La Liberación Del Espiritu

¡No se quede a mitad del camino, Aprenda a vivir a pleno!

Cualquiera medida de fructificación requiere el quebrantamiento del hombre exterior para permitir LA LIBERACION DEL ESPÍRITU.

Con toda seguridad, es la hora cuando el campo de batalla está en el alma. Mientras el Señor busca obrar a través del espíritu vivificado, Satanás busca hacer su obra a través de la vida natural del alma que no se encuentra bajo el control del Espíritu.

¿La Destrucción del alma? Cuando se habla de destruir el alma, se habla de que deje de funcionar de forma independiente, el alma debe ser quebrantada, dominada, y renovada para que el espíritu la use, para que se convierta en recipiente del espíritu. No es que despreciemos o suprimamos el alma, al contrario, que sea fuerte en espíritu, para que pueda ser conquistada, salvada y hecha un siervo útil.

“Alma mía, en Dios solamente reposa,

Porque de él es mi esperanza.” Salmo 62:5

“Entonces María dijo:

Engrandece mi alma al Señor;

Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.” Lucas 1:46

Muchas veces pensamos que hemos trabajado arduamente en la obra de Dios, que sacrificamos muchas cosas para estar y servir en su obra, pero no vemos los frutos, ni las bendiciones, etc. Y por más que hagamos no nos sentimos plenos en Dios, pero es que hay un gran impedimento para nuestro trabajo en la obra del Señor, y somos nosotros mismos, el hombre exterior y el interior no están en armonía, pues ambos tienden hacia direcciones opuestas.

Debemos reconocer ante Dios que la primera dificultad para nuestro trabajo no está en los demás, sino en nosotros mismos. Nuestro espíritu parece estar envuelto en una cáscara dura difícil de atravesar. El Señor quiere romper nuestro hombre exterior a fin de que el hombre interior pueda tener una salida. “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.” Juan 12:24(NVI).

¿Qué es la Muerte? Es el rompimiento de la cáscara, una vez que la cáscara se parte el trigo comienza a crecer.

“El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna.” Juan 12:25 (NVI)

Si lo exterior permanece intacto, lo interior nunca será capaz de salir. La pregunta no es como obtenemos la vida, sino como permitimos que salga esta vida, resulta vital que seamos quebrantados por Dios.

Podemos seguir así como estamos, pensando que somos de gran valor por nuestra astucia, considerando que somos unas personas importantes, que somos más grandes y mejores que otros, que nuestra elocuencia supera a la de los demás, etc. Seremos aquellos que solo desean oler la fragancia del ungüento. Sin quebrar lo exterior, lo interior no saldrá, nuestro

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