Temas religiosos
sadalmelecEnsayo1 de Febrero de 2017
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Temas de enero [pic 1]
TEMA: 1 LA NO VIOLENCIA ESTILO DE UNA POLÍTICA PARA LA PAZ
Objetivos: Reconocer y valorar las cualidades, mi dignidad y la del prójimo para buscar la paz en mi familia y mi comunidad.
Símbolos: Cristo, biblia, cirio, paloma de la paz, imágenes de violencia y paz.
Frase: Juan Pablo II “Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.”
( Se hace el canto y después se deja un momento de silencio)
Canto Señor, haz de mí un instrumento de tu paz
Donde hay odio, haz que yo lleve amor. Donde hay ofensa, que yo lleve el perdón. Donde hay discordia, que yo lleve la unión. Donde hay duda, que yo lleve la fe. Donde hay error, que yo lleve la Verdad. Donde hay desesperación, que yo lleve la esperanza. Donde hay tristeza, que yo lleve la alegría. Donde hay tinieblas, que yo lleve la luz.
Maestro
Haz que yo no busque tanto
Ser consolado, sino consolar; [pic 2]
Ser comprendido, sino comprender;
Ser amado, sino amar.
Porque es dando, como se recibe.
Es perdonando, como uno es perdonado.
Es muriendo, como se resucita a la Vida Eterna.
(S. Francisco de Asís)
Ver: Cuento sobre la paz
Hace miles de años hubo en Asia dos príncipes enemigos que constantemente se amenazaban aprovechando el menor pretexto. Uno de ellos decidió declarar la guerra y ordenó a los habitantes de su nación que se prepararan para luchar. El otro príncipe aceptó el desafío. Sin embargo, como habían pasado más de quince años desde la última batalla, no recordaba dónde estaban guardadas su armadura y su ropa de combate. Cuando faltaba un día para el enfrentamiento pidió a su madre que le llevara su casco. La señora regresó con las manos vacías.
— ¿Por qué no lo trajiste? —le reclamó.
—No pude cargarlo, pesa mucho —contestó ella.
—Yo mismo iré por él.
—No, por favor no lo toques —pidió la madre mientras le impedía el paso.
— ¿Cómo piensas que puedo ir a la guerra sin casco? —preguntó él.
—Mira hijo, dentro de tu casco, que estaba en el patio trasero, una paloma hizo su nido, y dentro de él hay tres pequeñas crías. Las palomas son las aves de la paz: nunca hacen daño a nadie. Todos los días su madre les trae de comer lo que encuentra. ¿Cómo puedo destruir su nido? Cuando vea que quiero tomar el casco, la madre se irá volando y dejará llorando a los polluelos. Eso traerá desgracias a nuestro país. El príncipe no quería discutir con su madre y se presentó al combate sin casco. Al verlo, su enemigo quedó sorprendido.
— ¿Cómo se te ocurre combatir así?
—Mi madre halló que en el casco viven una paloma y sus polluelos. No quisimos hacerles daño.
El otro príncipe no podía creer lo que escuchaba y pidió a uno de sus hombres que comprobara si la historia era cierta.
—Pues sí. Dentro del casco hay tres palomas muy pequeñas con su madre. Se me hace que apenas rompieron el cascarón —confirmó el enviado. Entonces el príncipe le tendió la mano a su enemigo.
—Hagamos la paz para siempre. Le propuso. Tu madre no quiso destruir el nido de la paloma y sus polluelos ¿cómo podemos querer tú y yo destruir los hogares de miles de personas?
Desde aquel día, los dos reinos fueron amigos y la paloma se convirtió en símbolo de la paz.
1.- ¿Qué fue lo que hicieron para no luchar?
2.- ¿En mi comunidad y familia cómo resuelvo los conflictos?
Pensar Juan 14:27
1.- ¿Qué significa la paz que nos deja Jesús?
2.- ¿A qué me invita esta cita bíblica?
