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El Quebrantamiento Del Hombre Exterior Y La Liberación Del Espíritu (Sintesis)


Enviado por   •  14 de Marzo de 2014  •  3.413 Palabras (14 Páginas)  •  1.344 Visitas

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QUEBRANTAMIENTO DEL HOMBRE EXTERIOR Y LA LIBERACIÓN DEL ESPIRÍTU - WATCHMAN NEE

Juan 12:24 les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas

El hombre se conforma principalmente de dos formas

1. Hombre exterior (Alma): Se encuentra la mente, voluntad personal, emociones, carne, (nuestro yo)

2. Hombre Interior (Espíritu): Se encuentra nuestro espíritu; nuestro ser interior, y es donde Dios deposita su Espíritu Santo cuando nosotros recibimos a Cristo así mismo se añade Su vida, Su poder, Su Persona.

ES NECESARIO TENER EL QUEBRANTAMIENTO DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS PARA ASÍ PODER LIBERAR EL ESPÍRITU DE DIOS DEPOSITADO EN NUESTRO SER INTERIOR.

- La sabiduría espiritual y la sensibilidad espiritual se aprende a través del quebrantamiento y la disciplina de Dios

- Si uno logró pasar por múltiples problemas, esa experiencia ayuda a otras personas para que puedan pasar de esos problemas bajo la dirección de Dios

- El dejar que Dios obre en nuestras vidas y nos quebrante nos hace más sensibles y aptos para servir en algún ministerio; de lo contrario no podemos ser aptos.

- El mucho conocimiento y la falta de quebrantamiento no nos conduce a nada.

- Cuando el señor nos ha quebrantado y hemos aprendido las lecciones básicas, nuestro espíritu es liberado y podemos usarlo al relacionarnos con los hermanos para así conocer la condición de ellos

- No debemos conocer a nadie según la carne sino según el espíritu; así detectaremos cuando alguien tiene un espíritu cerrado o atado.

- En la iglesia muchos problemas se relacionan con la actitud del espíritu, no con las acciones, si los juzgamos todo con los hechos ó según los hechos conduciremos a la iglesia en un ámbito equivocado. (2 Co 5:16)( Juan 6:38, 5:19, 8:26)

- El quebrantamiento puede ser gradual o de un solo golpe.

- La obra de Dios aplica directamente con la iglesia, todo Su poder y Su obra se encuentra dentro de la iglesia; así mismo la responsabilidad de la iglesia es muy alta pues ella puede limitar la obra y manifestación de Dios.

¿Por qué es tan importante la disciplina del Espíritu Santo y la separación del Alma y el espíritu? ¿Por qué debe de ser quebrantado el hombre exterior por la obra disciplinaria del Espíritu Santo? Porque Dios necesita que nosotros seamos sus canales, pues Dios obra a través de nosotros hacia el exterior (Por medio de nuestro hombre exterior)

- No debemos tener el concepto de que esto es meramente una experiencia personal de edificación espiritual, pues es un asunto crucial y está íntimamente relacionado con el mover y la obra de Dios

¿Hemos de limitar a Dios o vamos a Darle completa libertad de nosotros? Dios tendrá completa libertad de nosotros cuando hayamos sido completamente quebrantados.

- La vida de Dios y Su palabra está en nosotros ,en nuestro interior y tenemos que dejar fluir libremente hacia nuestro hombre exterior, esto no puede suceder si es que el hombre exterior no esta quebrantado

Oremos al Señor: Señor te entrego todo lo que soy y todo lo que tengo, te pido que Te abras paso en mi vida; Señor estamos tan avergonzados por haber retrasado tanto Tu obra, por haber estorbado tanto Tu vida; Señor reconocemos cuan pobre es nuestra consagración pues no es incondicional.

- La iglesia y la obra de Dios depende de que tanto nos quebrante Dios y que nosotros permitamos ser quebrantados

Def. Consagración: Dedicar con suma eficacia y ardor algo a determinado fin. Reconocer o establecer firmemente algo.

- Es indispensable una absoluta consagración al Señor para que el hombre exterior pueda ser quebrantado

- La consagración solo constituye el comienzo de nuestra jornada, al inicio de la obra de Dios en nosotros y es el primer paso que damos en un momento de decisión en una larga jornada de disciplina por medio del Espíritu Santo.

