Tanatologia

AMAR LA VIDA

Una película sumamente fuerte y conmovedora, que nos relata la vida de una mujer Vivian Bearing distinguida profesora universitaria, de Literatura inglesa, filósofa y experta en poesía del siglo XVIII. Tiene cuarenta y ocho años.

Es una persona sumamente preparada y por lo mismo está acostumbrada a aplicar argumentos racionales a la vida cotidiana.

Tras una serie de pruebas médicas le diagnostican cáncer ovárico en fase terminal, a partir de ahí comienza una serie de exámenes cada vez mas dolorosos.

La protagonista experimenta la prepotencia y la falta de humanidad del personal medico por el cual ella es atendida, No hay respeto a la integridad física y sicológica de la paciente, ni mucho menos se protege su intimidad y su sensibilidad en el tratamiento clínico.

El objetivo y la satisfacción de los médicos es consecuencia de los resultados positivos obtenidos en su investigación, sin importar estado físico y emocional de la paciente.

Su personalidad le permite sentirse segura y hasta cierto punto tranquila después del diagnostico, pero conforme su enfermedad avanza se da cuenta de la gran soledad en la que vive.

ella hace una recapitulación de lo que ha sido su vida en los momentos de soledad en su habitación del hospital. Recuerda su niñez y la importancia en las palabras que son claves para ella. Recuerda también y con bastante dolor la frialdad de sus palabras al dar clases sin generar empatía alguna. Pero lo que mas le preocupa es el no haber enseñado esa sensibilidad a sus alumnos.

La única persona que le da muestras de sensibilidad es la enfermera , quien incluso se encarga de hablar con ella el tema de su muerte.

Al final de la película recibe la visita de su profesora de la universidad quien años atrás le dijo que viviera la vida que no todo era conocimiento. Y con ella muere.

CAMINO

Camino, una niña de once años, llena de vida como las demás, que deseaba apuntarse a teatro y a clases de baile con sus amigas pese a que su madre acude regularmente al círculo de damas del Opus Dei donde es un ejemplo de vida para las demás, porque, a pesar de haber perdido a un hijo, da gracias a Dios cada día y está muy orgullosa de que su hija mayor, Nuria esté en una casa del Opus Dei.

En el grupo de teatro camino conoce a Jesús, el primo de su amiga Begoña, del que se enamora y al que va a ver desde el aparador de la pastelería de la madre de este.

Pero de pronto comienza a tener grandes dolores y, le descubren una vértebra rota, por lo que deciden operarla antes de que degenere en una lesión de columna, permaneciendo mucho tiempo hospitalizada, pero aun así no mejora, por lo que consultan a un amigo médico que descubre la existencia de un tumor que le presiona las vértebras.

Su madre sufre, pero trata de ver en todo ello la mano de Dios y le pide a su hija que ame a Dios sobre todas las cosas y que pida protección a su Ángel Custodio, aunque para la niña forma parte de sus pesadillas.

Viendo la ejemplar vida de la madre y la “religiosidad de la niña”, entregada al amor de “Jesús”, un sacerdote del Opus les propone trasladarla a un hospital privado de Pamplona, que pagará una tía que tienen allí y que es una gran benefactora de la Obra, y que, gracias a ello es la única persona de la familia que puede ver a Nuria a la que le inculcaron la necesidad de olvidarse de todo amor terrenal, no permitiéndole siquiera viajar para ver a su hermana.

José, el padre de Camino debe volver a Madrid por su trabajo, descubriendo en una de las ocasiones que su mujer ocultó deliberadamente las cartas que Nuria esperaba con tanta ansiedad de su novio, y por cuya falta de respuesta decidió ingresar en el Opus y dedicar su vida a Dios. José tratará de hacérselas llegar, aunque se lo impide la encargada de la casa en que vive.

Camino pese a encontrarse tan mal sueña todavía con la posibilidad de protagonizar la Cenicienta con Jesús como príncipe, y le pide a su padre que la lleve a Viena poco antes de que descubran que tiene metástasis en las meninges.

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