Un espacio en nuestro dia

TEMA: UN ESPACIO EN NUESTRO DIA

OBJETIVO: Que se tome conciencia de la importancia de darle a Dios el espacio en nuestra vida.

EXPERIENCIA:

DINAMICA: Análisis de nuestro tiempo

Se le entregará a cada joven una hoja (ver anexo) en donde escribirá la cantidad de tiempo que invierte en estas actividades.

PROFUNDIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA:

• ¿Qué cantidad de tiempo inviertes en estas actividades? (Perdirles que saquen la calculadora de sus celulares para Sumar de todos los tiempos)
• De estas actividades, ¿Qué cantidad de tiempo le dedicas a las rutinarias como universidad, quehaceres, usar el cel, etc?
• ¿Qué cantidad le dedicas a actividades relacionadas con Dios?
• ¿Qué te cuesta dedicarle algunos minutos a la semana a Dios que te da todo?

La vida nos ha llenado de tareas y trabajos, sentimos el deseo de hacer mil cosas. Para muchos, no queda mucho tiempo para Dios.

El tiempo, es verdad, pasa sin que podamos hacer nada por detener su marcha. Pero también es verdad que el presente está en nuestras manos, somos quienes decidimos que hacer, que pensar o como actuar en cada momento.

Las obligaciones de la universidad, el trabajo, cuidado de nuestra salud, la higiene del cuerpo, los deportes, las distracciones sanas, la lectura del periódico o libros: son ocupaciones buenas, tal vez necesarias, pero que no pueden apartarme del centro: existo porque Dios me ama, existo para llegar a Dios.

Por eso, lo mejor de nuestro tiempo debemos de destinarlo a Dios. ¿Cómo?

• Buscando en el día unos minutos para leer su Evangelio, donde encontramos palabras de vida eterna.
• Asistiendo a misa los Domingos, donde nos unimos a Cristo desde la fe común de la Iglesia.
• Encontrándonos con el perdón de Dios a través de la Confesión, donde limpia nuestros pecados y nos da fuerza para afrontar las luchas de cada día.
• Rezando en las mañanas, en las noches y en cualquier momento durante el día.
• Ayudando a nuestro amigo desanimado, al enfermo o incapacitado
• Enseñándole a nuestros compañeros o familiares la belleza de la fe católica: porque lo que hago a mi hermano lo hago al mismo Cristo.

Dios me concede un nuevo día. Con su ayuda, con su gracia, con su amor, puedo emplear bien mi tiempo, puedo gastar mi vida para amar a Dios y a mis hermanos.

Escuchemos que la palabra nos dice al respecto,

PALABRA DE DIOS:  

Lucas 21, 1-4

"Levantando la vista, vio a unos ricos que echaban sus ofrendas en las arcas del tesoro. Vio también que una viuda echaba unos céntimos, y dijo: "Os aseguro que esta pobre viuda ha echado más que todos los demás porque esos otros han echado de lo que les sobra, pero ella ha echado de su pobreza todo lo que tenía para vivir".

PROFUNDIZACIÓN

• ¿Qué significa esto?
• ¿Tenemos acaso que dedicarle todo nuestro tiempo, atención, etc. A Dios?
• ¿Y el trabajo, los estudios, la familia?

Esta es una excelente ocasión para reflexionar en cómo podemos hacer para que toda nuestra vida tenga al Señor Jesús como centro, integrando en torno a Él todo lo que somos y hacemos. En este sentido, el testimonio de la viuda que da todo lo que tiene es un fuerte llamado de atención a la ruptura que puede haber entre nuestra fe y nuestra vida. Esa ruptura es reflejo de una ruptura más profunda, que está en el propio corazón. Es reflejo de nuestro egoísmo, de nuestros miedos, que frenan la entrega total del corazón a Dios y a los hermanos.

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