Prisionero De Esperanza
CESARHQ4 de Septiembre de 2013
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PRISIONEROS DE ESPERANZA
Sermón: PRISIONEROS DE ESPERANZA
Por Pablo Itzep.
Sacado de los sermones de Spurgeon.
«Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua. Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza, hoy también os anuncio que os restauraré el doble» (Zacarías 9:11-12).
Este es un texto maravilloso para aquellos que están en un estado de mente muy bajo. ¡Quiera el Señor hacerlo una bendi¬ción a ellos!
I. LA CONDICIÓN DE LOS TRISTES. «Prisioneros en una cisterna seca.»
1. Prisioneros: Sin libertad.
2. Prisioneros en una cisterna, de donde es imposible es¬capar. La oscuridad es insoportable; la mala suerte, inevitable; las incomodidades, terribles.
3. Prisioneros en una cisterna donde no hay agua, sedien¬tos y desconsolados, expuestos a perecer de sed. La comodidad en el pecado es mortal; la ausencia de tal consuelo es esperanzadora.
II. LA CAUSA DE SU LIBERACIÓN. «Y O HE SACADO A TUS PRISIONEROS.»
1. El Señor, en su omnisciencia, vigila a los que se hallan en la prisión de este mundo y sabe qué clase de prisio¬neros son.
2. Tiene el poder de libertar a los prisioneros. ¿Quién pue¬de aprisionar a los que él liberta?
3. Los liberta «por la sangre».
Por la expiación hecha por el pecado.
Por la paz creada en la conciencia del penitente.
Que las almas conozcan la bendición del Pacto y el
poder de la sangre de Cristo, y ya no se sentirán más prisioneros.
III. LA RECOMENDACIÓN A LOS PRISIONEROS. «Volveos a la fortaleza vosotros los prisioneros de esperanza.»
1. Que hagan de la esperanza su característica. Cuando se
1. sientan libres estos prisioneros, que esperen; y así ven¬drán a ser «prisioneros, pero de la esperanza».
2. Que hagan de Cristo su fortaleza.
3. Que se vuelvan a El todos los días.
4. Que se vuelvan a El cuando se sientan prisioneros por algún motivo.
IV. El CONSUELO DADO A AQUELLOS QUE HAN VUELTO A LA FORTALEZA:
«Hoy también os anuncio que os restauraré el doble.»
1. Dios da un pronto consuelo a los que se vuelven a Jesús. «Hoy os anuncio.»
2. Dios es abundante en su misericordia: «Que os restau¬raré el doble.»
El doble de vuestra tribulación (Job 13:10).
El doble de vuestra esperanza (Is. 61:7).
El doble de vuestros éxitos conseguidos: «Gracia por gracia» (Jn. 1:16).
El doble de vuestra fe más amplia (Ef. 3:20).
3. Lo firmemente consoladora que es esta promesa. Obser¬vad cuan clara y sencilla: «Yo os anuncio.» Presente: «Hoy.»
Positiva: «Hoy también os anuncio.» Personal: «Que os restauraré.»
¡Con qué gratitud y gozo debieran ser recibidas estas decla¬raciones esperanzadoras a quienes, por naturaleza, nos hallamos en una condición miserable! Se cuenta en la historia que cuando Tito Flaminio declaró en unos juegos públicos la libertad de Grecia, que acababa de ser conquistada por los romanos, los oyentes quedaron de momento mudos de admiración, pero inme-diatamente reaccionaron con un grito que duró dos horas: «¡Li¬bertad ! ¡ Libertad!»
Un gozo mayor que éste debía aparecer entre los miserables pecadores a quienes les es ofrecida la proclamación de libertad espiritual. ¿Y no es hecha esta declaración ahora mismo? ¿No os he estado diciendo, por la Palabra de Dios, que, aun cuando vosotros erais condenados bajo la justa sentencia de la Ley di¬vina, mediante un Redentor esta sentencia ha sido revocada y vuestras almas pueden ser restauradas a la vida y a la felici¬dad? ¿No habéis experimentado ya, muchos de vosotros, que, aun cuando Satanás os tenía en oscuridad por la ley del pecado, mediante vuestro gran Redentor habéis
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