ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Mi Experiencia De Fe


Enviado por   •  27 de Junio de 2015  •  1.082 Palabras (5 Páginas)  •  416 Visitas

Página 1 de 5

Mi experiencia de fe

Para hablar de mi experiencia de fe me es imposible no referirme antes a mi experiencia de Dios ¡Y que difícil siquiera comenzar a pensar en esto! No porque sea muy poco lo que puedo decir, sino, precisamente, por lo contrario. ¡Es tanto lo que Dios me entrega! Quisiera, por lo tanto, comenzar por eso. Dios, como un Dios omnipresente.

Durante todos los años que junto a mi familia he trabajado por y para el Señor lo he visto presente en cada minuto, a pesar de no ser yo siempre un instrumento que se abandona en Él. Dios me ha hablado en cada instante de mi vida y lo he escuchado muchas veces, pero muchas no lo he querido escuchar y otras ni siquiera he notado que está ahí, pero sé que siempre ha estado, y tengo fe en que así será incondicionalmente.

Lo he aprendido a descubrir, de manera especial, en las cosas pequeñas y dejar de buscarlo en el fuego o en el trueno, en el temblor o el huracán, sino que he querido esforzarme por hallarlo en lo débil, en lo pequeño y sencillo, en el susurro, en la brisa, en el silencio de la oración, en una sonrisa, ese don que, como San Alberto Hurtado decía, es tan preciado y que nadie es tan pobre para no poder darlo y tan rico para no necesitarlo… Y es que Dios me ha enseñado algo fundamental en la vida, y es entender y tomar conciencia de cómo Dios siempre nos interpela, nos llama, y nos habla gratuitamente en cada minuto de nuestra vida.

He logrado entender que tanto, una hoja que cae de un árbol, la elección de un nuevo papa, o el Milagro de la Eucaristía es voz de Dios. Dios está presente en todo momento, aunque no podamos verlo. Se hace presente en lo pequeño y, por si eso fuera poco, se hace pequeño y entrega su vida por nosotros. Lo hizo hace dos mil años y lo hace a diario en el altar. Él, que es Dios, se hace débil, se humilla y muere por mí.

En mi vida, aunque no tenga mucha experiencia ni mucho tiempo en esta tierra, he conocido el amor de Dios desde que fui engendrada, desde la pansa de mi madre al amarme tanto y enviarme a una familia hermosa entregada a él, una familia fuerte, con su espíritu y su fe tan firme. Que nos fue inculcado sin dudarlo por mi abuela, ella que fue un instrumento de Dios y creo que uno de los instrumento más valioso de estos tiempos, ella que se supo ganar el cariño de todo quien la conocía, que nunca puso como excusa los fuertes dolores corporales que sentía y siempre accedió a ayudar al que le necesitaba, a rezar por un alma que necesitaba de su oración para llegar a Dios, ella que era capaz de llegar arrastrada a la iglesia si sus piernas no aguantaban, ella que siempre puso a nuestro Señor en primer lugar porque aunque su cuerpo era débil su espíritu y su amor a Dios y al prójimo eran fuertes. Esa misma fortaleza que fue heredado a sus hijos también, a nosotros sus nietos, y que nos ayudó a sobre llevar y a no revelarnos contra la voluntad

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.7 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com