Viacrucis Juvenil

Adaptación y Autoría:

ALEX JOSEPH AGÜERO J.

Misionero Laico Comprometido Católico

Secretariado de Pastoral Juvenil Zonal Sagrado Corazón de Jesús.

Enlace Pastoral Misionera

Viacrucis Juvenil

(Guión dramatizado)

PRIMERA ESTACIÓN – La Última Cena de Jesús con sus discípulos.

Guía: Te Adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.

(Sentados todos alrededor de la cena)

Jesús: Ustedes me llaman Maestro y Señor, y hacen bien pues lo soy, entonces, siendo Yo su Maestro y Señor les he lavado los pies, ahora deberán lavarse los pies unos a otros... No estaré con ustedes mucho tiempo más, ustedes me buscarán, pero a donde Yo voy, no pueden venir.

Pedro: Maestro, no digas eso, yo te seguiré a donde vayas, daré mi vida por Ti si es necesario.

Jesús: (con amor) ¿Tú?, ¿Dar la vida por Mí?, te aseguro, que esta misma noche, antes del canto del gallo, me habrás negado tres veces. (Pedro se queda pensativo y diciendo no con la cabeza)

(Toma el pan y lo bendice) Tomen y coman, Esto es mi Cuerpo, que es entregado por ustedes, hagan esto en memoria mía. (Reparte el Pan y todos lo consumen. Judas se atora con el pan)

(Toma el cáliz y lo bendice) Tomen y beban, ésta es la Copa de la Nueva Alianza, sellada con mi sangre, que va a ser derramada para el perdón de los pecados, hagan esto en memoria mía. (Reparte el vino y todos lo consumen. Judas se ahoga con el vino).

Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar… (todos se miran y dicen no con la cabeza…)

Juan: (Se coloca junto a Jesús) Señor, el corazón se me angustia, ¿Quién te va atraicionar?, ¿Seré yo?

Jesús: Es uno de ustedes, el que conmigo mete la mano en el plato, ése es; y pobre de éste, más le hubiera valido no haber nacido. (Jesús toma un pedazo de pan y lo remoja en salsa al mismo tiempo lo hace Judas). ¡Judas, lo que tengas que hacer hazlo pronto! (Judas se va). Les doy un Mandamiento Nuevo: Que se amen los unos a los otros como Yo les he amado. No hay amor más grande que ése, que un hombre de la vida por sus amigos. (Finaliza la escena y se van todos menos TOMÁS)

TOMÁS: Allí estaba yo, TOMÁS, el incrédulo, como me dicen todos… Yo no sabía que pensar cuando Él, nuestro maestro, se rebajaba y nos lavaba los pies, cuando anunciaba negaciones y traiciones, y con todo, hablaba de amor. Tenía miedo, sí, como todos, pero aún le seguía, Él tenía algo especial, no podía ser sólo un hombre normal, Dios estaba en Él… Él era Dios... Pero su humillación me hacía dudar, (con voz fuerte) yo pensaba que Él lucharía en contra del imperio romana, que nos sacaría de toda esta esclavitud. (disminuye su fuerza) Pero Él pensaba otra cosa, su fuerza para luchar era el amor y el amor sufriente. Aquí estoy, soy joven, sumergido en mi duda y sólo intento CREER EN JESÚS.

Guía: Señor, que todos podamos siempre lavarnos los pies unos a otros para vivir en el amor servicial y caritativo, que tu Cuerpo y Sangre en la Sagrada Eucaristía sean siempre nuestra fuerza para que, como jóvenes, podamos salir de nuestras dudas y creer firmemente que Tú eres el Señor de nuestras vidas. Amén.

SEGUNDA ESTACION – La agonía de Jesús en el huerto de los Olivos.

Guía: Te Adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.

Jesús: Quédense aquí mientras voy a orar… Pedro, Santiago, Juan… vengan conmigo… (Se alejan un poco) Siento en mi alma una tristeza de muerte, quédense aquí y oren para que no caigan en tentación… (Los discípulos comienzan a orar y se quedan dormidos… Jesús se retira a orar) Padre, si es posible, aleja de mi esta copa, pero que no se haga mi voluntad si no la tuya. (Se acerca a los discípulos y los encuentra dormidos) ¿No han podido velar conmigo ni siquiera una hora? Oren para que no caigan en tentación, el espíritu es animoso pero la carne es débil. (se vuelve a retirar) Padre, si es posible, aleja de mi esta copa, pero que no se haga mi voluntad si no la tuya. (Sale Satanás)

Satanás: No podrás soportar todo el peso de los pecados del mundo, es mucho para un solo hombre, y nadie te ayudará… ¿Acaso crees que tu padre lo hará?... ¿Quién es tu Padre?... ¿Quién eres tú?...

