Ideologías Relacionadas Con La Atención A La Salud
tania199658126523 de Junio de 2015
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LA ETICA MEDICA JUDIA
“En términos de ética, el judaísmo fue la primera religión en insistir sobre la dignidad de la persona y la santidad de la vida humana. Por primera vez, el individuo ya no podía ser sacrificado por el grupo. El asesinato comenzó a ser no sólo un crimen en contra del hombre sino también un pecado en contra de Dios. El Talmud enseña que en un principio, Dios creó a la humanidad como un individuo en vez de un grupo de personas, para enseñarnos que quien salva una sola vida salva el mundo, y quien destruye una vida destruye un mundo entero. De acuerdo a la perspectiva judía, el individuo es un microcosmos del mundo entero. Uno de los principios básicos del judaísmo es que la vida humana tiene un valor infinito. En todos nuestros mandamientos bíblicos se nos ordena preservar la vida humana, con sólo tres excepciones: idolatría, incesto y homicidio. La vida tiene un valor supremo y absoluto. Por lo tanto, un anciano como una persona mentalmente retardada, un bebé monstruo o un paciente muriendo de cáncer tienen el mismo derecho a la vida que todos nosotros. Para salvar una vida humana se puede profanar el Shabat e incluso Yom Kipur y pueden suspenderse todas las demás leyes o reglas, exceptuando las tres mencionadas anteriormente. Con este principio vemos claramente que se nos prohíbe hacer cualquier cosa que pueda acortar una vida, incluso por muy poco tiempo, pues cada momento de la vida humana tiene un valor infinito. La vida de una persona inocente nunca puede ser sacrificada para salvar a otra persona o a un grupo de gente. Más allá de qué tan enfermo pueda estar un individuo, nunca podemos dañarlo para salvar a otra persona. Mientras que el mundo secular sostiene la idea de sacar órganos de pacientes muy enfermos mediante un consenso para remover la asistencia mecánica que los mantiene con vida, la halajá rechaza inequívocamente la idea de sacrificar la vida del paciente más enfermo para salvar la vida de otro. Esto no implica que la halajá prohíba la donación de órganos por parte de un cadáver o de una persona viva, sólo implica que no se puede matar a una persona para salvar a otra. La halajá es el código de conducta mediante el cual el judío tradicional lleva su vida. La Torá es un documento escrito divino que Dios introdujo al mundo a través del pueblo judío en el monte Sinai, y que contiene todas las mitzvot y otros conceptos importantes del judaísmo.
El judaísmo tiene una tradición muy rica en ética médica. Preguntas que el resto del mundo considera nuevas han sido tratadas dentro de una variedad de maneras en la literatura halájica no por cientos, sino que por miles de años. Nosotros tenemos un sistema completo cuya confiabilidad ha sido probada en terreno y que no se inclina ante los caprichos transitorios de la sociedad o los vientos cambiantes de la moda. Sin un estándar de oro para comparar como la Torá, la ética situacional puede convertirse en una pendiente muy resbaladiza. El asesinato se convierte en “matar por misericordia”, la destrucción de vida fetal se convierte en una “elección personal”, y las reglas básicas de la dignidad humana sobre las que la sociedad debería estar basada erosionarían debajo de nuestros pies. Con nuestro extenso y probado registro de moralidad que emana de una fuente Divina y que pone énfasis en la nobleza de todos los seres humanos, nosotros somos candidatos altamente calificados para entrar al debate social sobre los asuntos políticos públicos que involucran temas médicos. CASO PRÁCTICO:
Una niña de nueve años con leucemia limfoblástica aguda fue tratada con los mejores regímenes quimioterapéuticos existentes; sin embargo, a los ocho meses de tratamiento la enfermedad aún no retrocedía. El seguir con quimioterapia sólo ofrecía un 5% de posibilidad de éxito. Tenía una cantidad muy baja de glóbulos blancos y corría constantemente el riesgo de contraer alguna enfermedad grave o incluso fatal. Además, poseía muy pocas plaquetas y podía desangrarse ante cualquier eventualidad.
El hematólogo pediátrico sugirió un trasplante de médula ósea como última alternativa. Se hizo un análisis de tejidos y resultó que el padre de la niña tenía el mismo tipo de tejido que su hija. Había un 60% de posibilidad de tener éxito con el trasplante, pero el procedimiento en sí se asociaba a cifras de un 25% de mortalidad y alta morbosidad. Muchos pacientes pueden sufrir complicaciones o rechazo, es decir, alguna enfermedad en que la médula ósea del donante (en este caso el padre) causa signos y síntomas graves, a veces fatales, en el receptor. Sin el trasplante no se veía posibilidad de retroceso o cura en la enfermedad de la niña y se le daba un promedio de vida de semanas o, a lo más, de algunos meses. Por otra parte, aunque es poco usual, ocurren re misiones a largo plazo después de trasplantes de médula ósea debido a una leucemia aguda, en quizás 10 a 15% de los pacientes. Observaciones: Estos son algunos de los planteamientos éticos que surgen en una terapia médica de alto riesgo. Es un tema que ha sido ampliamente tratado por muchas autoridades rabínicas en medicina. El decano del American Orthodox Rabinate, Rabino Moshé Feinstein Tz.Z..L, afirmó que uno puede someterse a cirugía de alto riesgo, aun cuando pueda acelerar la muerte, porque existe la posibilidad, aunque ínfima, de que la operación sea exitosa y lleve a una cura del paciente.
