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Mil caras del hinduismo


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2018  •  Reseñas  •  2.905 Palabras (12 Páginas)  •  218 Visitas

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LAS MIL CARAS DEL HINDUISMO[pic 1]

El Hinduismo reivindica la religión viva más antigua del mundo. Cuenta con mil millones de fieles, el 90 por 100 de los cuales se encuentran en India. El Hinduismo moderno es el resultado de un complejo proceso de evolución y de integración de diversas corrientes. De modo que non consiste en una única religión sino en una determinada forma de vida. Por ello, sería más adecuado decir que el hinduismo es una familia de religiones, un conjunto de sistemas culturales y filosóficos que no comparten ni a su fundador, ni un texto sagrado en común, ni siquiera una serie de doctrinas universales.

Las remotas raíces de lo que actualmente llamamos hinduismo se remonta a la civilización que prosperó en el valle del Indo y en sus alrededores, la “tierra de los siete ríos”, o Sapta-Sindhu (el origen de la palabra hindú), en torno al año 2.500 a 2.000 A.C. Este antiguo imperio Indio fue en su época mayor que el de Egipto o el de Mesopotamia. La llegada de los Arios de las estepas del Norte revitalizó la zona y surgieron una serie de textos en sánscrito, cuyo conjunto conforma los denominados Vedas (“Saberes”). Existen cuatro Vedas, que todos los hindúes conocen y de los cuales el Rig Veda es el más célebre.

Originariamente, los creyentes de la religión védica eran viajeros, comerciantes y, en ocasiones, asaltantes de caminos. Sin embrago, a partir del S. VII un grupo de místicos que integraban la tradición empezó a promover un cambio profundo que implicaba la paz y la espiritualidad interior. Su doctrina se encuentra en los Upanishad, que tiene una gran influencia de los Vedas y, como estos son considerados textos sagrados por los hindúes modernos.

El hinduismo evolucionó a partir de la religión védica de la era axial, incorporando a lo que antaño había sido una severa y restrictiva tradición una deslumbrante y colorida colección de divinidades, efigies y templos. De hecho, el término “Hindú” sólo empezó a usarse en torno al siglo XIII D.C., y el hinduismo no surgió como una religión con entidad propia hasta los siglos XVIII y XIX, cuando la India empezó a convivir con sus colonizadores europeos. Este nuevo hinduismo enseñaba que, puesto que lo divino es infinito, no podía reducirse a una sola expresión: Ni a Brahma, el poder trascendente e impersonal del Universo, ni a Bhagavan ni a Ishvara, los términos del sánscrito para “Señor” y “Dios”, y que designaba una fuerza creadora y destructora supremas. Así, se adoraba a una multitud de divinidades cada una de las cuales expresaba los distintos aspectos de la totalidad. Shiva y Visnú son las divinidades Visnú y Shiva. En el hinduismo existen muchas escuelas, y cada una de ellas tiene su propia filosofía y adora distintas formas de Divinidad. Las diversas escuelas pueden dividirse sencillamente en cuatro ramas: Vaisnava, Saiva, Sakta y Smarta.[pic 2]

 La rama Vaisnava, la más numerosa de las cuatro, rinde culto a Visnú y a su poder de manifestarse en forma humana. En nueve ocasiones distintas, habitualmente en épocas de gran crisis, Visnú descendió de los cielos para salvar a la tierra. Muchos fieles creen  que la próxima vez que descienda será un signo del fin del mundo. Las dos manifestaciones más conocidas son Krishna y Rama, y las dos son protagonistas de relatos épicos donde se narran sus obras heroicas para restablecer el orden moral y el equilibrio en el mundo.. A Visnú se le representa con cuerpo humano, piel azul y cuatro brazos. Se le asocia habitualmente con la luz y el sol.

La rama Saiva rinde culto a Shiva, una personalidad contradictoria, en ocasiones ascética y en otras hedonista, que destruye pero para crear algo nuevo y más puro. Shiva también se representa con cuerpo humano, pero con un tercer ojo, el de la sabiduría. Por su parte la rama  Sakta, adora lo femenino, la Madre Divina, habitualmente a través de su forma de Laksmi, una diosa muy popular, representada como una hermosa mujer con cuatro brazos sentada sobre una flor de loto. Encarna las virtudes del trabajo, la riqueza, la virtud y al valentía. Por último, la rama de los Smarta se consagran a cinco(y en algunos casos seis) divinidades, cuya unión, según creen, caracteriza lo divino.

El nacionalismo indio.

En su lucha por liberarse del dominio colonial, durante los siglos XIX y XX, los nacionalistas Indios exaltaron la estrecha conexión  el hinduismo, la cultura India y la identidad nacional. Pero existen otros vínculos entre los hindúes, como los Vedas, determinadas prácticas rituales y conceptos filosóficos como el Samsara  y el  Dharma.  Samsara,  el ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación, gobernado por el Karma, es uno de los principales pilares del hinduismo que, por lo demás, comparte con otras fes.

El Dharma alude en el hinduismo a una moralidad general que indica cómo debe tratar cada individuo a los demás. Incluye el imperativo de ayudar a los otros, y de servir a Dios, obrando de un modo virtuoso y ético. Cada individuo posee su propio Dharma, su sva-dharma. En el hinduismo, el código moral prescrito en el Dharma es tan importante que para los hindúes un nombre alternativo para la fe es “Sanatana Dharma”,  que en sánscrito significa “ley eterna”.

        

EL CULTO HINDU

Los patrones del punja hindú (el culto) son my numerosos y variados, y forman una urdimbre con el tejido culltural y social de la vida cotidiana en la India.  Pues, el punja puede celebrarse conjuntamente en  el templo, pero se considera principalmente como una meta personal y sólo tiene un verdadero valor cuando se realiza en solitario en el santuario de las casas o a través de a meditación.

Los ritos y los rituales hindúes están destinados a recordar constantemente a los creyentes la ubicuidad de lo divino. Su meta es la Moksa(la liberación del ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación, llamado Samsara) que anticipa la unión definitiva y eterna con Brahma.

Para los hindúes acudir  a los templos no es una obligación. De hecho, sólo los hindúes los visitan cuando se celebran  las fiestas más importantes. El principal objeto de su adoración son los iconos de los dioses que tiene en sus casas. Estos iconos no se consideran meras imagenes sino manifestaciones de la divinidad (aunque dada la pluralidad que existen en el seno del Hinduismo, hay algunas sectas, como la de Arya Samaj, que niegan esta concepción). La oración a menudo suele consistir en cantos o en la lectura de pasajes de los textos sagrados.

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