La Navidad En Malta

Malta es famosa por las numerosas y populares fiestas que celebra a lo largo del año. La Navidad no es una excepción y la tradición católica de los malteses la convierte en una combinación perfecta de festividad y auténtica devoción.

Las familias decoran el árbol, se cantan villancicos y los niños reciben los regalos deSanta Claus siguiendo las costumbres anglosajonas, pero las iglesias también se llenan de gente durante los servicios religiosos y cada una organiza un rico calendario de eventos al que asistir.

M.U.S.E.U.M. y la procesión del Niño Jesús en Navidad

La procesión del Niño Jesús es una de las más espectaculares tradiciones navideñas del país. Su origen se remonta a 1921, cuando un sacerdote llamado George Preca, fundador de la sociedad cristiana M.U.S.E.U.M. (Magizter Utinam Sequatur Evangelium Universus Mundos), se reunió con los demás miembros y decidió organizar una manifestación popular alrededor de la figura del Niño Jesús en la vigilia de Navidad. Preca no quería una procesión formal, sino "una manifestación de fe y alegría para implicar a la gente en el verdadero espíritu de la Navidad”, según relataba la estudiosaCarmel Bonavia en la desaparecida radio maltesa Voice of the Mediterranean.

Al atardecer, cuando Preca iba a empezar el recorrido en la ciudad de Hamrun encabezado por una figura del Niño Jesús a tamaño natural, la calle se llenó de gente que llevaba diferentes tipos de linternas y lámparas para alumbrarse, desde faros de bicicleta a ramas de olivo.

A lo largo de la procesión, la gente de otros pueblos también se unió y juntos recorrieron las calles de la ciudad cantando villancicos. Con el tiempo, las familias empezaron a decorar sus balcones y ventanas con figuras del Niño Jesús y hoy en día la procesión de luces multicolores en los pueblos y la decoración del Niño son ya parte del folclore maltés que sorprenderá a los turistas.

Los belenes italianos en Malta

Los belenes o presepju llegaron a Malta a través de la nobleza italiana. Aunque inicialmente la población los rechazó e incluso se dedicó a quemarlos, se conserva un nacimiento de 1670 en el monasterio benedictino de San Pedro, en Mdina.

Durante los siglos siguientes los belenes se popularizaron y empezaron a incluir figuras y construcciones propias del país, como los molinos de harina. Además, las figurillas italianas eran caras, por lo que la gente empezó a hacerlas con arcilla común, como recuerda la asociación Amigos del Belén, que salvó la tradición de la decadencia cuando las costumbres anglosajonas empezaron a desplazarla en el siglo XX.

Paseando por los pueblos hoy es fácil descubrir todo tipo de belenes con sus pasture, figurillas que representan pastores y ángeles, en los jardines de sus habitantes e incluso se puede visitar en Ghajnsielem, en la cercana

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