Oremos al Señor: Señor te entrego mi vida, me entrego en Tus manos, y Te cedo mi vida para que obres sin obstáculos en mí y me des lo que Tu veas necesario

Mateo 10: 29-30; Lucas 12:6-7 Nos muestra que todo lo sabe Dios y todo lo tiene controlado, así en nuestra vida todo lo que nos sucede, es porque Dios está obrando en nosotros, de una u otra forma Él se encontrara disciplinándonos.

- Todo lo que experimentamos en la rutina diaria, ha sido preparado por el Espíritu Santo para nuestro beneficio. Si no lo aprovechamos y permanecemos ignorantes y cerrados a este canal de gracia, sufrimos una enorme perdida.

- Una vez que entendamos que todas las cosas fueron ordenadas por Dios y que aun las que nos parecen más desagradables (ya sea situación o persona) nos benefician, seremos dóciles a su disciplina y veremos obrar al Espíritu de Dios en nosotros de muchas maneras.

Flp 3:3 Pues los que adoramos por medio del Espíritu de Dios somos los verdaderos circuncisos. Confiamos en lo que Cristo Jesús hizo por nosotros. No depositamos ninguna confianza en esfuerzos humanos.

Pablo aprendió que no era nada confiable confiar en la carne (esfuerzos humanos), así mismo no es nada confiable nuestro propio juicio.

Lo más crucial es que nos consagremos al Señor incondicionalmente y sin reservas

- Si nuestro hombre exterior no ha sido quebrantado, otros verán contradicciones en nosotros y notarán que nuestro corazón no es muy puro. Por un lado detectarán nuestro celo; pero por otro, percibirán un conflicto de intereses; por una parte verán que amamos al Señor, pero también que aún nos amamos a nosotros mismos.

- Pero después de que Dios nos quebrante ves tras ves, y después de que pasamos por toda clase de fracasos, diremos humildemente “Dios no me atrevo siquiera a pensar ni a tomar decisiones por mi cuenta”. Esto es lo que produce en nosotros la disciplina del Espíritu Santo después de trabajar en nosotros valiéndose de las circunstancias y las personas.

- La disciplina del Espíritu Santo es una lección que nunca va a disminuir en nosotros, pues este prepara cada día oportunidades para que recibamos sus lecciones.

APLICACIÓN PRÁCTICA DE LA CRUZ. Es la cruz la que destruye por completo todo lo que pertenece a nuestro yo; después de recibir golpe tras golpe, cuantas veces sea necesario, somos libres de la arrogancia, orgullo, rebeldía, obstinación, egocentrismo, autosuficiencia, avaricia, vanagloria…. Etc. y nos volvemos sencillos. Esto no se logra recordando que debemos ser humildes y rechazar a nuestro yo pues tal negación solo durara por un tiempo determinado.

- La manera de eliminar definitivamente nuestro hombre exterior (nuestro yo) es la disciplina de Dios

- Nuestro hombre exterior no puede ser derrotado por ninguna doctrina, enseñanza, o buen propósito

- El hombre exterior debe ser quebrantado, no traten de evitar su demolición, ni traten de edificar su hombre interior (Su espíritu), pues mientras presten la atención debida a la obra del quebrantamiento, espontáneamente la obra de edificación del hombre interior o del espíritu se realizara.

LA SEPARACIÓN QUE EFECTUA LA REVELACIÓN Dios desea no sólo quebrantar y deshacer al hombre exterior (Alma) sino también separarlo del hombre interior (espíritu), con el propósito de que no interfiera ni obstaculice la función del hombre interior, y para que no se enrede con este.

LA MEZCLA DEL ESPIRITU Y EL ALMA El conocimiento de Dios nos llevará a estimar más la pureza que el poder. Debemos apreciar mas la pureza espiritual que el poder espiritual, pues la pureza espiritual no está contaminada por el hombre exterior.

- Quien no ha pasado por la experiencia del quebrantamiento, no debe esperar que el poder que surja de él sea puro

- Muchos hermanos jóvenes saben que el evangelio es poder de Dios, pero cuando predican, añaden a su mensaje su habilidad natural, su ingenio, sus bromas y sus opiniones. Aunque los oyentes puedan ver en ellos el poder de Dios, También detectan su yo.

