Plan Maestro Desarrollo Espiritual

INTRODUCCION

El sistema educacional adventista obedece a la directa orden dada por el Señor Jesús en Mateo 28:19: “Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”  lo que direcciona   a las instituciones educacionales adventista a integrar en su programa educacional un sistema de enseñanzas que vaya  en armonía con los  grandes principios que enseña la biblia y que la iglesia adventista del séptimo día sustenta, este sistema tiene como objetivo, presentar un mensaje de salvación a una raza perecedera, integrada a los objetivos académicos que exige el Ministerio del Poder Popular para la Educación, si bien desde el punto de vista religioso,  la prioridad y ultimo objetivo  es la salvación de los estudiante, no por eso se le resta importancia al pensum académico que  demanda el Estado, del cual se tiene sumo cuidado que se den en el mejor bienestar para el máximo rendimiento escolar del alumnado.

Para lograr dicho cometido, la iglesia adventista a través de sus instituciones escolares y académicas,  ha desarrollado a través de su larga experiencia en la rama de la educación, el programa piloto conocido como “Plan Maestro de Desarrollo Espiritual”, donde agrupa todo el conjunto de actividades espirituales, que desarrolla a lo largo del año escolar, con fecha y ocasiones especiales, a fin de lograr el cometido divino, estas actividades no se limitan solamente al alumnado sino que busca captar con el mensaje de salvación a todos los que hacen vida dentro de la institución, sea alumno, docente, cuerpo administrativo, mantenimiento y de cualquier otra índole, a fin de que todos sean alcanzados y arropados por las verdades eternas de redención, que es parte integral de la reivindicación del carácter de Dios, sus cualidades en el carácter marchito del hombre, no en vano la Sra. Elene White escribió, que “La Verdadera educación significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. Significa más que una preparación para la vida actual. Abarca todo el ser, y todo el período de la existencia accesible al hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales. Prepara al estudiante para el gozo de servir en este mundo, y para un gozo superior proporcionado por un servicio más amplio en el mundo venidero” La Educ. pág. 13.

Basados en estos conceptos, la educación adventista ha desarrollado con la ayuda divina  una filosofía de enseñanza muy objetiva a los largo de la historia de la iglesia, dejando muy en claro el propósito y el objetivo de la enseñanza adventista, creemos  como iglesia que el acto de “hacer discípulos” como lo ordeno el Señor Jesús, consiste en restaurar en el hombre la imagen y la perfección divina con el cual fue creado, esto es el gran significado de “ser discípulo”, que el hombre y la mujer vuelva nuevamente a parecerse a su creador, que recupere la imagen de su hacedor, mas allá el de una imagen física el hombre pueda reproducir en su carácter el carácter de Dios, pero esta meta no se consigue de la noche a la mañana, porque ha sido largo el daño que el pecado ha causado al carácter del hombre y por causa de esto, el proceso de restauración  también se ha de convertir en un proceso largo que requiere el aprovechamiento de los primeros años de vida, y que persiste como un proceso de toda la vida, este proceso debería iniciar primero y cimentado en el hogar y afianzado en la escuela, que a la vez es pulido y reforzado en la iglesia, pero lamentablemente la sociedad ha descartado esto valores en casa y se ha abandonado la verdadera fe de la iglesia apostólica, por eso cobra un significado valor la influencia de la escuela adventista en este proceso, porque es la que tiene oportunidad de brindar la verdadera educación y virtud de confiársele la educación de los niños de hogares no adventista, transformándose esto en la oportunidad de redimir a través de la evangelización educativa, es aquí donde el colegio y la escuela cumplen su propósito final, desarrollar buenos hábitos y fomentar un estilo de vida que involucre al Señor del cielo en la vida de los estudiantes, al tal punto que los estudiante reproduzcan el carácter divino y que lleguen a ser hombres y mujeres de Dios y una bendición para quienes lo rodeen, y que cuando el señor aparezca en las nubes de los cielos ellos también formen parte del pueblo que ira al cielo.

Es el deseo y propósito de esta institución Colegio adventista Alejandro Oropeza Castillo cumplir con esta noble misión, para el cual, se presenta y se desarrolla este Plan Maestro de Desarrollo Espiritual, que abarca de forma sencilla el plan de trabajo para el año escolar 2016 – 2017.

NUESTROS VALORES Y PRINCIPIOS

Tenemos la responsabilidad de guiar a nuestros jóvenes a interrogar a la biblia, a partir de sus problemas e inquietudes. Debemos estudiar junto a ellos la vida de hombres y mujeres que, si bien vivieron en contextos distintos de los actuales, tuvieron problemas y crisis existenciales semejantes a los que viven los adolescentes hoy. La experiencia de Daniel, Ester, José, entre muchos otros, nos enseña como actuar en un mundo que se burla de la moralidad y de los valores bíblicos. Al estudiar dichas historias, que constituyen ejemplos prácticos de vidas bendecidas por nuestro Padre celestial, encontraremos valores y principios acordes a la voluntad de Dios.

No se debe olvidar que la transmisión de valores implica un testimonio constante; los discursos y las explicaciones, muchas veces, sobran. Es el ejemplo de nuestra vida autentica, cimentada en la Roca firme, lo que puede ayudar y formar a otros. Pero antes, es necesario poder replantear cuales están siendo nuestros valores y prioridades, y se están a la altura de lo que Dios nos exige.

Cristo basó sus enseñanzas no solo en lo que trasmitía verbalmente, sino principalmente sobre sus actitudes y comportamientos, sanando enfermos, escuchando a mujeres y niños, reuniéndose con personas no queridas de la sociedad judía, para sus observadores, sus actos hablaban más que sus palabras, las sagradas escrituras nos recuerda que “Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” Juan 7:45-46. La pluma inspirada adiciona sobre este episodio lo siguiente “El testimonio respecto a Jesús fue: "¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!" (Juan 7:46). La razón de que Cristo hablara como ningún otro hombre ha hablado era que vivió como ningún otro hombre ha vivido. Si no hubiera vivido como lo hizo, no habría podido hablar como habló. Sus palabras penetraban con su poder convincente, porque manaban de un corazón puro y santo, rebosante de amor y simpatía, caridad y verdad. . . En lugares Celestiales, Domingo 18 de Agosto. Jesús transmitía enseñanza que se grababan a fuego en el corazón de quienes lo rodeaban. Cristo revelo que la honestidad, la bondad, la justicia, la misericordia, el amor al prójimo y el poner en primer lugar a Dios son principios esenciales en la vida de un cristiano. Escudriñando su vida es como descubriremos los valores fundamentales para nuestro diario vivir, los cuales influirán también para que otras personas lo acepten y vivan para él.

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