Hogar Cristiano
susana3218 de Diciembre de 2013
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El Decálogo o los diez mandamientos y su significado.
El Señor ha pronunciado las siguientes palabras: Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de Egipto, el que te liberó de la esclavitud.
Amarás a Dios sobre todas las cosas; por tanto, no debes tener como dios a ninguna de las cosas de este mundo. "Escrito está: adorarás al Señor Dios tuyo" (Lucas 4, 8). Solo el Señor es Dios propio <<nuestro Dios>>. Nuestro Dios es un Dios celoso.
No tomarás el nombre de Dios en vano o en falso. Porque el nombre de Dios es sagrado y no debe ser profanado. "No juren, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún tipo de juramento. Que su sí, sea sí, y el no, no". (Santiago 5,12). En falso, es decir para probar algo falso, para querer dar consistencia con el nombre de Dios a algo que no la tiene, porque no es. El nombre de Dios es para la bendición, para autorizar la verdad y nunca usado para la mentira.
Santificarás las fiestas (el Domingo). La santificación no es una acción de culto simplemente, sino de descanso y dedicado al Señor tu Dios. Es para que te santifiques en comunión con tu familia y en común unión con Dios a través de su Eucaristía (Lucas 22, 18-20).
Honrarás a tu padre y a tu madre. Honrar incluye también sustentar, mantener, si es necesario. Dios quiere que, después de honrarlo a él, honremos a nuestros padres, a los que Dios reviste de autoridad para nuestro bien. Los hijos deben a sus padres respeto, gratitud, justa obediencia y ayuda. El respeto filial favorece la armonía de toda la vida familiar. "Hijos, obedezcan en todo a sus padres…"
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