- En algunos casos, la voluntad y el celo de Dios se mezclan y se confunden con las preferencias y los sentimientos del hombre. Muchos confunden la solidez espiritual con una personalidad fuerte

- Nuestro mayor problema es la mezcla ó impureza, necesitamos el quebrantamiento y la revelación del Espíritu Santo

EL QUEBRANTAMIENTO Y LA SEPARACIÓN El hombre exterior debe ser quebrantado para que el espíritu pueda liberarse; pero cuando éste se libera, no debe salir mezclado con los sentimientos ni con ninguna característica del hombre exterior.

- Un principio infalible es que la clase de espíritu o de mezcla que una persona tenga será evidente en sus palabras, pues en los asuntos espirituales es imposible fingir. Mateo 15:18

- Muchas veces cuando nos relacionamos con los hermanos percibimos a Dios en ellos, pero también percibimos su yo.

Oremos al Señor: Señor obra en mí, ayúdame a no ser mas una mezcla que se interponga con tu voluntad, ni guardar vanagloria, ni nada que engrandezca o mantenga vivo a mi yo; quebranta y aniquila mi hombre exterior y sepáralo de una vez por todas de mi hombre interior.

- Si deseamos se usados por Dios, debemos liberar un espíritu libre de mezclas; esto solo es posible si nuestro hombre exterior a sido eliminado; de no ser así, siempre que participemos en el ministerio de la palabra, transmitiremos nuestras propias ideas y pondremos en vergüenza el nombre de nuestro Señor, no por causa de nuestra falta de vida, sino debido a nuestra impureza, y tanto el nombre del Señor como la iglesia sufrirán daño.

LA SEPARACIÓN POR LA PALABRA La luz del Señor (La palabra de Dios) nos hace ver la realidad tal como Dios la ve, y nos guía a no confiar en nuestros pensamientos

Hebreos 4:12 Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón

Hebreos 4:13 No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.

- Cuando la palabra de Dios viene a nosotros comprendemos que hemos vivido para nosotros mismos y para nuestra propia satisfacción, gloria, realización, posición, beneficio y edificación.

- La palabra de Dios puede dividir el alma (El yo, el hombre exterior) y el espíritu (el hombre interior)

- Tan pronto como la luz de Dios brilla sobre nosotros, comprendemos que aun nuestra crítica y rechazo de lo carnal es un acto de nuestra carne.

- Cuando el Señor nos dé Su luz y discernamos los pensamientos e intenciones de nuestro corazón, veremos nuestra verdadera condición y nos inclinaremos ante El, diciendo: “Señor, ahora veo que todo esto pertenece al hombre exterior”.

- Hermanos, sólo esta luz separará nuestro hombre exterior de nuestro hombre interior. Tal separación no se produce al negarnos a nosotros mismos, ni al tomar una decisión firme. Estas actitudes no son confiables. Aun nuestra confesión, por más lágrimas que la acompañen y por más que pidamos que la sangre de Cristo nos lave, puede ser impura. La luz del Señor nos hace ver la realidad tal como Dios la ve, y nos guía a no confiar en nuestros pensamientos.

QUE ES LA REVELACIÓN La revelación consiste en ver lo que el Señor ve. La revelación consiste en que Dios abra nuestros ojos, para que veamos las intenciones y pensamientos más profundos de nuestro ser de la misma manera que El los ve.

- Todo aquel que está en la luz y ha recibido revelación de Dios se humilla y cae sobre su rostro.

- ¿Cómo podemos diferenciar lo que es del espíritu y lo que es del alma? ¿Qué proviene del hombre interior y qué del hombre natural? Es difícil ver esto por medio de las doctrinas. Pero si recibimos revelación, será fácil descubrirlo, pues tan pronto como Dios expone nuestros pensamientos y desnuda las intenciones de nuestro corazón, nuestra alma queda separada de nuestro espíritu.

- Que el Señor abra nuestros ojos para que veamos la importancia de la revelación y la disciplina del Espíritu Santo. Estas dos se combinan para juzgar al hombre exterior.

- El Señor nos conceda la gracia de iluminarnos con Su luz, para que así nos postremos ante El y digamos: “Oh Señor, he sido tan necio y tan ciego. Por años he confundido lo que sale de mi hombre natural, pensando que fluye de Ti. Señor, ten misericordia de mí”.

LA ILUMINACIÓN DE DIOS PONE FIN A LO NATURAL El Espíritu Santo utiliza dos medios distintos para actuar en el hombre exterior: La disciplina y la iluminación.

