Retiro Misericordia
norma.flores8525 de Diciembre de 2012
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Primer Momento:
Iniciamos nuestro retiro invocando al Espíritu Santo:
Oh Espíritu Santo
Oh Espíritu Santo que preparas en el cielo
Premios eternos a tus fieles.
plenifica nuestros corazones de hijos de la Misericordia
y viviendo unidos en caridad fraterna podamos cumplir lo que nos encomiendas.
Hay que en la sobriedad, la sencillez y la paz, reconozcamos que de Ti recibimos el don de nuestra vocación, a ser todos de Cristo, consagrados para construir su Reino.
Concédenos, oh Espíritu que nuestras vidas respondan al nombre que llevamos, viviendo así nuestro carisma de ser misericordia, manifestándolo en todas nuestras obras.
Santidad: "Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman...a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también los llamó; y a los que llamó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó" (Rm 8,28-30).
"Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad" (LG 40). Todos son llamados a la santidad: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt 5,48) Catic. 2012
“Dios le pide a Israel ser santo porque él es Santo, este mandato involucra el ser santo porque su Dios es Santo (ver Levítico 20:7). Es como el hijo que lleva el apellido de sus padres. Pero también está el para qué ser santos, y esto es para estar delante de este Dios santo. Recordemos lo que dice Hebreos 12:14 “sin Santidad nadie verá al Señor”, ahí está el para qué, para verle.
Entonces tenemos ya dos razones; un por qué ser santos y un para qué ser santos. Lamentablemente nuestras actitudes y obras diarias nos hablan de otras motivaciones y razones. ¿Qué pasa en nuestra vida cotidiana que la palabra santidad se hace cada vez más lejana?
Ahora, la santidad es un estado, Dios nos ha declarado santos, es decir apartados y separados por él y para él. Pero asimismo la santidad es un proceso: debemos día a día procurar ser santos, es decir, apartados y separados del pecado”.
“por eso yo voy a seducirla; la llevare al desierto y hablare a su Corazón” Os. 2, 16
Es el momento de entrar en tu interior, escuchar la voz de tu corazón para preguntarte lo que muchas veces damos por supuesto:
Segundo Momento:
Invocamos a nuestra Santa Madre implorando su espíritu que la llevo a la búsqueda continua de la santidad:
¡Oh Santa María Josefa! que durante tu vida terrenal
acogiste benignamente a los niños para instruirlos,
a los pobres para socorrerlos,
a los afligidos y a los atribulados para consolarlos;
desde el cielo donde vuestra caridad ha obtenido su premio,
dirige una mirada piadosa a mis necesidades ...
y por los méritos de María Santísima de la Misericordia
y del Patriarca San José hacia los cuales tuviste especial devoción.
Obtenedme de Dios la gracia que pido
para bien de mi alma y gloria tuya. Así sea.
¡Santa María Josefa Rossello!
Ruega por nosotros.
“Una es nuestra finalidad, una nuestra meta: glorificar a Dios, santificarnos y ayudar a los otros a santificarse” S. M. J. R.
El sello característico de la santidad en cada Hija de la Madre Rossello es la Misericordia experimentada y vivida. Lo podemos ver en el artículo de las Constituciones,
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