Ser buen samaritano

El informe Belmont: principios y guías éticos para la protección de los sujetos humanos de investigación generado por la National Comimission for the Protection of Human subjects of Biomedical and Behavioral Research (1975). Tenía como objetivo proporcionar unos principios éticos amplios que constituyeran las bases sobre las que pudieran formularse, criticarse e interpretarse reglas más específicas, que entraran en conflicto, en el caso de la investigación con humanos, los cuales son: autonomía, beneficencia y justicia.

Hoy me desperté pensando en qué pasaría si todos tuviéramos el principio de beneficencia muy arraigado, ciertamente se me vino a la mente una sociedad un poco diferente, mejorada. A mi percepción el principio ético de la beneficencia es de suma importancia. Pero ¿Sabemos acaso lo que significa realmente?

Beneficencia es la acción y efecto de hacer el bien a los demás (RAE, 2014). También la beneficencia es un principio bioético muy importante que debe estar presente en los profesionales de la salud, pero mi pensar va más allá que sólo al profesional de la salud, para mí la beneficencia debe estar en todo ser humano, el hacer el bien al otro es lo que nos hace ser mejores y mejorar la sociedad actual. Varias veces hemos oído el hacerle bien al otro, en la biblia he leído mucho acerca de eso y es además algo que se me ha inculcado desde pequeña. Dicha acción está estrechamente relacionada con dos cosas: La benignidad y la bondad. La primera según RAE es cualidad de benigno, dícese de aquel que muestra buena voluntad, comprensión y simpatía hacia alguien y la segunda es cualidad de bueno (RAE, 2014). Un claro ejemplo de benignidad es lo que está pasmado en la biblia, la historia de “EL buen samaritano” (Thompson) quien ayudó a otro con el cual eran completamente diferentes, más el vio su vida, practicó la beneficencia.

Hay un versículo que siempre viene a mi mente en relación a la benignidad “Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero hombre de verdad ¿Quién lo hallará? (Thompson, Proverbios).En la sociedad que estamos inmersos, se ve un poco difícil encontrar a alguien tan empoderado con este principio. Sin embargo, todo aquel que trabaja en el área de la salud debería tener muy claro este principio bioético, ya que es uno de los que debe utilizar al momento de relacionarse con el usuario, se debe buscar el bien del que realiza la consulta asegurándose de mantener altos estándares de competencia en nuestro trabajo en beneficio de los mejores intereses de los pacientes y de salvaguardar los derechos de las personas, grupos, comunidades e instituciones con las que interactuamos.

Este principio tiene dos justificaciones, una que tiene sus fuentes en el utilitarismo de Jeremy Bentham y John Stuart Mill y el otro en las éticas del cuidado. Para el utilitarismo, el bienestar mío es tan importante como el suyo. El segundo mencionado, se

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