- En ocasiones, el Espíritu Santo se vale de las circunstancias para disciplinarnos y golpear nuestro lado más fuerte; y en otras, nos infunde un suministro abundante de gracia, iluminándonos de una forma especial. Debemos entender claramente que nuestra carne sólo puede refugiarse en las tinieblas; pero cuando éstas se desvanecen, no tiene más donde ocultarse.

- Muchas de nuestras acciones carnales prevalecen porque nunca hemos descubierto que pertenecen a la carne, pero tan pronto brilla la luz, detectamos que son producto de la carne, y tememos seguir actuando de la misma manera.

- La luz prevalece cuando hay abundancia en la iglesia, se predica la Palabra de Dios, se tiene un ministerio sólido y la profecía se practica frecuentemente.

- Cuando Dios nos ilumina, nuestra fe es fortalecida y nos postramos ante El, mas no para hacer peticiones. Muchos son los hermanos que importunan a Dios con peticiones y ruegos mientras El les habla. Esto les impide recibir luz del Señor.

- La salvación del hombre viene en un momento de iluminación de Dios. Vemos nuestro egoísmo y somos libres de él en el mismo momento. Esta iluminación no sólo nos salva, sino que también nos permite ver, para que seamos librados.

- La disciplina del Espíritu Santo es un proceso más lento que la revelación del Espíritu Santo (Iluminación)

LA IMPRESIÓN QUE DEJA EL ESPIRITU Expresamos lo que somos. Si lo que expresamos no concuerda con nuestras palabras y acciones, los demás no recibirán ninguna ayuda de nuestra parte. Lo que expresemos es muy crucial.

- Es crucial que nos preguntemos: “¿Qué impresión reciben de mí los demás? ¿Qué expreso yo?” Ya hemos dejado en claro que el hombre exterior debe ser quebrantado, pero si esto no sucede, la impresión que otros reciban será solamente la de nuestro hombre exterior.

- Cada vez que hablemos con otros, les daremos la desagradable sensación de nuestro egocentrismo, nuestra necedad y nuestro orgullo, o tal vez reciban la impresión de que somos personas muy sagaces y elocuentes.

- Puede ser que logremos causar una buena impresión en los que nos escuchan, pero ¿satisface también a Dios tal impresión? ¿Suple la necesidad de la iglesia? En realidad, ni Dios es satisfecho ni la iglesia necesita nuestra presunta buena impresión.

- Una vez que el creyente pase la experiencia de la disciplina, será edificado y verá la verdad; será demolido y edificado. Sólo entonces podrá tocar la realidad delante del Señor, y podrá decir: “Le agradezco al Señor porque ahora puedo ver que todos estos años de disciplina han tenido el único propósito de librarme de mi característica personal sobresaliente”. Demos gracias al Señor porque El quita los obstáculos que hay en nosotros al golpearnos repetidas veces.

EL RESULTADO DEL QUEBRANTAMIENTO. El Señor trata con nosotros, y lo hará repetidas veces hasta que sea quebrantado nuestro yo, pueden variar los periodos, pero el señor azota a todo el que ama.

- Cuando el Señor vea necesario tocar algún área del hombre exterior (Amor propio, orgullo sabiduría, sensibilidad etc.) Lo hará procurando herirlo y debilitarlo hasta consumirlo.

- Todo aquel que ha sido quebrantado por Dios es dócil ante El.

- ¿Qué es una persona dócil? Es una persona fácil de tratar, alguien a quien le resulta fácil hablar con otros y a quien no se le hace difícil pedir ayuda, le resulta fácil ver sus errores y confesarlos; mentalmente y afectivamente es capaz de aceptar la opinión, consejo, o las enseñanzas de otros; está dispuesto a recibir ayuda siempre en cualquier lugar; Puede tocar sin dificultad el espíritu de los demás, percibir su sentir y no actuar en forma insensible; así mismo es obediente suave y apacible.

- La voluntad de la cabeza se expresa en la voluntad de todo el cuerpo, en consecuencia, cuanto más quebrantamiento experimentemos, más fácil nos será ajustarnos al cuerpo y seguir sus impulsos.

- El mayor beneficio que recibimos del quebrantamiento, no es que nuestros errores son corregidos, sino en que nuestro espíritu se abre y se libera, esto nos hace aptos para recibir la provisión del espíritu, y así podemos aceptar con sencillez la ayuda espiritual de cualquier hermano.

