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Viacrucis

jessileth21 de Abril de 2014

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Vía Crucis:

El camino de Jesús

Para muchos, rezar hoy el Vía Crucis puede parecer anticuado, obsoleto, cosa de otros tiempos. Sin embargo, el significado profundo de eta oración es impresionante y urge recuperarlo. Se trata de seguir a Jesús, caminar tras sus huellas, acompañarlo en su camino, que, como él dice, es un camino de cruz (Mc. 8,34).

El Vía Crucis o camino de la cruz revive los últimos momentos de la vida de Jesús y nos introduce en el misterio de la salvación.

Suele ocurrir también que solo nos acerquemos al Jesús que camina hacia la cruz en el tiempo de Cuaresma o Pascua. Este trabajo intenta ir más lejos, pretende descubrir que el camino de la cruz es nuestro propio camino para seguir con fidelidad la voluntad de Dios. Por eso va más allá de unas reflexiones para Cuaresma: es una invitación a la oración personal y comunitaria en todo momento del año.

En el contexto actual de nuestra Iglesia latinoamericana, el Vía Crucis de Jesús se hace historia en el camino de un pueblo que busca su liberación. Desde los pobres de nuestra tierra, construyendo unidos la justicia y la paz, volvemos los ojos al tradicional camino de la cruz para retomar fuerzas y reencontrarnos con Jesús crucificado. Juntos a él, ponemos nuestra vida vida en las manos del Padre, Dios de la vida. Desde la cruz de Jesús, presente hoy en nuestro continente y en tantos otros lugares de este mundo sediento de justicia, afirmamos nuestra fe en la resurrección y la vida. Anunciamos con alegría y esperanza la presencia liberadora de Jesús entre nosotros. Encarnamos en el mundo el reino de Dios, los ansiados cielos y tierra nuevos, donde reine la justicia, la paz y el amor verdadero.

Primera Estación: Jesús es condenado a muerte

"El Consejo en pleno se levantó y llevaron a Jesús ante Pilato. Allí empezaron con sus acusaciones: «Hemos comprobado que este hombre es un agitador. Se opone a que se paguen los impuestos al César y pretende ser el rey enviado por Dios.»"

Lc. 23, 1-2

La Presencia de Jesús se hace ya insoportable para los poderosos de su época.

Sus constantes llamados a la conversión, su amor a los pobres, su denuncia de una religión que había perdido el rumbo, su identificación con el pueblo sencillo lo hacen un personaje peligroso. Ante Pilato argumentan que la seguridad del imperio está amenazada. Pilato cede ante las presiones.

"Pilato les dijo: «¿Qué voy a hacer con el que ustedes llaman rey de los judíos?» La gente gritó:«¡Crucifícalo! Pilato les preguntó: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Y gritaron con más fuerza: «¡Crucifícalo!»

Pilato quiso dar satisfacción al pueblo: dejó, pues, en libertad a Barrabás y sentenció a muerte a Jesús. Lo hizo azotar, y después lo entregó para que fuera crucificado."(Mc. 15, 12-15)

Se desinteresa del problema y entrega a Jesús para morir. Ante la injusticia se lava las manos. Jesús observa todo con serenidad y confianza en Dios, su Padre. Desde el silencio de su corazón reza: Señor, aquí estoy que se haga tu voluntad.

La figura de Jesús, pobre e indefenso ante el tribunal que lo condena, se hace presente en estos días en las vida de tantos hermanos, víctimas de la injusticia y la falta de fraternidad, sin vivienda ni salarios dignos, muchas veces despojados de sus derechos. Son los condenados a muerte de nuestro mundo de hoy. Los mismos que Jesús amó hasta la muerte de cruz.

Para aplicar a la vida:

• ¿Estoy dispuesto a dar la vida por amor a los demás?

• ¿Qué puedo hacer para evitar que mis hermanos sean condenados a vivir sin dignidad?

• Ante la injusticia, ¿nuestra actitud es la de Pilato o nos jugamos por la verdad?

Padre bueno,

danos fuerza para seguir a tu hijo

por el camino de la cruz.

Danos fidelidad y valentía

para vivir por la verdad.

Segunda Estación: Jesús lleva la cruz

"Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia el lugar llamado Calvario (o de la Calavera), que en hebreo se dice Gólgota."

Jn. 19, 17

El camino a la vida pasa por la cruz,. Una de las condiciones del seguimiento de Jesús es la aceptación de la cruz que representa ser su discípulo. Cargar con la cruz no con resignación y fatalismo, sino con la alegría del que se da hasta el extremo. Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos. Jesús nos enseña una nueva manera de vivir. Ser libres es hacerse servidor de todos por amor.

