PRINCIPALES ADVOCACIONES DE LA VIRGEN EN LATINOAMERICA

PRINCIPALES ADVOCACIONES DE LA VIRGEN EN LATINOAMERICA

Para iniciar con este trabajo debemos recodar los países que hacen parte de este basto lugar que es Latinoamérica; estos países son:

• México
• Belice
• Honduras
• Guatemala
• El salvador
• Costa Rica
• Nicaragua
• Rep. Dominicana
• Panamá
• Colombia
• Venezuela
• Ecuador
• Perú
• Brasil
• Guyana
• Surinam
• Bolivia
• Paraguay
• Argentina
• Chile

También debemos tener en cuenta que en Belice, Guyana y Surinam no existen advocaciones.

MÉXICO: NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

En la Villa de Hidalgo, popularmente conocida como “Villa de Guadalupe”, en la zona norte de Ciudad de México, se encuentre la célebre y monumental basílica erigida en honor a Nuestra Señora de Guadalupe. Patrona de México, fue declarada Celestial patrona y Emperatriz de América Latina por Pío X y en 1997 su patronazgo se extendió a todo el continente. Su fiesta se celebra con especial fervor y masiva asistencia de devotos cada 12 de diciembre.

Se refiere a la crónica que, entre el 9 y 12 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se manifestó en cuatro oportunidades al humilde Juan Diego, cuyo nombre indígena era Cuauhtlatoatzin, traducido como “águila que habla” o “el que habla como águila”. La imagen que se conserva de Nuestra Señora de Guadalupe es la que quedó impresa en el ayate o tilma donde Juan diego llevaba las rosas. La imagen sigue intacta como cuando se produjo la aparición en 1531. diversos estudiosos han afirmado que en los ojos de la Virgen se reflejan pequeñas figuras humanas, así como la escena en la cual el Obispo Zumárraga y otros testigos quedaron admirados cuando Juan Diego abrió su manta descubriendo la sagrada imagen.

HONDURAS: NUESTRA SEÑORA DE SUYAPA.

En la aldea de Suyapa, a escasos Kilómetros del a ciudad de Tegucigalpa, capital de honduras, se encuentra el santuario de Nuestra Señora de Suyapa, declarada Patrona del país en 1925 por el papa Pío XI. Su fiesta, celebrada cada 3 de febrero, rememora el día que la sagrada imagen fue hallada por un humilde campesino de nombre Alejandro Colindres.

En el momento de la fundación del Real de Minas de San Miguel de Tegucigalpa, actual capital de Honduras, Carlos Ferrufino acudió al gobernador de la provincia de Honduras, Francisco Romero, para solicitar que le concediese unas tierras para cultivar y atender allí su ganado. En este terreno, antiguamente llamado Supelepaca, se halla hoy en día la aldea de Suyapa, donde se inició el culto de la Madre de Dios. El título de la advocación proviene de la localidad donde fue hallada la imagen de la Virgen. Suyapa deriva de la voz indígena coyapa, que significa “en el agua de las palmeras”.

Refiere la crónica que una sencilla mujer, Isabel de Colindres, vecina de Suyapa, tenía numerosos hijos y cada día mandaba a alguna de ellos a trabajar en los campos de las montañas Piligüín. Un sábado del mes de febrero de 1747, su hijo, el joven labrador Alejandro Colindres, en compañía de su pequeño sobrino Lorenza Martínez, emprendieron el regreso a la aldea se Suyapa después de un día de arduo trabajo, en el que estuvieron cosechando maíz.