- ¿Qué es la edificación? No es la acumulación de conceptos, ideas o doctrinas, sino un contacto del Espíritu de Dios con el nuestro. El Espíritu de Dios puede brotar de cualquier hermano. Ya sea en una reunión o en privado podemos tener la experiencia de ser alimentados y reconfortados, tan pronto como el Espíritu de Dios se activa en otros. Podemos decir que nuestro espíritu es como un espejo. Cada vez que recibimos edificación, es como si alguien puliera nuestro espíritu y lo hiciera brillar un poco más.

- La comunión del espíritu no es un simple intercambio de ideas y opiniones, sino un contacto de nuestro espíritu con el espíritu de los demás (Salmos 42:7 Un abismo llama otro a la voz de tus cascadas)

LO GENUINO NO SE PUEDE IMITAR El quebrantamiento del Hombre es una experiencia genuina que no se puede imitar solo el quebrantamiento por el Espírito santo lo puede producir.

Def. Sumiso. Obediente, rendido, subordinado, subyugado

Def. Manso. De condición benigna y suave

- Cuando se dice que el creyente debe de ser manso, no significa que deba actuar como si lo fuera; pues la mansedumbre no se produce por el esfuerzo humano, ningún logro personal tiene validez alguna puesto que lo verdadero es producido por el Espíritu Santo

- Nuestra responsabilidad consiste en pedirle al Señor iluminación para reconocer y aceptar Su obra en nuestra vida; debemos ser sumisos bajo la poderosa mano de Dios y aceptar que El no se equivoca en nada.

- Debemos detener toda actividad y actitud negativa que detectemos en nosotros, pero no tratar de falsificar virtudes positivas que no tengamos.

Oremos al Señor: Señor, todo este tiempo he sido ciego; no entendía de donde me querías rescatar ni hacia dónde me querías conducir. Ahora entiendo que deseas quebrantarme; por lo tanto, te rindo mi vida completamente. Señor, no deseo tratar de aparentar lo que es Tuyo, confío en que Tu mismo obrarás en mi.

- Debemos de ser genuinos en nuestro vivir, en lugar de tratar de aparentar lo genuino; debemos confiar en que el Señor añadirá cada día Sus virtudes a nuestra vida.

- La mansedumbre producida por el quebrantamiento es muy diferente, pues no ofrece ninguna resistencia al Espíritu de Dios ni sugiere opinión alguna, ya que es dirigida y usada por El. Ejemplo ( Si el señor le indicara que se ponga de pie y diera una exhortación severa, su mansedumbre natural le impedirá hacerlo y seguramente diría: “oh yo no soy capaz de hacerlo, nunca he hablado así toda mi vida. Que otro hermano lo haga”). Esto es porque la mansedumbre natural no está bajo el control del espíritu si no a su propia voluntad. Esto a diferencia de la mansedumbre producida por el quebrantamiento puesto que está se sujeta al espíritu y no ofrece resistencia.

- Hay que tener especial cuidado con las virtudes que se presentan en la esfera natural y no confundirlas pues estas son sujetas a la voluntad personal, ninguna virtud natural incluye la negación del yo.

- Las personas que son mansas por el carácter y no por el espíritu, solo son dóciles y sumisas cuando todo está a su favor y bajo su control; pero tan pronto se les pide hacer algo que no les agrada, su actitud cambia y su mansedumbre desaparece así como su humildad y todas sus virtudes; dado que se ve amenazado su yo

- NO PODEMOS APARENTAR NI REEMPLAZAR LA EXPERIENCIA DEL QUEBRANTAMIENTO. Debemos humillarnos bajo la poderosa mano del Dios y aceptar su disciplina, pues solo por el quebrantamiento del hombre exterior, se fortalece el hombre interior.

SED FUERTES

- Es posible que algunos hermanos tengan un espíritu débil, pese a que por el quebrantamiento debería de ser fuerte. Si este es el caso no debería orar pidiendo ser fortalecido, lo que debe de hacer es decirse a sí mismo “ ¡se Fuerte¡”; se dice esto con bases solidas pues en la biblia nos manda “¡Fortaleceos¡”.

- Siempre que decida que puede hacer algo lo hará, tan pronto se resuelva el problema del hombre exterior, también el asunto de la fortaleza se resolverá, si declaramos que somos fuertes en el Señor indudablemente lo seremos.

- Nuestro espíritu se libera solo después de que el hombre exterior sea quebrantado. Este es un requisito básico que debe de cumplir todo siervo del Señor

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