INVESTIGACIÓN

Necesitamos revalorar y promover a nuestros mejores productos autóctonos. Estas sólo son algunas muestras de nuestro gran banco de agro-biodiversidad, mencionamos algunos de nuestros alimentos nativos que debemos incorporar a nuestra alimentación:

• CAMOTE: Esta raíz —especialmente de pulpas anarajanda y morada— es otra maravilla que debemos trabajar más, con fines alimentarios e industriales. Por lo pronto, en el África, gracias a su riqueza en vitamina A, el camote amarillo se ha convertido en un alimento clave de los programas de apoyo social para reducir problemas de desnutrición y prevenir la ceguera.

• MACA: Poderosa raíz nutracéutica, ésta destaca por su riqueza en vitaminas B, C y E y calcio; por lo que tiene propiedades tonificantes y fertilizadoras, incluso para prevenir cuadros de estrés y osteoporosis. Sin embargo, aún falta un programa sostenido de promoción.

• OCA: Por su alto contenido de vitamina C, calcio y carbohidratos, así como por su gran versatilidad para ser consumida sancochada, frita, fermentada, deshidratada y en forma de mermelada y néctar, esta raíz tiene un porvenir extraordinario, incluso en el exterior. Pues, como tiene sabor agridulce, ideal para ensaladas y afines, es requerida por mercados tan promisorios como los de Japón y China. Pero nos falta oferta.

• OLLUCO: No es casual que éste sea el principal componente de uno de los platos emblemáticos del país: el olluquito con charqui; por lo que —incluso— las colonias de peruanos residentes en el exterior demandan este potaje precocido, listo para el horno microondas.

• YACÓN: Morfológicamente similar al camote, pero con pulpa parecida a la del pepino o el melón, esta raíz es rica en calcio, vitamina C y una sustancia dulce (inulina) que no es metabolizada por el organismo humano. En consecuencia, su mayor mercado está en los pacientes diabéticos del país y el mundo.

• ARRACACHA: También rica en pro vitamina A, hierro, fósforo y carbohidratos de fácil digestibilidad, esta raíz es particularmente recomendable para formar y fortalecer huesos y dientes, así como para tratar problemas gastrointestinales.

• CALABAZA: Gracias a su alto contenido de vitamina C, su consumo regular previene enfermedades infecciosas. Además, aporta notables cantidades de calcio, magnesio, fósforo, hierro, zinc y potasio.

• KIWICHA: Cien gramos de este grano poseen, 454 miligramos de fósforo; 179 mg. de calcio, y 12.9 gramos de proteína, como ningún otro. Es particularmente ideal para niños, personas con mucha actividad y pacientes en recuperación.

• QUINUA: Rica en proteínas, aunque especialmente en aminoácidos, como la lisina y la metionina, este grano andino se puede cultivar desde el nivel del mar hasta 4,000 metros de altitud. Ya tiene demanda internacional creciente.

• CAÑIHUA: Pariente de la anterior, aunque sin nada de alcaloides, este grano es privilegiado en hierro e ideal para fortificar alimentos farináceos, como el pan.

• TARWI O CHOCHO: Éste es el alimento vegetal más completo del mundo, por contener 4447% de proteínas y 2022% de aceite, además de apreciables cantidades de hierro, calcio y fósforo. Sin embargo, todavía nos falta eximirlo de los alcaloides que le dan un sabor amargo (lo cual hoy se supera artesanalmente), para promocionarlo en escala internacional, entero o procesado.

• CHIRIMOYA: Privilegiada en vitaminas A, B y C, así como en enzimas, esta deliciosa fruta nativa es un virtual “levantamuertos”. Tiene gran porvenir en fresco y en forma de harina para repostería y heladería. Pero —también— aún nos falta producción.

• TUNA: Todos los frutos de esta planta xerofítica son ricos en carbohidratos, calcio y fósforo. Pero las que tienen mayor futuro son las variedades de color morado (antocianina) y amarillo (betacaroteno). Además,

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