Habían andado la mitad del camino cuando cayó la noche y decidieron detenerse en el lugar denominado Quebrada del Piligüín. Quisieron tumbarse en el suelo a descansar del largo trecho recorrido, pero, al recostarse, el joven Alejandro sintió una incomodidad en su espalda. Suponiendo  que se trataba de una pequeña piedra, sin ver lo que había tomado en sus manos, lanzo el objeto a lo lejos. De nuevo intentó dormirse y volvió a sentir la misma molestia. Esta vez, intranquilo y curioso ante la sucedido, tomó el desconocido objeto y, sin apreciarlo, lo guardó en la alforja. Cuando comenzó a amanecer emprendieron el camino a su casa, y al abrir el morral, con sorpresa constataron que el enigmático objeto era una bella y pequeña talla de la Virgen Inmaculada.

GUATEMALA: NUESTRA SEÑORA DE SANTA MARIA DEL ROSARIO

En la ciudad Antigua, en Guatemala, se encuentra la iglesia de Santo Domingo donde se venera a Nuestra Señora de Santa María del Rosario, declarada Reina y Patrona de Guatemala en 1833 con autorización del papa Pío XI. Aunque su gran fiesta se celebra el 7 de octubre, durante todo el mes se realizan actividades en honor a Nuestra Señora, en las que adquiere especial relevancia el rezo del santo Rosario.

La devoción por Nuestra Señora del Rosario comenzó a ser muy popular durante el siglo XV, a raíz de la batalla de Lepanto, cuyo triunfo fue atribuido por los papas San Pío V y Gregorio XIII a la milagrosa intercesión de Nuestra Señora. La popularidad de esta advocación se extendió por tierras latinoamericanas y, entre los guatemaltecos, su culto comenzó a difundirse con la llegada, en 1529, de los frailes dominicos al valle de Almolonga, que fue capital de Guatemala durante la época colonial y hoy en día es conocida como “Ciudad Vieja”. La orden de los dominicos estableció y divulgó la costumbre de rezar el Rosario y, en 1559, por voluntad y deseo del obispo Francisco Marroquín, gran devoto de la Virgen, se fundó la primera Cofradía del Rosario para fomentar el culto.

Se cuenta que, hacia 1592, varios discípulos de nombre desconocido del maestro sevillano Andrés Revolledo, se dieron a la tarea de crear la imagen de la Virgen. Nuestra Señora de Santa María del Rosario es una esbelta imagen de plata de dos metros de altura, modelada por encargo del padre dominico fray Lope de Montoya. La imagen de la Virgen, revestida con ropajes ricamente bordado, porta cetro y una corona confeccionada con varias y múltiples piedras preciosas.

EL SALVADOR: NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ 

En la antigua Ciudad de San Miguel, ubicada a 140 kilómetros de la capital  salvadoreña, se encuentra la imponente catedral de San Miguel, donde se venera a Nuestra Señora de la Paz, patrona de la ciudad y de la República de El Salvador. Su festividad litúrgica se celebra cada 21 de noviembre, fecha en la que se conmemora la llegada de la santa imagen a la ciudad.

La leyenda popular sostiene que transcurría el año 1682 cuando, en las costas del Mar del Sur, en El Salvador, unos comerciantes encontraron abandonada una caja de madera cuyo peso era excesivo. Intentaron abrirla, pero estaba cerrada y sellada de manera tan hermética que desistieron del empeño y la dejaron en el lugar. Más tarde, otros comerciantes que por allí pasaban divisaron la caja y, suponiendo que contenía algún objeto muy precioso y valioso, decidieron colocarla sobre el lomo de un asno para trasladarla hasta la ciudad de San Miguel y abrirla allí. Tras un largo y peligroso viaje, realizado por caminos, montañas y senderos donde se guarecían asaltantes, los mercaderes llagaron a la ciudad el 21 de noviembre, dirigiéndose de inmediato a las autoridades civiles para participarles el hallazgo. Cuando se encontraban en los alrededores de la iglesia parroquial, el asno se detuvo sin que nadie pudiese moverlo del lugar. Entonces, admirados, constataron que, sin mayor esfuerzo, lograron abrir la caja y descubrieron, entre numerosas envolturas de papel, una resplandeciente imagen de Nuestra Señora.

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