Que es la fe

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“La fe es la certeza de lo que se espera; la prueba de lo que no se ve”                                                                                           (Hebreos 11,1).

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Todos tenemos personas en las que podemos confiar, pues la conocemos, creemos en ellas, sabemos que nos aman, que son sinceras, que son honestas… Hoy te pregunto; tú ¿confías en Dios? ¿Tienes fe en Él? ¿Por qué?

¿Qué significa creer en Dios? Creer en Dios significa saber que Él existe, que me puedo “dejar caer en sus brazos” y Él me sostendrá; es confiar en su amor, estar seguros de que Él quiere lo mejor para cada uno de nosotros, sus hijos y, por tanto, no tenemos nada que temer.

¿Qué características tiene la fe?:

• Es un regalo de Dios, que recibimos si lo pedimos ardientemente.
• Es una fuerza sobrenatural que nos ayuda a vivir el plan de amor que Dios tiene para cada uno de nosotros.
• Exige la respuesta libre de cada uno ante la invitación de Dios a creerle.
• La fe es cierta. Tenemos la garantía de Jesús, que con sus palabras y obras nos mostró el amor del Padre y su plan de salvación.
• La fe es incompleta si no se muestra en el amor. Lo que creemos se ha de reflejar en nuestras palabras, actitudes, acciones: en el amor a nosotros mismos, a los demás, a la naturaleza y a Dios.
• La fe aumenta cuando escuchamos con más atención la voz de Dios. Él nos está hablando constantemente: por medio de la oración, de la lectura de la biblia, en nuestra conciencia, en la naturaleza, por medio de los demás…
• La fe nos hace experimentar ya, aquí en la tierra, la alegría del cielo, al sentirnos amados incondicionalmente y cuidados por Dios.

Tener fe en Dios significa, entonces, que:

• Pongo toda mi confianza en aquel que me ama.
• Procuro hacer lo que me dice.

Quien “cree en Dios” le “cree a Dios”, es decir, no sólo aprende de memoria una serie de datos, oraciones o formulas básicas, sino que busca tener una relación estrecha con Él, escucha su palabra, camina por la senda que Él le indica y pone en práctica sus enseñanzas, sabiendo que así encontrará la verdadera dicha.

Hay personas que dicen: ¡Yo no puedo creer en Dios! ¿Por qué? Porque algunas nunca han oído hablar de Él. Y como dice la Escritura: “¿Cómo van a creer en Él, sino les ha sido anunciado?” otras personas tienen ideas falsas sobre Dios, lo imaginan como alguien que nos está vigilando para castigarnos si nos portamos mal, o lo creen responsable de todos los males del mundo. Estas imágenes falsas les impiden creer en Él. Y hay otras que no lo intentan o que no quieren saber nada de Dios. Pero, ¿Saben?, Dios ama a cada ser humano y quieren que todos lo encuentren, por esos se nos hace presente de múltiples maneras. A través de las personas con las que nos encontramos día a día, en la belleza de la naturaleza, en cada reto o dolor que experimentamos… allí está escondido su mensaje para nosotros. Y de forma más clara nos habla a través de su Palabra o en la voz de la conciencia. Por tanto, quien quiera creer necesita tener “un corazón atento” para escucharlo. Dios nos habla como a amigos, por ello hemos de responderle también como amigos y creer totalmente en Él, confiar en su amor y aceptar su voluntad, pues “la fe es la certeza de lo que se espera; la prueba de lo que no se ve”.

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