Una Vida Con Proposito

Todo comienza con Dios (Capitulo 1)

En este capítulo se basa prácticamente en que todos los seres humanos fuimos creados por Dios y para Dios, debemos dejar de pensar en solo nosotros mismos, en el que hacer de nuestras vidas, y por ende buscar el único manual que nos revelara cual es nuestros propósito: la Biblia!

No eres un accidente (Capitulo 2)

Ahora el escritor busca la manera de que entiendas que no eres un error, un descuido de tus padres, si no que antes que se formara el mundo Dios pensó en cada uno de nosotros para con cada uno realizar el propósito que él quiera. Y por más solos, y tristes nos sintamos, él va a estar en todo momento, porque no ama, ya que Dios es amor.

¿Qué guía tu vida? (Capitulo 3)

Todos tenemos algo q hace guiar nuestras vidas, lamentablemente muchos es:

La culpa: Huyen de sus errores y ocultan sus vergüenzas. Viven pensando en su pasado.

Resentimiento: Se aferran a heridas, en vez de perdonar.

Temor: Desaprovechas todo tipo de oportunidades por miedo al fracaso.

Materialismo: La ambición y la codicia son el centro de sus vidas.

Aceptación: Son aquellos que se basan por el ¨qué dirán¨ y esto lleva al fracaso.

También se muestra en este capítulo los beneficios de una vida con propósito.

Sentido de vida: Sin Dios la vida no tiene propósito, y sin propósito no hay sentido de vivir.

Simplifica la vida: Nos exhorta a preguntarnos qué acciones nos ayudan al propósito de Dios.

Enfoca la vida: Esto hace que no perdamos tiempo ni energía en distracciones.

Estimula la vida: Busca tu propósito, y entusiásmate a seguir viviendo.

Nos prepara a la eternidad: No te aferres a lo terrenal, anhela todo lo bueno espiritualmente.

Creados para vivir por siempre (Capitulo 4)

Esta vida terrenal no lo es todo para nosotros, y aun la muerte no es el fin, solo es el comienzo de una eternidad, ya sea que la pases en el cielo o en el infierno. Esto debido a que cada acto que hacemos en el poco tiempo que pasamos en esta tierra, traerá sus consecuencias para bien o para mal. Así que enfócate en la eternidad y no en lo que es pasajero.

La vida desde la perspectiva de Dios (Capitulo 5)

Las personas muchas veces dejamos que la perspectiva de nuestras vidas giren en torno a cosas principalmente materialistas, como el dinero la manera de vestir, entre otras más, sin embargo debemos buscar la manera de tener la perspectiva de Dios en nuestros ojos. Ejemplo:

La vida es una prueba: Así como suena, la vida es una prueba, en cada momento seremos probados por Dios, con el fin de que mejoremos el carácter, la fe, la obediencia y el amor. Sin embargo Dios no nos exige más de lo que nosotros podamos soportar.

La vida es un fideicomiso: Tu cuerpo, los dones, las habilidades y demás cosas que tienes Dios te las dio, y por ende es importante que las cuides, debido a que depende de cómo tú te encargues de ellas, Dios vera si eres confiable para responsabilidades aún mayores.

La vida es una asignación temporal (Capitulo 6)

En este capítulo nos enseña y explica cómo debemos de no aferrarnos tanto a la vida terrenal como a las cosas que en la misma se nos ofrece. Debemos buscar la manera de recordarnos cada día que nuestro paso en la Tierra solo es temporal, que pronto podremos disfrutar de una eternidad con el padre si hacemos lo que él nos manda. Recuerda, en esta tierra nunca seremos felices, solo en el cielo.

El porqué de todo (Capitulo 7)

Debemos darnos cuenta que todo lo creado fue por Dios y para Dios, y que en todo podemos ver su gloria, pero también existen manera de rendirle gloria a él, por ejemplo:

Adoración: Este tiene que ser nuestro estilo de vida, amarlo y gozarnos en él.

Amar a los demás: Pertenecemos a la familia de Cristo, y debemos amarnos unos con otros.

Asemejarnos a Cristo: Hay que intentar hacer todas las cosas como Cristo las hubiera hecho.

Servir a los demás: Los dones dados en Cristo, debemos usarlos para el beneficio de otros.

Testificación: Buscar la manera de llevar las buenas nuevas a todas las personas.

El vivir para la gloria de Dios requiere de cambios en todo nuestro ser, pero Jesús nos promete darnos todo lo necesario para vivir por él.

Planeado para agradar a Dios (Capitulo 8)

Fuimos creados para el deleite de Dios, por ende somos sus hijos y nos creó de una manera en que podamos disfrutar de nuestra vida en la tierra, claramente siguiendo el buen camino. El agradar a Dios lo podemos llamar adoración, sin pensar en solo música, sino que lo es en todo lo que hagamos en nuestro diario vivir, además que al adorarlo debemos saber que no es para nuestro beneficio, es para glorificar su nombre, y esto tiene que formar parte de nuestra vida, para que de esta manera nos podamos enamorar cada día más de Jesús.

¿Qué hace sonreír a Dios? (Capitulo 9)

El agradar a Dios al ser el principal propósito de nuestras vidas, hay que buscar la manera de poderlo hacer con exactitud, y algunas maneras que se nos presentan son:

Amarlo por encima de todo: Procurar que Dios sea el centro de nuestra vida en todo momento.

Confiar en el: Debemos tener fe en lo que Dios nos promete, porque él se encargara de cumplir

Obedecerlo: Haciendo las cosas según la completa voluntad de Dios, y sin duda alguna.

Alabanza y gratitud: Hay que ser agradecidos por todo, y por ende brindarle digna alabanza.

Usar nuestras habilidades: Si él nos dio dones y habilidades es porque se deleita en nosotros por medio de ellos, no solo lo hace por nuestra adoración y oración. Debemos tratar de aprovecharlas al máximo y ser nosotros mismos, para que así Dios pueda complacerse de nuestras vidas.

El corazón de la adoración (Capitulo 10)

Al llegar

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