Teologia Paulina

ENSAYO TEOLOGIA PAULINA DE LA CRUZ.

Carrera: Bachillerato Superior en Teologia.

Professor: Ernesto Alers Mártir.

Matéria: Teología Paulina de la Cruz.

Alumno: Marcelo Figueiredo Leal.

Julio 2014

El pecado hizo una separación entre Dios y su criatura (Is.59:2). Pero Jesús hizo “la paz mediante la sangre de su cruz” (col.1:20), así que solo tenemos que acercarnos a Dios para gozar de esta paz de la conciencia y del corazón. Entonces, en medio de un mundo cada vez más incierto y caótico, podemos experimentar la solidez de lo que Dios estableció, es decir, podemos vivir por la fe, bajo su mirada.

Pablo nos afirma en sus escrituras que el propio amor de Dios dio lugar a la expiación cuya consecuencia fue la muerte de Jesús Cristo. Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo; nos muestra el pasaje de Pablo en (2 Col.5:19). Otro pasaje de Pablo a respecto de la reconciliación es dada en (Rom.5:11), la cual nos habla de la reconciliación que hemos recibido por Dios atreves de Cristo. Es donde Dios asume la culpa y expresa su amor al pecador arrepentido.

La cruz es necesaria para mostrar de su amor que es la fuente de la expiación planeada por Dios de antemano. Si analizamos la muerte de Cristo en la Cruz, podemos ver que es la revelación suprema del amor de Dios. Podemos ver en (Ro.5:8) donde nos revela Pablo que “Dios muestra su amor para con nosotros, que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Otro pasaje que toca en el tema es de (Ro.8:3), en que Pablo relata que “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condeno al pecado en la carne”. También Pablo en el pasaje de (Ro.8:32) nos habla de un Dios que entrego todo; “El que no escatimo ni a su propio hijo, sino que lo entrego por todos nosotros,..”

El amor de Dios en el sacrificio de Cristo es la base de la teología. Está más que evidente que la cruz de Cristo tiene un papel de prueba final de amor por los suyos. Además Pablo no distingue entre el amor de Dios y el amor de Cristo, ambos podemos encontrar en la cruz. Podemos afirmar que la cruz es la obra de un Padre amoroso, que expresa su necesidad de expiación ante el pecado de la humanidad.

Al mismo tiempo en que el amor de Dios lleva a la salvación sobre los justos que le aman; su ira expresa la justicia de muerte a causa del pecado. Podemos analizar que la ira de Dios es una reacción divina en contra del pecado el cual condena al pecador que no crea y se aparte del pecado. Se ve necesaria la expiación por parte de Dios, porque las personas están bajo la ira, y el juicio de Dios.

Pablo también considera la muerte de Cristo en la cruz como un sacrificio con propósito divino. Pablo lo describe como una ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante, como lo describe en el pasaje de (Ef.5:2) el cual dice “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a si mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”. Pablo nos relata que era el Cristo mismo, el cordero pascal siendo inmolado como ofrenda y sacrificio por amor al pecador. El sacrificio de Cristo también está ligado al derramamiento de su sangre; “a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia”, ya estamos justificados por su sangre dice Pablo en el pasaje de (Ro. 5:9). Tenemos redención por la sangre de Cristo. En el pasaje de (Ef.2:13), Pablo nos relata “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercano por la sangre de Cristo”. Además por su sangre tenemos paz para con Dios. (Col.1:20).

Pablo afirma que Cristo murió por nosotros, fue entregado por todos nosotros y a su vez se entregó a si mismo por nosotros. Es muy justo pensar en Cristo entregándose voluntariamente bajo la maldición del pecado, Cristo se entregó en forma sustitutiva por nosotros. El peso del castigo fue sobre el Cristo y debido a su muerte y resurrección yo pueda vivir eternamente con El.

Además es una voluntad realizada hacia Él y hacia nosotros sin que fuera culpable de absolutamente nada. El justo muriendo en la cruz por los injustos. El cual nos hace libres de la maldición de muerte.

También nos hace pensar en el hecho objetivo de Cristo, manifestando su supremo amor hacia los pecadores. Con el objetivo de tomar mi lugar y hacerme libre para estar en la presencia del Padre. Podemos decir también que fue una muerte fructífera y benéfica; como la muerte de un grano de trigo, que solamente por el facto de morir vendrá a llevar muchos frutos.

En el pasaje de (2°Co.5:14,15), “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucito por ellos”. Cristo llevo sobre si la maldición por nuestra causa, la cual nos demuestra una idea de sustitución.

Las enseñanzas paulina nos expresa que Dios ha hecho sobre el justo lo que nosotros los seres humanos merecíamos, pero que por medio de la fe en Cristo podemos recibir la salvación. “Porque por gracia sois salvo por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios”. (Ef.2:8).

En la muerte de Cristo el creyente no encuentra tan solo una expiación objetiva del pecado; sino también una liberación del poder del pecado y de la dominación y esclavitud de la ley y del mundo. El objetivo divino fue alcanzado en la muerte de Cristo en la que Dios hace caer toda la carga del pecado, su justo castigo y su condenación cae sobre el cordero de Dios, el sustituto justo, Jesucristo.

La muerte de Cristo tiene relación no solo con el ser humano y su pecado, también mira hacia Dios y como tal es propiciatoria. En Romanos el contexto de Pablo en cuanto a la propiciación, es

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