Dos fuentes rabínicas anteriores también enunciaron claramente la posición judía legal sobre experimentación humana. Se preguntó al Rabino Jayim Ozer Grodzinski (1863-1940) si se podía someter a un paciente muy enfermo a una intervención quirúrgica. Respondió que si todos los médicos presentes, sin excepción, recomendaban esa operación, ésta debía realizarse, aunque hubiese más posibilidades de fracaso que de éxito. El Rabino Yaacob Reischer (1670-1733) hizo un pronunciamiento similar sobre la terapia médica de alto riesgo para un paciente gravemente enfermo. El rabino Reischer autoriza esta terapia pues puede curar al paciente, aunque también puede apresurar su muerte. Opina, al igual que los demás, que la decisión debe ser tomada por un grupo de médicos.
APRECIACION PERSONAL: Yo estoy de acuerdo con la ley judía ya que no permite la muerte de la persona pues todos fuimos creados a imagen de DIOS por lo cual se debe cuidar y proteger y respetar la vida en todo momento. Lo que trata de decir esta ley es que toda persona puede ser sometida a procedimientos médicos o quirúrgicos con el fin de salvar la vida de alguien siempre y cuando no estén en riesgo las dos vidas, el salvar la vida de alguien más es su objetivo, sin dañar a las demás personas.
LA ETICA MEDICA CATOLICA
La Iglesia Católica es la sociedad de todos los que están bautizados, creen y confiesan la fe de Cristo, participan de unos mismos sacramentos y reconocen por Vicario de Cristo en la tierra al Sumo Pontífice de Roma, el Papa. La Iglesia Católica hace énfasis en la unidad cuerpo- alma y el fin trascendental del hombre. Por tales razones, el médico que acepta estos conceptos acepta la trascendencia de los actos médicos, es médico de cuerpo y almas, y como tal, no solamente deben velar por la salud corporal, sino en función de perfección del alma destinada a la felicidad eterna.De esto depende que el acto médico esté limitado por la moral fundamental de la ley natural. Así se explica cómo problemas tales como la eutanasia, el aborto, la esterilización, la anticoncepción por métodos no naturales, son condenados por la Iglesia Católica y el médico católico obligados a respetarlos. El Sumo Pontífice afirmó que los ginecólogos, tocólogos, enfermeros y los médicos católicos tienen que ser servidores y custodios de la vida, sobre todo en una época como la actual en la que la ciencia y las prácticas médicas corren el riesgo de perder su dimensión ética y ellos pueden convertirse en manipuladores de la vida o incluso agentes de muerte. Federación Europea de As. Médicas Católicas
Declaración de Danzig (14-09-2008): la ética y la vida van antes que las leyes
La especial vocación del médico para servir a la vida y la salud de los demás requiere de una formulación clara de los principios de ética universal y objetiva.
Afirmamos que la fuente y la base de todas las normas éticas es la inalienable dignidad de la persona humana en todo el transcurso de su vida - desde la concepción hasta la muerte natural. Así como la dignidad humana requiere de la protección de la vida humana, también exige una especial preocupación por sus fases iniciales y por el respeto a la procreación humana y a la sexualidad. Promovemos actividades que permitan la protección de los pacientes frente a procedimientos que violen su dignidad humana:
Decididamente rechazando la eutanasia, apoyamos el desarrollo de la medicina paliativa;
Rechazando el aborto, buscamos asegurar el correcto cuidado de todo tipo de atención para la familia y el niño enfermo, tanto antes como después del nacimiento;
Elegimos tratar las causas subyacentes de la infertilidad, y no recurrir a las sucesivas técnicas de reproducción artificial apoyamos el desarrollo de la investigación dentro de la utilización de células madre tomadas de los adultos y de la sangre del cordón umbilical, rechazando la utilización de embriones humanos para este propósito. Teniendo en cuenta la responsabilidad de los médicos para conservar la salud y la vida de los pacientes, estamos convencidos de que la medicina debe ser practicada en condiciones dignas, que se deben tanto a los pacientes como a los médicos, y estamos constantemente afirmando que en nuestras actividades el bien de los pacientes tienen prioridad
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