Hay que apostar por otro estilo de vida, uno que suprima la obsesión por el consumo desmedido y compulsivo

1. Hay que apostar por otro estilo de vida, uno que suprima la obsesión por el consumo desmedido y compulsivo, ya que se encarga de producir violencia y destrucción recíproca. El mercado hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir y contribuye a que surjan nuevas formas de egoísmo colectivo. 

2. Comprar es visto como un acto moral, y no económico. Se argumenta que mientras más vacío el corazón del hombre, es más propenso a necesitar objetos que no necesita, para completarse a si mismo, comprando, poseyendo y consumiendo.

3. Comenzar a instaurar la costumbre de cuidar el mundo que habitamos, también implica reconocernos a nosotros mismos, enmarcar nuestros vicios, pecados, errores o negligencias y arrepentirnos de corazón y buscar el perdón en Dios para comenzar a cambiar desde adentro, ya que, si no se está en paz consigo mismo, difícilmente se pueda avanzar en lo que compone el entorno.

4. La espiritualidad cristiana propone un modo alternativo de disfrutar la vida sin acumulación, y sin estar buscando siempre lo que no se tiene, ya que con menos también se puede vivir bien y en paz, se puede abundar en la simplicidad y centrarse en poder contemplar y estar al servicio de otras particularidades de la vida. Ya que la acumulación nos distrae de las cosas realmente importantes.

5. Cuando somos capaces de vencer el individualismo es allí cuando realmente podemos comenzar a marcar un cambio en la sociedad.

6. Se busca desde la educación, difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano y su relación con la naturaleza. Poder transmitir el hábito de un estilo de vida que permita promulgar y asumir el rol de cuidar la creación mediante pequeñas acciones cotidianas.

7. Son muchos los ámbitos educativos o de formación donde nos desarrollamos, pero la familia se considera como la base más sólida y la principal fuente que ayuda a construir una cultura de la vida compartida, siendo la encargada de promover e inculcar el respeto por todo lo que nos rodea.

8. Se invita a apostar por otro estilo de vida comenzando por hacer un reconocimiento del mundo como "un don recibido del amor del Padre" a quien debemos gratitud además de amor y una sincera ternura. 

9. María, la madre de Jesús, así como veló por su hijo es quien está velando y cuidando con generosidad y afecto a este mundo herido.  

10.  El planeta que habitamos es la casa que Dios nos confió, y es el dueño de hasta las criaturas que aquí viven, por ende, siempre debemos caminar por el mundo buscándolo a él.

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