La cruz representa también un instrumento de condenación y muerte. Era un castigo terrible reservado solo para pocos. El condenado era azotado y debía cargar los maderos recorriendo la ciudad. La agonía era lenta y la muerte humillante.

Para aplicar a la vida:

• Actualmente nuestro pueblo soporta distintas cruces como consecuencia de la injusticia y al violencia. ¿Las reconozco? ¿Cuáles son? ¿Cuál es nuestro mensaje y compromiso ante ellas?.

• Desde la cruz, símbolo de la muerte, Dios hará renacer la esperanza de la vida nueva. ¿ Cuál es el sentido de la cruz en mi vida?

Padre bueno,

enséñanos a servir con toda nuestra persona.

Ayúdanos a ser generosos en la entrega,

a dar siempre un poco más.

Muéstranos cómo aceptar los desafíos y riesgos

de seguir a Jesús.

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez

"Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida (por mí y) por el Evangelio, la salvará."

Mt. 16, 24-25

Para llegar a él, Dios nos propone un camino: dar la vida por los demás. Ofrecer nuestras fuerzas y comprometer nuestra lucha en la lucha por la vida de todos.

Jesús lo asume así y se mantiene fiel a pesar del cansancio, la humillación y la frustración. Fidelidad que es fruto de la oración y la entrega. Fidelidad que nos muestra la identificación de Jesús con el Padre hasta las últimas consecuencias. Fidelidad que Jesús nos pide para seguirlo y hacer la voluntad de Dios: construir su reino, anunciar la liberación, hacer realidad la esperanza de la justicia y la paz. La tarea no es sencilla y los obstáculos abundan. Pero Jesús nos enseñó que la fuerza del amor puede más que la debilidad de una caída. Se puede continuar adelante. Vale la pena vivir ofreciéndolo todo para que otros vivan más y mejor.

Para aplicar a la vida:

• ¿Somos fieles en las dificultades que hallamos en el camino o abandonamos nuestra misón al menos tropiezo?

• ¿Vivimos para nosotros mismos, procurando salvar nuestra vid, o demostramos con gestos y actitudes que vivimos para los demás?

Padre bueno,

necesitamos aprender perseverancia.

Que seamos constantes en nuestros compromisos,

que sepamos reponernos a nuestras caídas,

que sepamos desandar el camino errado

para avanzar, paso a paso,

en el camino hacia el Reino.

Cuarta Estación: Jesús encuentra a María

"También estaban allí, observándolo todo, algunas mujeres que desde Galilea habían seguido a Jesús para servirlo."

Mt. 27, 55

Camino del calvario, los ojos de Jesús encuentran a los de su madre. Ella, también abandonada, sola, silenciosa entre la gente que murmura. Traspasado su corazón por el dolor. No se cruzan palabra, solo las miradas. Mirada de madre, mirada de hijo. El dolor de madre es aliento para el hijo. Escucha su palabra, la vive con decisión, aun cuando le exija lo más difícil. María siempre presente en la vida de Jesús, desde un segundo plano, casi perdida, pero fiel y animando, siempre animando.

María se hace presente entre su pueblo sufriente acompañándolo y compartiendo sus angustias como hace tiempo con Jesús. Su presencia contemplativa no es pasiva, por el contrario, ella inspira y alienta a seguir a Cristo, a cambiar las cosas, a vencer la muerte instalada entre nosotros. María nos impulsa a contemplar la acción liberadora de Dios y a sumar nuestros esfuerzos a su causa.

Para aplicar a la vida:

• María nos muestra cómo el camino del seguimiento puede ser doloroso y exigirnos sacrificios, ¿cómo reaccionamos cuando por seguir a Jesús tenemos conflictos,vivimos incomprensión o persecución?

• Las mujeres acomparon a Jesús hasta el final, desafiando el peligro, las miradas, el rechazo. ¿Valoramos en nuestras comunidades el aporte de las mujeres?

Madre buena,

señora del Espíritu,

muéstranos el rostro de Jesús

y por donde pasa el Reino en nuestros días.

Enséñanos a cantar contigo

el canto al Dios de la Vida,

con la palabra, los gestos y la vida toda.

Quinta Estación: Cimón de Cirene ayuda a Jesús

"Cuando lo llevaban, encontraron a un tal Simón de Cirene que volvía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevara detrás de Jesús."

Lc.23,26

Al regresar de su trabajo, Simón de Cirene es obligado a ayudar a Jesús. No es su voluntad pero poco importa. Lo importante es que alivia a

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