Tanatologia

Retomando el estudio de la tanatología como ciencia de apoyo a la profesión de enfermería, se observa que la muerte es algo cotidiano; vivirla en el ámbito hospitalario es una experiencia habitual ala que se enfrenta el profesionista, se crea incertidumbre en el proceso de muerte como medio de perdida sobresaliendo un sentimiento de dolor y tristeza, que se relaciona con el tiempo de convivencia con el paciente, aplicando los conocimientos adquiridos que nos ofrece esta ciencia, teniendo siempre presente que este proceso es universal único y natural.

Y es entonces por lo que se considera un fenómeno natural en el sentido de que si no interviene causas anti naturales, se procede como consecuencia de accidentes, enfermedades y envejecimientos ocasionados por en la relación con el medio ambiente o procesos de desgaste fisiológico. Por lo que se considera mencionar la importancia de la tanatología para brindar la adecuada atención, dentro del aspecto psicológico a pacientes y familiares; en donde el paciente es visto desde un enfoque holístico con capacidad de vivir con plenitud.

Haciendo referencia a la etimología de la ciencia ya mencionada, comparte especialidad con la medicina que estudia científicamente la muerte y los procesos del morir destacando que su abordaje es multidisciplinario. Cuando la muerte es súbita, prácticamente no hay batalla, pero tratándose de un diagnóstico de enfermedad terminal, queda tiempo para prepararla acumulando fuerzas, tomando posiciones, sufriendo incertidumbres y dolores tanto físicos como emocionales. Si comenzamos a intuir qué es la vida, nos será más fácil llegar a comprender el modo en que a todo fenómeno vital le sigue un declive y un nuevo comienzo.

La muerte es un tránsito y un descanso, nuestra vida no comienza cuando nacemos y no termina cuando morimos; Sólo es pasar un tiempo para madurar, crecer un poco y trascender, en este sentido la muerte o su proximidad genera un amplio conjunto de actitudes y emociones de diferente intensidad. Entre las respuestas emocionales más frecuentes que encierra la muerte se encuentran la ansiedad, el miedo y la depresión.

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