Muro De Jerico
danslyqa17 de Junio de 2015
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EL CERCO DE JERICÓ
Esta Oración de liberación está inspirada en la preparación para la entrada o toma de Jericó (la Tierra Prometida por Dios), pues debían derribarse las murallas para que el Pueblo de Israel pudiera entrar (interpretado teológicamente); así también nosotros tenemos muchas veces murallas o bloqueos espirituales en nuestras vidas y necesitamos que sean derribadas por el poder de Dios y con la ayuda de las oraciones de liberación.
Se reza por siete días y se recomienda hacerlo en el Templo, frente al Santísimo, solo o en grupo de 2 o más personas utilizando los sacramentales.
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Invocamos a la Santísima Trinidad: Del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
1) Invocamos al Espíritu Santo y pedimos perdón
¡Ven Espíritu Santo! y llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía Señor tu espíritu y todo será creado, y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios que aleccionaste los corazones de tus fieles, con la ciencia del Espíritu Santo.
Haz que guiados por este mismo espíritu, saboreemos la dulzura del bien y gocemos siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Pidiendo Perdón: Yo pecador.
Yo pecador reconozco delante de Dios Todopoderoso, y ante vosotros hermanos que he pecado mucho de pensamientos, palabras, obras y omisiones. Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén. (Breve silencio).
2) Profesión de Fe: Se reza el Credo.
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su Único Hijo nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día, resucitó de entre los muertos.
Subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
3) Peticiones: Sea quebrado, destruido todo poder de Satanás y sus ángeles apóstatas rebeldes sobre estas personas, familias, comunidades y pedidos o necesidades - con Fe nombramos a Personas, Familias, Comunidades, motivos, encomendándolas a Nuestro Señor Jesucristo – Breve silencio (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
4) Oración a la Sangre de Cristo y Renuncia
Señor, no quiero hacer parte de nada que pueda ofenderte. Quiero ser tuyo/a, me entrego a Ti y confieso que Tú Jesús eres mi Señor. Revísteme con tu Sangre, Señor. Que tu Sangre sea barrera insuperable entre mí y el enemigo. Señor Jesús, que el enemigo sea sometido y se postre a los pies de tu Cruz. Amén.
Señor Jesucristo, por tu Santa Cruz, por tus llagas, por tu preciosísima sangre, por tu santo y gran nombre renuncio de todo corazón:
- A satanás, a todas sus seducciones y obras, a sus mentiras.
- A todo vicio del pecado, a toda esclavitud de los sentidos, al mal contra mí y contra mi prójimo.
- A todo espíritu de confusión, a los disturbios en mis sentimientos, a la agresividad, al odio y rencor, a la venganza y a la ira, a no creer en Dios y en su amor, a la decepción y a la desesperación.
- A todo espíritu de muerte y deseo de muerte de los demás, deseo de autoflagelación y suicidio, renuncio a la angustia.
- Renuncio a todo espíritu de maldición, blasfemia, chismes y mentiras.
- A todo espíritu de promiscuidad, de prostitución y adulterio, a toda práctica homosexual, al vicio de la masturbación y a la excitación por pornografía.
- A la brujería, espiritismo, adivinación, evocación de los muertos.
- A todos los espíritus que fueron evocados sobre mí o sobre mi familia.
Señor Jesús pido que rompas todo yugo hereditario que pesa sobre mí, todas las maldiciones, tendencias al mal. Que todo lo que recibí de mis antepasados sea tocado por tu sangre redentora.
Destruye, Señor, todas las consagraciones, pactos, bautismos y otras señales de consagración al espiritismo, a la magia o a cualquier secta. Renuncio a todos los beneficios o falsos beneficios obtenidos por esos medios. (Gloria).
5) Lectura Orada: Josué 6, 1-20 (el último día será orado 7 veces)
Jericó estaba bien cerrada y puestos sus cerrojos por miedo a los israelitas: nadie salía ni entraba.
Yahveh dijo a Josué: «Mira, yo pongo en tus manos a Jericó y a su rey. Vosotros, valientes guerreros, todos los hombres de guerra, rodearéis la ciudad, (dando una vuelta alrededor. Así harás durante seis días.
Siete sacerdotes llevarán las siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca. El séptimo día daréis la vuelta a la ciudad siete veces y los sacerdotes tocarán las trompetas).
Cuando el cuerno de carnero suene (cuando oigáis la voz de la trompeta), todo el pueblo prorrumpirá en un gran clamoreo y el muro de la ciudad se vendrá abajo. Y el pueblo se lanzará al asalto cada uno por frente a sí.» Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les dijo: «Tomad el arca de la alianza y que siete sacerdotes lleven las trompetas de cuerno de carnero delante del arca de Yahveh.»
Al pueblo le dijo: «Pasad y dad la vuelta a la ciudad y que la vanguardia pase delante del arca de Yahveh.»
(Se hizo según la orden dada por Josué al pueblo). Siete sacerdotes llevando las siete trompetas de cuerno de carnero delante de Yahveh pasaron y tocaron las trompetas; el arca de la alianza de Yahveh iba tras ellos;
la vanguardia iba delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas y la retaguardia marchaba detrás del arca. Según iban caminando, tocaban las trompetas.
Josué había dado esta orden al pueblo: «No gritéis, ni dejéis oír vuestras voces (que no salga ni una palabra de vuestra boca) hasta el día en que yo os diga: "Gritad." Entonces gritaréis.»
Hizo que el arca de Yahveh diera la vuelta a la ciudad (rodeándola una vez); luego volvieron al campamento, donde pasaron la noche. Josué se levantó de mañana y los sacerdotes tomaron el arca de Yahveh.
Siete sacerdotes, llevando las siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca de Yahveh, iban caminando y tocando las trompetas según caminaban. La vanguardia iba delante de ellos y la retaguardia detrás del arca de Yahveh, desfilando al son de las trompetas.
Dieron (el segundo día) una vuelta a la ciudad y volvieron al campamento. Se hizo lo mismo los seis días.
El séptimo día, se levantaron con el alba y dieron la vuelta a la ciudad (según el mismo rito) siete veces. (Sólo aquel día dieron la vuelta a la ciudad siete veces.)
La séptima vez, los sacerdotes tocaron la trompeta y Josué dijo al pueblo: «¡Lanzad el grito de guerra, porque Yahveh os ha entregado la ciudad!»
«La ciudad será consagrada como anatema a Yahveh con todo lo que haya en ella; únicamente, Rajab, la prostituta, quedará con vida, así como todos los que están con ella en su casa, por haber ocultado a los emisarios que enviamos.
Pero vosotros guardaos del anatema, no vayáis a quedaros, llevados de la codicia, con algo de lo que es anatema, porque convertiráis en anatema todo el campamento de Israel y le acarrearíais la desgracia.
Toda la plata y todo el oro, todos los objetos de bronce y de hierro, están consagrados a Yahveh: ingresarán en su tesoro.» El pueblo clamó y se tocaron las trompetas. Al escuchar el pueblo la voz de la trompeta, prorrumpió en gran clamor, y el muro se vino abajo. La gente escaló la ciudad, cada uno frente a sí, y se apoderaron de ella. (Gloria).
6) Lectura Orada: Efesios 6, 10-20
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.
Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio, del cual yo soy embajador en medio de mis cadenas. ¡Así podré hablar libremente de él, como debo hacerlo!. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
7) Lectura Orada: Salmo 90
Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, di al Señor: “Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío”. Él te librará de la red del cazador y
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