Resumen Jesus De Nazareth

EXAMEN PARCIAL DE CRISTOLOGÍA

1. PROLOGO

Es importante empezar diciendo que esta obra es el fruto de un largo camino interior del autor. Quien afirma que en los años treinta y cuarenta existía una concepción de Jesús basada en el testimonio de los evangelios: cómo vivió en la tierra y cómo aun siendo verdaderamente hombre llevó al mismo tiempo a los hombres a Dios, con el cual era uno en cuanto Hijo. ya en los años cincuenta la concepción de Jesús cambia, debido a que se genera una ruptura entre el “Jesús histórico” y el “Cristo de la fe”. Tal ruptura genero un interés especial en los avances de la investigación histórico-critico, que luego va a ser desarrollada por el exegeta católico Rudolf Schnackenburg, quien deja claro como dato verdaderamente histórico, que el punto decisivo acerca de esta ruptura: Es el ser de Jesús relativo a Dios y su unión con Él, ya que “sin su enraizamiento en Dios, la persona de Jesús resulta vaga, irreal e inexplicable”.

Puntos a favor del método histórico: el método histórico -precisamente por la naturaleza intrínseca de la teología y de la fe- es y sigue siendo una dimensión del trabajo exegético a la que no se puede renunciar. En efecto, para la fe bíblica es fundamental referirse a hechos históricos reales. Ella no cuenta leyendas como símbolos de verdades que van más allá de la historia, sino que se basa en la historia ocurrida sobre la faz de esta tierra.

Objeciones del método histórico-crítico: No obstante, hemos de añadir dos consideraciones: se trata de una de las dimensiones fundamentales de la exégesis, pero no agota el cometido de la interpretación para quien ve en los textos bíblicos la única Sagrada Escritura y la cree inspirada por Dios.

1° límite consiste en que, por su naturaleza, debe dejar la palabra en el pasado. Intenta conocer y entender con la mayor exactitud posible el pasado -tal como era en sí mismo- para descubrir así lo que el autor quiso y pudo decir en ese momento, considerando el contexto de su pensamiento y los acontecimientos de entonces. En la medida en que el método histórico es fiel a sí mismo, no sólo debe estudiarla palabra como algo que pertenece al pasado, sino dejarla además en el pasado. Puede vislumbrar puntos de contacto con el presente, semejanzas con la actualidad; puede intentar encontrar aplicaciones para el presente, pero no puede hacerla actual, "de hoy", porque ello sobrepasaría lo que le es propio.

2º Límite: Como método histórico, presupone la uniformidad del contexto en el que se insertan los acontecimientos de la historia y, por tanto, debe tratar las palabras ante las que se encuentra como palabras humanas.

3º Límite: considera cada uno de los libros de la Escritura en su momento histórico y luego los subdivide ulteriormente según sus fuentes, pero la unidad de todos estos escritos como "Biblia" no le resulta como un dato histórico inmediato. Pero el método histórico deberá primero remontarse necesariamente al origen de los diversos textos y, en ese sentido, colocarlos antes en su pasado, para luego completar este camino hacia atrás con un movimiento hacia adelante, siguiendo la formación de las unidades textuales a través del tiempo. Por último, todo intento de conocer el pasado debe ser consciente de que no puede superar el nivel de hipótesis, ya que no podemos recuperar el pasado en el presente.

Conclusión: no es suficiente con el método histórico-crítico para saber quien era Jesús sino que se necesitan métodos complementarios.

El método histórico-crítico ha sido superado

Sólo si ocurrió algo realmente extraordinario, si la figura y las palabras de Jesús superaban radicalmente todas las esperanzas y expectativas de la época, se explica su crucifixión y su eficacia.

Apenas veinte años después de la muerte de Jesús encontramos en el gran himno a Cristo de la Carta a los Filipenses (cf. Flp 2, 6-11) una cristología de Jesús totalmente desarrollada, en la que se dice que Jesús era igual a Dios, pero que se despojó de su rango, se hizo hombre, se humilló hasta la muerte en la cruz, y que a Él corresponde ser honrado por el cosmos, la adoración que Dios había anunciado en el profeta Isaías (cf. Is 45, 23) y que sólo El merece.

2. EL EVANGELIO DEL REINO

Después que arrestaron a Juan Bautista Jesús empezó a predicar en Galilea: “Conviértanse y crean en la Buena Noticia” Mc.1,4. Es el anuncio que procedía del Emperador, un mensaje salvador, no sólo noticia. No es un discurso meramente informativo sino operativo, no es sólo comunicación sino acción, fuerza eficaz que penetra y transforma al mundo. El mensaje central del Evangelio es que EL REINO DE DIOS está cerca. “Reino de Dios” aparece 122 veces en NT. Antes de la Pascua el Reino es el eje de la predicación de Jesús, después la Cristología es el eje de la Iglesia.

Los Santos Padres explican el significado de la palabra “Reino” en varias dimensiones:

- Cristológica: Orígenes dice que Jesús es el Reino en Persona. No es espacio. El es la presencia de Dios en el mundo.

- Idealista-mística: El Reino de Dios se encuentra en el interior del hombre, no en un lugar aparte. Se ora para que se manifieste en frutos. El reino no se encuentra en ningún mapa, no es un reino como los de este mundo; su lugar esta en el interior del hombre, allí crece, y desde allí actua.

- Eclesiástica: El Reino de Dios y la Iglesia se relacionan entre sí de diversas maneras, con mayor o menor identificación.

Harnack ve que el Reino va contra el colectivismo judío, el individuo es el centro, en cuanto que Jesús le da el reconocimiento que se merece como persona e hijo de Dios. Deja a un lado el aspecto cultual judío (sacerdotal) y se centra en el aspecto moral-amor.

Después de 1ª. G. mundial se enfatizó en el aspecto escatológico; lo q aparecería

Después se desarrollo un concepto secularista del Reino: donde reine la paz, la justicia y la salvaguarda de la creación. Este Reino sería el destino de la historia. Parece interesante pero es ambiguo. ¿Qué es realmente la justicia?,¿Cómo se construye la paz? Es de notar que Dios ha desparecido, todo lo hace el hombre.

Jesús anuncia el Reino de Dios, no solo como algo por instaurar sino algo que ya se realiza, sino sobre la soberanía de Dios sobre el mundo, que se hace realidad, de modo nuevo, en la historia. Jesús anuncia a Dios vivo que actúa en la historia, tiene en sus manos los hilos del

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