La Existencia De Dios

‘’cuestionarse todas las cosas; no claudicar ante ninguna dificultad; no aceptar ninguna doctrina propia o ajena sin el rígido escrutinio de la crítica negativa; no aceptar que ninguna falacia, incoherencia o confusión del pensamiento pase desapercibida. Ante todo, insistir en tener el significado de una palabra entendiendo de manera clara y precisa antes de utilizarla, y el significado de una proposición antes de aplicarla: estas son las lecciones que aprendemos de los antiguos dialecticos. ’’ John Stuart Mill. Político y filósofo inglés.

‘’…tener el significado de una palabra entendiendo de manera clara y precisa antes de utilizarla…’’ al leer este fragmento del inglés Stuart, me eh puesto a pensar en cómo utilizar la palabra Dios. Siempre eh pensando que para poder saber el significado de una palabra se tiene que saber el origen de ella, pero ante gran reto como esté, prefiero hacer caso omiso a un pensamiento de Albert Einstein: ‘’Quiero conocer los pensamientos de Dios… los demás son solo detalles. ’’ Tal vez el ‘’viejo loco’’ tenía razón; si supiéramos los pensamientos, razonamientos, e incluso tal vez el origen de Dios todo lo demás sería tan solo un agregado. Pero para alguien como yo, que su principal prioridad no es el porqué de Dios si no el para que de Dios, no es necesario saber su origen, sino hasta donde llegare con esa palabra en mi vida.

Pero como decirle a un mundo tan lleno de maldad, perversidad y odio que aún hay esperanza. Que no estamos solos; que siempre hemos tenido ayuda de donde no la vemos, que siempre habrá una fuerza mayor a nosotros que nos da vida para cada día seguir, ya sea con la rutina repetitiva o con los sueños de cada uno. Unos la llaman amor, otros esperanza, yo la llamo Dios. Pero nunca podremos ver a ese ser esencial, pues como escribió una vez Antoine de Saint- Exupéry: ‘’ Lo esencial es invisible a los ojos”.

Si tuviese que demostrarle al mundo la existencia de Dios, no lo haría con una biblia, un Corán o con los tres cestos de la sabiduría, no lo haría con la Torá o con la Bhágavad-guitá que aunque para sus religiones son el centro y la verdad de su Fe, sería ilógico tratar de decirle al mundo que existe un Dios con cualquiera de los antes mencionados, pues de inmediato estaría negando la existencia de las demás deidades, y no sería tolerante de mi parte (creo que es buen momento para aclarar que soy cristiano).

Pensando en cómo demostrar la existencia de Dios casi quedo sin palabras; pues al saber que no tendría una base escrita quedaba como al principio: sin saber de qué hablar. Observando la tristeza, el llanto, el dolor, la agonía y demás desvirtudez de una humanidad agobiada y doliente. Una humanidad que perdió hace mucho tiempo el primer valor, que por cierto todas las religiones del mundo tienen en común: el amor. Me pude dar cuenta de la única manera de ‘’salvar a Dios’’.

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