Historia De La Religión

1) La religión, ¿un problema?

Las relaciones entre religión y escuela han sido conflictivas desde hace ya más de un siglo en nuestra sociedad. La presencia de lo religioso en la educación pública ha estado sometida a una notable polémica durante demasiado tiempo ya. Venimos de tiempos pasados en los que la enseñanza de la religión formaba parte, con naturalidad, de la escuela. En la España contemporánea, en la política educativa se contemplaba una presencia de lo religioso que iba más allá de la religión como asignatura fundamental. Una asignatura que, por supuesto, era obligatoria y que podemos denominarla como catecismo.

Pronto surgirá la llamada “cuestión religiosa” que supone el cuestionamiento de la religión en el sistema educativo, señalando tres posturas ante este tema de la enseñanza de la religión en la escuela: los defensores de la Religión Católica en la escuela pública y privada, quienes defendían un laicismo escolar, y finalmente, la llamada neutralidad escolar, afirmando que la religión confesional en la escuela era un factor de perturbación social y división de las conciencias de los niños.

Se debe fundamentar el porqué de una Enseñanza Religiosa Escolar, profundizando en estas razones:

Es una exigencia de la escuela, es un derecho de la persona y de los padres de familia. Es una parte integrada en la formación humana y es un servicio eclesial que no dificulta el derecho a la libertad religiosa, más bien lo desarrolla y posibilita.

Es necesario avanzar en las políticas educativas hasta alcanzar un desarrollo legislativo pactado entre las principales fuerzas políticas y sociales. Sería deseable un pacto escolar con carácter general, pero también un pacto concreto sobre esta cuestión de la enseñanza de la religión.

Pero, ¿qué hacer con los alumnos que no optan por la Religión? La solución consistió en establecer una asignatura alternativa a la de Religión, obligatoria para quienes no optaran por ésta, de modo que ninguno sufriera discriminación alguna por el hecho de seguir o no esa enseñanza. La ética, que permaneció durante toda la década de los 80 y hasta la mitad de los años 90. Más tarde se decidió suprimir la ética y bajar las horas dedicadas a la religión a la mitad.

LOGSE. Se reemplaza la ética por actividades de “repaso” de otras materias y sin evaluación propia. Tampoco la enseñanza de Religión tendría evaluación.

Establece la enseñanza de la Religión Católica en todos los centros docentes, públicos o privados, en los niveles de segundo ciclo de Educación Infantil.

LOCE. Sociedad Cultura y Religión forma parte del currículo de todos los niveles educativos.

LOE. Se incluirá la religión católica en los niveles educativos que corresponda. La religión se incluye en el segundo ciclo de EI, los padres manifiestan su voluntad de que sus hijos reciban enseñanzas de religión o no.

La enseñanza de la religión debe entenderse como materia escolar en sus objetivos, contenidos, en su metodología y también en su evaluación.

Incorporar plenamente la enseñanza de las religiones en el sistema educativo constituye un factor de calidad, y puede ser también un factor de identidad en la escuela privada si está inspirada en el cristianismo.

2) A continuación se trata de clarificar la identidad de la enseñanza de la religión en la escuela a través de unos presupuestos de diversa índole.

La referencia básica para la identidad y naturaleza de la enseñanza de la religión en la escuela: el documento de los obispos españoles de 1979 que definen la identidad y naturaleza de la enseñanza religiosa como una materia escolar ordinaria porque es exigencia de la escuela, derecho de la persona y padres, parte de la formación humana, y sus objetivos pretenden ayudar al alumno a integrarse en la sociedad, situarse en la tradición cultural y dar sentido a la vida.

Hace ya algunos años que se abordaron con cierta amplitud lo que entonces se denominó las fuentes del currículo escolar.

La fuente epistemológica de la enseñanza de la religión es la Teología como disciplina científica que aporta ese rigor científico e intelectual que convierten lo religioso en área de conocimiento. La teología como enseñanza de la religión se organiza con un currículo de área o materia para cada etapa conformado con la contribución de las otras fuentes del currículo.

Conviene indicar cuáles son los referentes legislativos que fundamentan la enseñanza de la religión en el sistema educativo y que garantizan esta enseñanza como un derecho fundamental de los padres y de los propios alumnos. Para comenzar se hace referencia a la Declaración Universal de Derechos Humanos, que proclama los ideales y valores, derechos e igualdades, por lo que debemos esforzarnos a través de la enseñanza y educación.

La educación en la Constitución española trata el derecho a la educación de todos, la libertad de enseñanza, el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral, la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza básica, la libertad de creación de los centros docentes, el cumplimiento de leyes y sus requisitos. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión y creencias.

En términos parecidos a la Declaración Universal de Derechos Humanos y de la Constitución española, la Constitución europea y la Carta de Derechos del Ciudadano de la Unión Europea del año 2000, ha protegido lo referido al derecho a la educación, su finalidad básica, la libertad de enseñanza y el derecho preferente de los padres.

El Consejo de Europa se ha interesado por la diversidad de culturas y de religiones y hace referencia a garantizar la libertad de conciencia y expresión religiosa.

El llamado Informe Delors, patrocinado por la UNESCO, ha constatado que la educación constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social.

La enseñanza de la religión, por exigencia del sistema educativo y por propia e innata exigencia, conlleva unos contenidos éticos de los que no puede ser despojada sin desarticular la propia identidad de la experiencia religiosa. Sin duda que todos los contenidos éticos que están en el currículo escolar de lo religioso han de ser respetuosos y coherentes con los valores cívicos y constitucionales. No tiene que verse como una alternativa a la religión.

El cristianismo es una religión más, determinada por su origen judío

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