Jesús: Padre mío, si esta copa no puede ser apartada de mí sin que yo la beba, que se haga tu voluntad. Acepto este cáliz de dolor. (Satanás se va y Jesús llega a sus Discípulos) Ahora pueden dormir y descansar, ha llegado la hora en que el hijo del hombre será entregado en manos de los pecadores. (los discípulos se levantan y salen de escena con Jesús, menos SANTIAGO)

SANTIAGO: Nos tomó aparte a Juan, a Pedro y a mí, SANTIAGO. Estábamos en el huerto de los Olivos. Jesús se alejó de nosotros y nos invadió una especie de aturdimiento, de pesadez. Presentíamos lo peor, pero no queríamos comprender nada. Jesús oraba. Estaba enfermo de angustia. El miedo le torturaba sin duda. Estaba solo y nosotros, no éramos capaces de velar por él, (triste) yo no le puede acompañar, el sueño y la tristeza me vencieron. Había venido a implorarnos que le acompañáramos en su sufrimiento, que no le abandonáramos. Pero yo era incapaz de compartir en su angustia, no podía ver que sudaba sangre y agua.

Le oí decir: (con voz fuerte) "Padre, que se haga tu voluntad y no la mía". (Disminuye la fuerza) Yo, yo no podía comprender. Aquí estoy yo, soy joven, sumergido en mi comodidad y sólo intento ACOMPAÑAR A JESÚS.

Guía: Señor, que todos consigamos hacer la voluntad del Padre en nuestra vidas, luchar contra las acechanzas del enemigo y fortalecernos en la oración; para que, como jóvenes, podamos salir de nuestras comodidades y acompañarte a Ti, en nuestros hermanos sufrientes. Amén.

TERCERA ESTACION – Judas traiciona a Jesús.

Guía: Te Adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.

(Se escuchan gritos de los soldados…) ¡Es un blasfemo!... ¡Es un mentiroso!...

Judas: (Detiene a los soldados y les dice) Al que yo bese, ése es. Arréstenlo. (se acerca a Jesús) ¡Maestro, mi querido Maestro! (lo besa)

Jesús: Judas, ¿Con un beso traicionas al Hijo del Hombre?

(los apóstoles se esconden… los soldados atrapan a Jesús y se lo llevan… luego, los apóstoles le reclaman a Judas lo que hizo)

Apóstoles: Judas, ¿por qué lo hiciste? Es nuestro Maestro, traicionaste al Maestro.

Judas: (gritado) ¡Yaaaa!, ¡Déjenme en paz…! (Como loco) Ustedes también lo abandonaron… (se van los apóstoles y sale Satanás rondándolo) yo no sabía… no… no sabía…

Satanás: Traicionaste a tu Señor, a tu Maestro, eres un traidor, no mereces vivir, debes morir, traidor…

(sale Satanás de escena y queda solo JUDAS)

JUDAS: Era mi Maestro, mi Señor, aun recuerdo cuando me llamó: JUDAS sígueme. Y, sin pensarlo dos veces, le seguí. Estaba seguro que Él sería el que nos sacaría de la esclavitud de Roma, con quien lucharíamos y venceríamos, yo tenía contacto con grupos agitadores y con Él de jefe seguro ganaríamos. Pero, Él no hablaba de lucha, hablaba de amor, yo no lo entendía. Yo quería poder y Él hablaba de hacerse el último y servidor de los demás. (con voz fuerte) ¿Acaso cree que era muy fácil vivir a los pies de los demás? (Disminuye la fuerza) Yo, quería mi lugar especial y pensé que Él ya no lo podía dármelo, por eso lo traicioné. Aquí estoy yo, soy joven, sumergido en la traición y en el remordimiento, ya no quiero la vida, sólo espero, algún día, la MISERICORDIA DE JESÚS.

Guía: Señor, que nunca nos dejemos agobiar por las ansias de poder, que nuestro ego no nos haga más que los demás; para que, como jóvenes, podamos ser humildes en el servicio al prójimo, para no traicionar tu amor y sentir siempre tu misericordia. Amén.

CUARTA ESTACION – Pedro niega a Jesús.

Guía: Te Adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.

(Pedro sale como escondido… En escena esta una mujer y dos soldados… la mujer se le acerca)

Mujer (pueblo): Yo nunca olvido una cara… Tú andabas con Jesús de Nazareth, yo te vi.

Pedro: Cállate mujer, ¿estás loca? Yo no conozco a ese hombre.

Soldado 1: No mientas, no lo puedes negar, tú eres galileo se te nota en el acento… Miren este hombre andaba con Jesús…

Pedro: ¿De qué hablas? Yo no sé quién es ese tal Jesús del que hablan…

Soldado 2: Tú estabas con Jesús en el Huerto de los Olivos, yo te vi cuando arrestaron a Jesús, no lo puedes negar… (Se forma un alboroto, todos lo acusan… Entran con Jesús a empujones y lo lanzan a un lado de la escena) Pedro: Maldita sea, les he dicho que no conozco a ese hombre, sea maldito yo si lo conociera. (Mira Jesús y comienza a llorar amargamente) No, no puede ser, negué al Señor… perdóname Señor, tuve miedo, te negué perdón… (Salen todos de escena menos PEDRO)

PEDRO: ¡Qué tonto soy!... Yo, PEDRO, la piedra donde el fundará su Iglesia. Yo, lo acabo de negar tres veces como Él mismo anunció. Yo, que me la daba de fuerte, de fiel seguidor, de que entregaría mi propia vida si era necesario para que a Él nada le sucediera; pero no, soy sólo un cobarde, a la primera oportunidad de defenderle, le he negado, he gritado que no lo conozco. Y, al verle, su mirada atravesó

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