Política Vs Cristianismo

Desde Barak Obama, hasta los más revolucionarios como los sudamericanos Hugo Chavez† y Evo Morales. Todos ellos son símbolos de la política americana. Ya sea por su gran poder o por su carísma, tienen adeptos y fieles seguidores que hace de ellos fuertes líderes sociales y políticos.

Ahora, ¿los cristianos debemos tener un rol protagónico en la vida política?

“La motivación de tener cargos en la área política muchas veces nos atrae como cristianos a involucrarnos en

ella, el gobierno de Dios puede extenderse a través de los hijos de él y la pregunta natural nace instantáneamente, ¿Es recomendado que un Cristiano asuma roles políticos?, ¿Qué tan válido es que un Cristiano tenga un rol de gobierno dentro de un estado o comunidad?, ¿Qué aconseja Dios acerca de esto y cuál debería ser la postura de los cristianos frente a la politica?”

En un artículo que escribí hace algunos años atrás, me plantié las mismas interrogantes del texto anterior. ¿Deben los cristianos estar insertos en la política de Estado?

1. Introducción

La política, del griego πολιτικος (pronunciación figurada: politikós, «ciudadano», «civil», «relativo al ordenamiento de la ciudad»), es una actividad de gobernar a un determinado grupo de personas o localidad en su beneficio. Ésta, busca el ordenamiento de las ideas y la

representatividad de las personas.

La ciencia política es una ciencia social que estudia dicha conducta de una forma académica utilizando técnicas de análisis político; los profesionales en esta ciencia adquieren el título de politólogos, mientras quienes desempeñan actividades profesionales a cargo del Estado o se presentan a elecciones se denominan políticos.

En Atenas el término política fue muy usado en el siglo V A.C., en especial gracias a la obra de Aristóteles, titulada, Política. El definía al ser humano como un animal político por excelencia. Que no podía desligarse de la política o de opinar acerca de ella.

La política tiene que ver con el poder. El poder de realizar cosas que cambien al mundo o el entorno en el que se desarrolla la política, y ella está amparada en la esperanza de la realización de los objetivos de las personas, esa es la llama que mueve a los políticos genuinos y a los participantes de la política. Todos nosotros deseamos poder construir hospitales, centros de acogida, ayudar a los pobres, pero sin el dinero de todos y el apoyo de alguno malamente esto se podría realizar.

¿Qué nos dice la Biblia acerca de los Gobiernos y sus líderes?

“Toda alma a potestades superiores sométase. Que no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios ordenadas son.” (Romanos 13: 1.)

“Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

2.1 El cristiano y la política (Bert B. Beach)

¿Debe desempeñar el cristiano algún papel en la política? ¿Pueden un miembro o la iglesia misma estar involucrados en la política? ¿Cómo

deben relacionarse ellos con el estado y con las autoridades políticas del momento? Estas y otras preguntas han surgido desde el mismo nacimiento de la iglesia cristiana.

Algunos creen que la iglesia no tiene ningún papel político que desempeñar, y que el papel del cristiano, como individuo, es insignificante. Esta idea está fundada en el concepto de que el reino de Cristo no es de este mundo. Otros insisten que tanto los individuos como la iglesia tienen responsabilidades sociopolíticas indiscutibles para mejorar las condiciones de vida. Algunos cristianos van varios pasos más allá alegando que la tarea más grande del cristianismo es trabajar para lograr un orden político cristiano que conduzca al establecimiento del reino de Dios en la tierra. Entre estas dos tendencias extremas existe una gran gama de variaciones.

El ejemplo de Cristo

Jesús no asumió la posición de ser un reformador o defensor sociopolítico. Tampoco enunció ninguna plataforma política. Las tentaciones en

el desierto tenían una clara dimensión política y él las resistió (Mateo 4). A pesar de que tuvo más de una oportunidad para asumir el mando del pueblo aprovechando situaciones en que se podría dar un golpe de estado (por ejemplo, la alimentación de la multitud y la entrada triunfal a Jerusalén).

La Biblia y la responsabilidad sociopolítica

El punto de vista cristiano es que los hombres y mujeres no son una resaca que flota en el mar de la vida, sino personas con un papel responsable que desempeñar y con un futuro brillante. Por lo tanto, el cristianismo no es una religión de un individualismo insular o de una introversión aislante, sino que es una religión de comunidad. Los dones y las virtudes cristianas conllevan implicaciones sociales.

El dilema de la doble ciudadanía

Los cristianos sinceros afrontan el dilema de la doble ciudadanía. Por un lado, pertenecen al reino de Dios y por otro, a su país de

ciudadanía. Son parte de la “nueva humanidad” y viven en medio de la “vieja humanidad”. ¿Existe aquí un conflicto inherente? ¿Debe la juventud adventista escoger una ciudadanía y renunciar a la otra? No cabe duda de que en algunas ocasiones puede haber un conflicto cuando las demandas o deberes de una ciudadanía chocan con los de la otra. En tales casos la Escritura es clara: “Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

El “no hacer nada” es una acción política

Dios no le pide a la “gente buena” de la sociedad que se mantenga fuera del proceso gubernamental y se aleje del control socio-político y económico, dejándolo en manos de los “malhechores”. Los cristianos deben ser la sal y la luz de un mundo social y por lo tanto no pueden optar sencillamente por salirse del proceso político. En realidad, una abdicación tal sería en sí una acción política que abre el camino para el control político, es una receta segura para que el pecado llegue a ser el amo. Los adventistas tienen tanto el derecho como el deber de usar su ciudadanía terrenal con el fin de mantener a la iglesia de represiones.

Deberes de la ciudadanía

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