros ya que compartimos con nuestros seres queridos vivos y de manera

especial recordamos a los que se nos han adelantado a la casa de nuestro Padre Dios.

CONFRONTAMOS CON LA REALIDAD:

Compartimos a manera de diálogo:

Las personas que mueren no se van definitivamente, sabemos

que viven para Dios y están en el recuerdo de sus seres

queridos. La costumbre de nuestros antepasados, creía en que los

fieles difuntos arribaban a su cita anual con familiares y amigos,

para ser honrados en estos días muy significativos como es la

fiesta de los fieles difuntos o "Hanal pixán" (comida de las

ánimas) como es más conocido por nosotros.

El "Hanal pixán", o comida de las ánimas, es una tradición

de nuestro pueblo maya que se lleva a cabo para recordar de una manera especial a los amigos y

parientes que se adelantaron en el viaje eterno. Es un acontecimiento especial para los familiares y

amigos de los difuntos, pues al recordarlos y orar por ellos, se ponen en sintonía con Dios, nuestro

Señor, para que a estos difuntos se les conceda la purificación definitiva. En la antigua mentalidad

del pueblo maya, se creía que, en estos días, del 31 de octubre al 2 de noviembre, las

ánimas "recibían permiso" para visitar a sus familiares.

Se acostumbra, principalmente en el interior del Estado,

que los niños usen durante esos días una cinta de color rojo o

negro en la muñeca derecha, a fin de que las ánimas no se

los lleven. También se acostumbra amarrar a los animales de

la casa, porque podrían ver a las ánimas e impedirles el paso

hacia el altar. La tradición incluye varios ritos, pero el

principal consiste en poner una mesa que funciona como altar,

donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo,

mucbilpollos, jícamas, mandarinas, naranjas, dulce de papaya,

coco y pepita, tamales de espelón y "vaporcitos", todo eso

adornado con veladoras, flores, ramas de "ruda" y las

fotografías de las personas fallecidas. Se pueden poner velas

n

egras o blancas

Las ofrendas para los niños difuntos se colocan en un altar

decorado con un mantel bordado en tonos alegres, juguetes

y comida de su preferencia, como chocolate, tamales, "pibes",

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