La imagen y semejanza de Dios en cada persona nos permita reconocernos unos a otros como dones sagrados dotados de una inmensa dignidad. Especialmente en las situaciones de conflicto, respetemos su «dignidad más profunda» y hagamos de la no violencia activa nuestro estilo de vida. «Ha aparecido finalmente con mucha claridad que la paz es la línea única y verdadera del progreso humano (no las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violentas, ni las represiones portadoras de un falso orden civil)». Advirtió del «peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, es decir de las negociaciones fundadas en el derecho, la justicia, la equidad, sino sólo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas». Citando Pacem in terris de su predecesor San Juan XXIII, exaltaba «el sentido y el amor de la paz fundada sobre la verdad, sobre la justicia, sobre la libertad, sobre el amor». En esta ocasión deseo reflexionar sobre la no violencia como un estilo de política para la paz, se conformen a la no violencia nuestros sentimientos y valores personales más profundos. Que la caridad y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones interpersonales, sociales e internacionales. Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz. Que la no violencia se trasforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas. Provoca un enorme sufrimiento que conocemos bien: guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata; devastación del medio ambiente. La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento, ya que las grandes cantidades de recursos que se destinan a fines militares son sustraídas de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran mayoría de los habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos.
Actuar:
¿Qué podemos hacer ante esta situación de muerte, de violencia, de injusticia?
Oración final.
TEMA 2: SOY BUENA NOTICIA EN COMUNIDAD Y CON EL PRÓJIMO EN ESTE TIEMPO DE VIOLENCIA.
Objetivos: Profundizar y Experimentar, el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar a los enemigos.
Símbolos: imagen de Jesús, camino (nombre o foto de los miembros de la comunidad en el camino), biblia, cirio.
Frase: “Por la cruz, Jesús construyó la paz y destruyó la enemistad”.
“Oración por la paz”
Señor Jesús, Tú guías sabiamente
la historia de tu Iglesia y de las naciones,
escucha ahora nuestra súplica.
Nuestros idiomas se confunden
como antaño en la torre de Babel.
Somos hijos de un mismo Padre
que Tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos,
y el odio siembra más miedo y más muerte.
Danos la paz que promete tu Evangelio,
aquella que el mundo no puede dar.
Enséñanos a construirla como fruto
de la Verdad y de la Justicia.
Escucha la imploración de María Madre
y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia
a los corazones y los pueblos.
Venga a nosotros el Reino del Amor,
y confírmanos en la certeza
de que Tú estás con nosotros
hasta el fin de los tiempos. Amén
Canto: Amar es entregarse (otro)
Ver:
1. ¿Qué es la violencia?
2. ¿Por qué crees que Jesús vivió en tiempo de violencia?
3. ¿En tu colonia o comunidad hay violencia?
Pensar: Jn 8,1-11
- Si hoy Jesús nos dijera: ¿dónde están los que te acusan? Ninguno te ha condenado
- ¿Con cuál de los Personajes te identificas?
También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él enseñó que el verdadero campo de batalla, en el que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano: «Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos» Pero el mensaje de Cristo, ante esta realidad, ofrece una respuesta radicalmente positiva: Él predicó incansablemente el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar. Jesús trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante la cual construyó la paz y destruyó la enemistad. Quien acoge la Buena Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar por la misericordia de Dios, convirtiéndose a su vez en instrumento de reconciliación, según la exhortación de san Francisco de Asís: «Que la paz que anuncias de palabra la tengas, y en mayor medida, en nuestros corazones». Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia. Esta —como ha afirmado mi predecesor Benedicto XVI— «es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este “plus” viene de Dios». Y añadía con fuerza: «para los cristianos la no violencia no es un mero comportamiento, sino más bien un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el mal únicamente con las armas del amor y de la verdad. El amor a los enemigos constituye el núcleo de la “revolución cristiana”». Precisamente, el evangelio del amad a vuestros enemigos (cf. Lc 6,27) es considerado como «la carta magna de la no violencia cristiana», que no se debe entender como un «rendirse ante el mal […], sino en responder al mal con el bien (cf. Rm 12,17-21), rompiendo de este modo la cadena de la injusticia».
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